Los vecinos de Ensenada albergados desde la erupción del Calbuco tomaron este domingo el liceo PAC de Puerto Varas como forma de protesta por el incumplimiento del pago del bono de arriendo que les permitiría optar a otro tipo de alojamiento mientras transcurre la emergencia. Ensenada es el municipio donde se concentran la mayoría de los damnificados por la sorpresiva erupción volcánica.
Los más de cien vecinos que optaron por llevar a cabo la toma del centro por pura desesperación ante el abandono del gobierno, esperan que las autoridades se pronuncien a lo largo de este lunes pero, amenazan, si la respuesta no es satisfactoria, la toma continuaría de forma indefinida.
Los afectados piden también mejoras en la alimentación que reciben en el albergue. El gobernador Juan Carlos Gallardo se comprometió este domingo a concretar el trámite para entregar los bonos de arriendo prometidos antes del martes 12 de mayo. Los vecinos advierten que, de no ser así, dejarán el albergue y retornarán a sus casas en Ensanada, localidad que permanece dentro de la zona de exclusión.
El concejal de Puerto Varas, Héctor Jacob, defendió que los reclamos vecinales no son en contra del municipio, sino contra las autoridades del Gobierno «que vinieron a la zona, prometieron un sinfín de medidas de emergencias y no las cumplieron«.
El primer balance realizado por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo establece que más de 653 viviendas resultaron afectadas por la erupción del macizo, de las cuales alrededor de 70 fueron totalmente destruidas, por lo que los trabajos de reconstrucción y reubicación de los damnificados son realmente urgentes.
El seremi de Vivienda y Urbanismo en la Región de Los Lagos, Eduardo Carmona, declaró para Bío Bío que lo importante en estos momentos era cruzar la información de las viviendas siniestradas con las familias afectadas, lo cual hasta el momento no se había podido completar debido a la dispersión producida tras la evacuaciones.
Recordemos que el volcán Calbuco se mantiene en alerta roja debido al flujo de gases y material particulado que continúa emanando del volcán con una altura aproximada de un kilómetro, por lo que continúa la zona de exclusión establecida en un radio de veinte kilómetros alrededor del volcán.
La actividad sísmica del macizo ha disminuido en las últimas horas, pero su comportamiento es oscilante por lo que no se descarta un nuevo pulso eruptivo, según informa el último reporte del Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur.