El primero de mayo de 2010 en Santiago de Chile estuvo caracterizado por tres hechos: la fuerte presencia de contingentes de fuerzas especiales de carabineros y sus arrestos “preventivos” e injustificados antes de la marcha central; la presencia en el acto de representantes políticos de la Concertación que recibieron insultos y monedas de los trabajadores asistentes; y la manifestación de sindicatos y trabajadores que realizaron una conmemoración independiente y anticapitalista en el Parque Almagro, paralelamente al acto convocado por la central dirigida por el socialista Arturo Martínez.
A las 10:00 hrs. de la mañana, en plena Estación Central de la Región Metropolitana, se congregaron los asalariados, sindicatos y organizaciones político sociales con lienzos y prensa popular. Sin embargo, antes de que comenzara la marcha, a varias cuadras del lugar, fueron detenidos sin más argumento que la sola sospecha de la policía, miembros del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez y del Colectivo Acción Directa, ambas organizaciones agrupadas en el Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores, MPT. Sólo fueron liberados, sin ningún cargo, pasadas las 14:00 hrs.
A la altura de Avenida España con la Alameda, la Coordinadora Sindical Primero de Mayo –formada por confederaciones, federaciones, sindicatos, dirigentes sociales y el MPT- tras una pancarta gigante que decía “Hacia un Gobierno de los Trabajadores”, salió de la marcha con una columna propia antes de llegar al escenario donde hablaría el presidente de la CUT, y se dirigió, sin incidentes, hasta el Parque Almagro para efectuar un acto marcado por la independencia política respecto del Estado y los partidos de la derecha tradicional y la Concertación.
En la actividad de la Coordinadora Sindical Primero de Mayo se condujeron a los asistentes los representantes sindicales de la Confederación de Trabajadores de la Empresa Privada de Chile (Cepch); de la Federación de Trabajadores de la Construcción y la Madera (Fetracoma); de la Confederación Bancaria; de la Federación de Trabajadores de Cimm; del Sindicato Nacional de Trabajadores Contratistas (Sintrac); y de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de las Universidades Privadas, entre otros.
En medio de las personas que aplaudieron al grupo hiphopero “Raza Humana” y al conocido artista popular, Vicente de SubVerso, además del Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores, se encontraban representantes de la Brigada Salvador Allende (Brisa), del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) y colectivos libertarios.
Los dirigentes hicieron hincapié en la unidad de los trabajadores organizados, plataforma básica para emprender la creación de la alternativa política propia de los asalariados y el pueblo. Asimismo, renovaron su compromiso de organización y lucha anticapitalista y antiimperialista.
Mientras tanto, en el acto de Arturo Martínez, el principal de la CUT se limitó a amenazar –una vez más- con un probable paro de presentar el actual gobierno de Piñera un proyecto de ley que podría terminar con la indemnización por años de servicio.
Allí estuvieron los líderes políticos de la Concertación, Carolina Tohá (PPD) y los senadores PS Juan Pablo Letelier y Fulvio Rossi, quienes recibieron por parte de los presentes, improperios, monedas y acusaciones de ser responsables de las pésimas condiciones laborales en que se encuentran los trabajadores chilenos. Para sectores de la Concertación, este primero de mayo tenía por objeto “reconciliarse” con el mundo de los asalariados. De hecho se encontraban cerca del escenario figuras destacadas del bloque que administró Chile durante 20 años, como el ex ministro del Trabajo y actual diputado Osvaldo Andrade (PS), la ex directora del Trabajo Patricia Silva, y los diputados Carlos Montes y Marcelo Díaz, del PS; además de Enrique Accorsi y Tucapel Jiménez, del PPD, entre otros. Sin embargo, vale recordar que el propio proyecto de eliminar la indemnización por años de servicio que condenó el presidente de la CUT fue varias veces propuesto y alentado por el ex senador socialista, Carlos Ominami, padre del ex candidato a la presidencia, Marco Enríquez-Ominami.
Durante toda la tarde del primero de mayo, la arteria principal de la Capital estuvo impregnada por gases lacrimógenos, y atestada de vehículos blindados y piquetes policiales hasta mucho tiempo después de que la Alameda se encontrara vacía.
Por Andrés Figueroa Cornejo
Mayo 1 de 2010
Fotografía por Sebastián Larraín Sáa
El Ciudadano