Tras firmar un protocolo de acuerdo con el director regional del SERVIU, Carlos Contador, juntarse con el alcalde Jorge Sharp y oficiar una solicitud de audiencia con la presidenta Michelle Bachelet, el grupo de cinco dirigentas que había iniciado una huelga de hambre días antes como forma de llamar la atención de las autoridades por el proceso de reconstrucción, depuso este jueves la medida de fuerza.
“Quedamos tranquilas con el compromiso del SERVIU y con la presencia del alcalde Jorge Sharp. Ahora tendremos nuestras casas recepcionadas y podremos postular a los subsidios. Luego, iremos a la mesa de trabajo, como comité, con la presidenta Michelle Bachelet, para seguir luchando por nuestros vecinos”, comentó al respecto Marianela Córdova, dirigenta del cerro El Litre
La decisión de comenzar una huelga de hambre fue tomada tras una movilización realizada el día viernes 14 de abril que no tuvo respuesta desde las autoridades. Luego, interrumpieron el Concejo Municipal el día martes 18, estando ya en huelga seca, finalizando este jueves 20 de abril -cerca de las 5 de la tarde- su accionar, con los acuerdos firmados en mano y luego de una reunión con los máximos representantes del SERVIU y la alcaldía.
De esta forma, antes de la quincena de junio, los problemas de recepción de obras en la Dirección de Obras Municipales se encontrarán saneados, así como también los contratos de construcción y los subsidios de compra de vivienda y los de arriendo.
Gracias a los compromisos pactados, se evitaron acciones más radicales, como la de un vecino que pretendía prender fuego a su mediagua y luego quemarse a lo bonzo. “Menos mal paramos a nuestro vecino. Pero es entendible: tres años en una mediagua, con un baño químico colapsado, con tres hijos chicos, es denigrante», señala Jorge Figueroa, vecino del sector.
El poblador agregó que «la alternativa eran unas casas chinas que colocaron pero no venían con el tratamiento necesario: ácido (para limpiar las latas), el sellante acrílico y la pintura electroestática. Los perfiles de fierro no estaban soldados. Por eso están llenas de óxido: son sólo latas e internit. Si le colocas cerámica, se rompen”.
La realidad en los cerros de Valparaíso es muy distinta. Bien lo saben Juana Moreno, Pamela Melgarejo, Marcela Villanueva, Elena Salazar y Marianela Córdova, las dirigentas que depusieron la huelga de hambre y que ahora podrán enfocar sus fuerzas en seguir mejorando sus viviendas y no arriesgando la vida por solicitar dignidad y celeridad a una reconstrucción que mucho tarda y poco recupera.