«Vamos a seguir luchando por la clase obrera», la dura batalla de los trabajadores de OHL por sus derechos laborales

Cansados de sufrir todo tipo de irregularidades laborales, los trabajadores de la empresa de construcción española OHL se encuentran inmersos en una intensa lucha por conseguir los derechos que por ley les pertenecen.

«Vamos a seguir luchando por la clase obrera», la dura batalla de los trabajadores de OHL por sus derechos laborales

Autor: Marta Ubeda

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Los casi ochocientos trabajadores que están contratados por la empresa subcontratista OHL para realizar obras para Metro, lo hacen bajo la continua amenaza de despido. Éstos, contratados todos como ‘maestros de obra’ están obligados a realizar cualquier tipo de trabajo, y a laborar horas extras y días festivos que a final de mes no les son remunerados.

Sinamac Chile es el nombre del sindicato que vela por defender los derechos básicos de estos trabajadores en cuanto a horarios, descansos y condiciones de seguridad en el lugar de trabajo. Hector Soto, perteneciente a este sindicato denuncia que «la empresa ha atentado mucho contra la libertad sindical» dejando a los trabajadores prácticamente sin posibilidad de defensa ante un gigante empresarial que busca el puro beneficio, sin importarle tener que vulnerar para ello los derechos de los trabajadores.

El pasado dos de diciembre, Héctor Soto junto a decenas de trabajadores de la subcontratista OLH, protestaron en el pique de Bustamante denunciando todas las irregularidades de sus contratos y la nula consideración de los derechos laborales de los chilenos por parte de la empresa subcontratada. Durante el movimiento de protesta, Héctor Soto se subió encima de una grúa a sesenta metros del suelo, sin protección ni cuerdas de seguridad, demostrando que no tiene miedo a la muerte si de la lucha por los derechos de los trabajadores se trata.

Hector Soto

En estos momentos Héctor no puede volver a la empresa porque lo consideran un peligro para los intereses de OHL. «¿Sabes por qué soy un peligro para la empresa? Porque si tengo que denunciarla diez, veinte o treinta veces lo voy a hacer porque hay que defender a la clase obrera. Nuestra función es esa», sostiene Héctor con admirable firmeza.

La lucha se ha convertido en guerra. Los trabajadores, sin más armas que la reivindicación de sus derechos, por un lado; la empresa, llevando a cabo prácticas tan mediocores como la persecución, la amenaza o la coacción, al otro. Varios trabajadores han sido ya despedidos para advetir al resto de las consecuencias de la protesta, llevando a cabo una política de terror y miedo. «No puede ser legal que nos despidan por supuestas necesidades de la empresa y que luego contraten a más trabajadores» denuncia uno de los compañeros que fue despedido ese mismo día.

OHL es una constructora española que trajo a Chile Ricardo Lago junto a otras empresas extranjeras. Éstas han crecido y se han enriquecido, «pero lamentablemente depués de Lago pasó Piñeira, luego Bachelet, y todos siguen negocienado con estas empresas», denuncia Héctor Soto.

OHL fue subcontratada por la empresa Metro para llevar a cabo varias obras en la contrucción de nuevas entradas y paradas de metro, pero en medio de la batalla por el respeto de los derechos de estos trabajadores chilenos, Metro se ha lavado las manos. Sinamac Chile le ha pedido a Metro formalmente y por escrito que interceda en la problemática que está ocurriendo y que exiga a OHL la regulación de la situación de los trabajadores, «pero la respuesta que recibimos fue que ellos no podían interferir en el proyecto por no entorpecer el contrato con los subcontratistas».

Tras esta respuesta los trabajadores están completamente solos en la lucha, temerosos de perder sus puestos de trabajo y obligados a trabajar en malas condiciones sin posibilidad de reclamo. «Nosotros podemos luchar por nuestros derechos, pero nunca los vamos a conseguir», la dureza de estas palabras llegan directamente al corazón de quién las escucha, pues estos trabajadores luchan con fuerza, pero conocen la injusticia y la corrupción que lamentablemente condiciona las negociaciones.

En este caso, el sindicato Sinamac Chile apoya a los valientes trabajadores, pero Héctor Soto denuncia que no en todos los casos sucede igual. Los sindicatos, en teoría, existen por y para velar y luchar por los derechos de los trabajadores y defenderlos frente a las decisiones de la empresa. Pero, cuenta Soto, «si hablamos de corrupción de farmacias y corrupción de bancos, hoy digamos también que hay corrupción de sindicatos. Que se destape y se diga ya que esto es una vergüenza». Los sindicatos, denuncian los trabajadores, han perdido mucha credibilidad en los útimos años al aliarse, en algunos casos, con los patrones para controlar, aún más a los trabajadores. «A los sindicatos les falta conciencia». «El trabajador está intimidado» «Tenemos sindicatos que son corruptos, negocian con la empresa a espaldas de los trabajadores porque debe haber lucas de por medio», declaran los trabajadores.

Ellos están dispuestos a seguir luchando y defendiendo la justicia que les corresponde, pero necesitan más apoyos. «Es necesario que los trabajadores despierten, que se unan» sea cual sea su trabajo o su profesión, cuando se trata de los derechos laborales, todos formamos parte de esa lucha.

Por el momento están planeando nuevos movimientos que aún se mantienen en secreto pero lo que tienen claro es que no abandonarán «nosotros vamos a seguir trabajando y a seguir luchando por la clase obrera. La gente hoy día está muy abandonada» defiende Héctor Soto con valentía. Mucho ánimo, compañeros.


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