El foco de la protesta de los secundarios está en el centro. Las tomas y desalojos de una decena de colegios son el único relato en los medios de comunicación. Pero al borde la ciudad, cayéndose hacia el río Maipo, ocurrieron los primeros estallidos de esta revuelta de los secundarios. En Puente Alto hasta anoche la mayoría de los colegios municipales seguían en toma. Lo mismo pasaba en varios de La Florida. ¿Por qué estos jóvenes siguen en la pelea?
Mucho antes que los llamados liceos emblemáticos comenzaran la oleada estudiantil, en una tibia mañana de 20 de mayo, ocho colegios municipales de Puente Alto luego de semanas de coordinación salieron a la calle para protestar contra la pésima administración educativa municipal.
Marcharon por el centro de la comuna. Cada colegio demanda un petitorio particular, pero el consenso tiene dos ejes: serios problemas de infraestructura y recursos. Con el correr de los días más liceos se fueron sumando y surgió la necesidad de hacer una coordinadora.
Pedro Saavedra, estudiante secundario de Puente Alto y uno de los voceros del movimiento cuenta que una vez que salieron a la calle recibieron llamados de varios colegios de comunas aledañas con similares problemas. “Se está tratando de movilizar la mayor cantidad de colegios de la zona. Tenemos peticiones de colegios en La Florida, La Pintana, Puente Alto, San José de Maipo y Pirque” -relata.
La semana pasada eran la zona con más colegios en toma, pero escasos medios fueron a cubrirlos. “En todos los colegios está la misma embarrada. Cuando la gente sale y da la PSU se nota. Acá un pequeño porcentaje da esa prueba y de ellos, sólo una pequeña cantidad logra entrar a la universidad. Acá en Chile se crea obra de mano barata. Somos personas y queremos que nos traten como tales” -recalca Pedro.
La movilización ha servido para conocerse. Entrar a otro colegio a compartir les ha ido quitando los prejuicios. Se apoyan mutuamente. Si un colegio en toma es amenazado allá están todos.
Cada día se suman más colegios al inédito proceso de la cordillerana comuna. Durante la semana pasada cada día llegaban dirigentes o estudiantes de varios colegios para sumarse a la movilización.
Mitchel Solis, del Colegio Alemán Rudolf Deckwerth de Puente Alto, cuenta que el lunes pasado se tomaron el colegio y fueron desalojados al otro día por la dirección. “Estamos movilizados por el petitorio general y problemas internos de infraestructura” -sostiene. Una compañera agrega que “tenemos buena educación en general y muy buenos profesores, pero tenemos problemas de infraestructura, no tenemos centro de alumnos porque la directora no desea que haya participación”.
LA MUNICIPALIZACIÓN
Un montón de sillas apiladas en la reja es la primera impresión para quien pase por las afueras del Colegio Benjamín Vicuña Mackenna de La Florida. Adentro un grupo de adolescentes cuidan la puerta y revisan a quien entra mientras con una guitarra hacen sonar canciones de Skid Row y The Cranberries. Colgando del portón se lee en un cartel ‘Un Gobierno que no$ cree mercancía merece rebeldía’.
La toma partió el miércoles 7 de junio. A medida que pasaban las horas otros siete colegios se sumaban a la protesta. Paloma Muñoz, presidente del Centro de Alumnos del liceo, cuenta que están en toma porque “apuntamos a una desmunicipalización de los colegios y que el Estado se encargue de financiarlos correctamente. También que haya más participación de nosotros y de los apoderados en la toma de decisiones del liceo”.
En infraestructura no tienen problema, “pero la calidad de la enseñanza afecta nuestro futuro” -recalca Muñoz. De entre los colegios que están en su alrededor, la mayoría particulares subvencionados, son el colegio con menor porcentaje de ingreso a universidades tradicionales. El liceo tiene cerca de 1.300 alumnos. Un cuarto medio tienen entre 40 a 45 alumnos por sala, de los cuales quedan uno o dos por curso en la universidad.
“El problema es por la municipalización, que termina en una mala administración de los colegios públicos” -reflexiona Ignacio Fernández, estudiante del liceo.
Las largas horas de la toma los estudiantes las aprovechan para repasar ramos, realizar charlas impartidas por universitarios solidarios con el movimiento, aprender a hacer stencil y graffitis, jugar fútbol o socializar sus demandas en el vecindario.
“Haber abierto el liceo como espacio para ocuparlo ha permitido que nos conozcamos mucho más” -relata Ignacio. Para sostener la toma formaron comisiones de seguridad, aseo, cocina y propaganda.
UN MINISTRO CHANTA
Continuamos el recorrido en el Liceo Industrial de Puente Alto en toma por sus estudiantes. Nos cuentan que en la comuna hay un dicho: Que te echen del Industrial es que te echen de la cárcel. “Porque nos ven como delincuentes, a los que son piolitas les da vergüenza decir que van al Colegio Industrial de Puente Alto” -cuenta Luis Soto, del Centro de Alumnos.
Luis agrega: “queremos la misma educación para todos los colegios. No es la misma educación la que recibimos acá que la que recibe un estudiante de comunas con plata. Acá no tenemos talleres o recursos para actividades extraprogramáticas”.
“Somos pocos pero locos es nuestro grito” -cuenta Luis. “La toma ha hecho cambiar la fama del colegio. Queremos demostrar que no somos delincuentes, que no somos ladrones y por eso pasamos por todos los colegios movilizados brindando el apoyo en comida, si necesitan gente para proteger el colegio”- agrega Adonis Gonzáles, otro estudiante.
Han ayudado ya al Liceo Comercial, al Colegio Maipo y al A115. “De colegios particulares que nunca hemos visto nos han venido a pedir ayuda, como los colegios Los Olmos y del San Carlos de Aragón” -cuenta Adonis.
En el liceo, unos mil estudiantes eligen entre Mecánica Industrial, Construcciones Metálicas, Electricidad o Mecánica Automotriz. Claro que esta última carrera es la que tiene peor implantación. “Hay un auto súper viejo y ninguno más. Otros talleres no tienen implementación, puras máquinas antiguas. Por ejemplo, en cuarto medio no tienes un curso de CNC que es un tipo de torno computarizado que se usa cuando sales a trabajar. Tenemos puros tornos manuales” -acusa Adonis.
“Llevamos cinco años pidiendo que nos cambien los talleres y la infraestructura del colegio. Manuel José Ossandón (el alcalde de la comuna) siempre viene y nos dice que harán talleres extraprogramáticos y mejorarán el colegio, pero llevamos cinco años con lo mismo. Cinco años ¿cachai?” -cuenta Luis.
Y el detalle sigue: Los arcos no tienen rejas ni malla, los baños no tienen puertas, hay varias salas de clases sin vidrio -según relata Adonis.
“Para mí Lavín es un chanta, un chanta. Si lo único que hace es esconderse, nunca ha dado la cara, es muy difícil que nos cambie la educación. En ese sentido creemos que es un chanta, al igual que Ossandón” -remata.
LAS HORAS EN TOMA
Unas cuadras más allá está el Liceo de Puente Alto. A su puerta llegan estudiantes de otros colegios para apoyarlos, pedirles consejos y unir voluntades. Sergio Abarca viene del Colegio Maipo, que estuvo en toma el lunes desde las 8 de la mañana. Manuel Vargas, del mismo establecimiento, dice que “el petitorio que está lanzado nos sirve a todos, hoy el movimiento estudiantil está muy fuerte y es nuestra oportunidad para cambiar la mala educación que tenemos”.
A Cristian Tobar, vicepresidente del CA del Liceo de Puente Alto, lo sorprendió la «revuelta pingüina» del 2006 cursando Séptimo Básico. “A esa movilización le faltó organización, lo que ahora tenemos; que no se metieran los partidos políticos; en la Provincia Cordillera estamos unidos como secundarios” -piensa.
Cristian cursa Tercero Medio y quiere estudiar Medicina General, pero siente que no tienen la preparación para dar la PSU, por lo que tendrá que cursar un preuniversitario. El municipio entrega 100 becas al Cepech, pero a dividir entre los ocho liceos de la comuna, por lo que obtenerla es imposible.
Los problemas del colegio dan cuenta cabal de la crisis educacional que dejó la municipalización de los colegios. “Tenemos profesores de inglés que son traductores o ingenieros haciendo matemáticas. Este año estuvimos dos semanas sin profesora de lenguaje en un electivo científico humanista, hubo cursos sin profesor de matemáticas por dos meses y el año pasado un curso no tuvo un profesor del mismo ramo por todo un año. Eso es por pura deficiencia de la corporación. Esto da cuenta que el Ministerio de Educación no controla a las corporaciones municipales, por eso queremos que desaparezca este intermediario” -sostiene Cristian.
“Los alumnos de nuestros colegios no tienen óptima enseñanza para entrar a la universidad ni tampoco pueden pagarla. Se discrimina a la gente al dar la PSU” -comenta Cristian respecto de la demanda del fin de dicha prueba de selección universitaria.
Paloma considera que “la PSU es una barrera desigual para poder ingresar a la universidad; debiera haber una prueba específica para cada carrera en la que se desee entrar”.
Nos cuenta que el alcalde les confesó que la subvención que recibe es muy baja y el municipio tiene que inyectar el 30% de los recursos para Educación. “La municipalidad tiene muchas otras tareas y apenas tiene plata para hacerse cargo de los colegios” -alega Cristian.
Pero por alegar una mañana se despertaron con 50 policías rodeando el colegio. Nos están haciendo un daño psicológico -alega Cristian, quien aún espera la respuesta del ministro Joaquín Lavín al petitorio que le entregaron la semana pasada.
PONIÉNDOLE NOTA AL MINISTRO
Aparte de la televisión, la única forma en que en Puente Alto se han enterado de la gestión del ministro de Educación es cuando vieron instalarse una señalética de semáforos en las puertas de los colegios.
Cristian cree que “lo que quisieron hacer con esta idea es muy discriminador. Los que alcanzaron a ser instalados fueron sacados por la misma corporación, luego que le hiciéramos ver que cómo es que se estaba discriminando a alumnos de determinados liceos”.
A su juicio “la idea del semáforo es pésima. Se esconde dentro de un aspecto que dice a los padres que determinado colegio no es bueno, cuando el Ministerio no pone las lucas para que sea mejor. Así se evaden del problema de fondo. Si quiere instalar semáforos, primero que arregle los colegios. O sino es puro gastar plata en algo innecesario que no vale la pena”.
EL PASE ESCOLAR
Otra demanda trasnversal en los colegios que visitamos es el pase escolar gratuito. Paloma nos dijo que “pedimos una Tarjeta Nacional Estudiantil gratuita los 365 días del año porque los estudiantes no trabajamos y el precio del pasajes es bastante grande para que nuestros padres lo tengan que financiar. Además no sólo se imparte conocimiento dentro del aula de clases, sino que durante todo el año podemos adquirir conocimientos, no tan sólo académicos”.
Luis agrega que “muchos no tenemos recursos para pagar todos los días el pase escolar. Nos está costando la ida y la vuelta, por eso pedimos el pase escolar gratuito para todos”.
Cristian se suma a la demanda diciendo que “tenemos alumnos que viven en Gabriela y a diario deben tomar buses. Además, acá en Puente Alto se hacen las escuelas de verano. O sea, en enero y febrero si quieres estudiar o aprender algo tienes que pagar pasaje completo”.
El jueves pasado, día de la gran marcha por el centro de Santiago, enviaron una comisión representativa de los liceos de la comuna. Los estudiantes recalcan en forma tajante que no se sentarán a dialogar ni con el alcalde, ni con algún concejal o diputados. “Adherimos a la demanda nacional y seguiremos peleando la demanda interna” -recalca Cristian.
“Ni cagando nos vamos hasta no cumplir las metas: que mejoren la infraestructura del colegio, arreglen los techos, las salas, el inmobiliario, hay sillas sin respaldo; que hagan los talleres” -sostiene Luis.
En Puente Alto hasta el momento todos los liceos municipales están en toma y muchos particulares subvencionados en paro o en jornadas reflexivas. La noche de ayer lunes muchos de estos adolescentes esperaban un desalojo. Corría el rumor de que a las 4 de la madrugada los sacaría la policía.
Para hoy martes están coordinadas charlas informativas impartidas por universitarios y los secundarios revisarán los estados de las tomas de los colegios. Se juntarán a las 17: 30 en la Plazuela de Independencia, a un costado del Kentucky (Metro Las Mercedes).
También los secundarios piden ayuda solidaria en alimentos y comida, la que puede dejarse en las puertas de los establecimientos.
Antes de despedirnos Cristian nos comenta que cree que “el futuro de Chile se está formando pésimo. A una persona en el sistema de cárceles privadas de Chile lo subvencionan con 200 mil pesos al mes y a un estudiante, que es el futuro de Chile el Estado entrega en el mismo periodo 56 mil pesos. ¿Dónde está la prioridad de este modelo social?”
Por Mauricio Becerra R.
Twitter: @kalidoscop
Fotos: Mauricio Diaz Buccioni
El Ciudadano
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