Vecinos de Nogales bloquean Ruta 5 en protesta por instalación de torres

Más de un centenar de vecinos del sector El Olivo, en Nogales, protagonizó una marcha que incluyó el bloqueo de la Ruta 5 Norte, en protesta por un nuevo proyecto de instalación de torres de alta tensión en el lugar.

La movilización contó con la presencia del diputado por la zona, Christian Urízar, quien se hizo parte del malestar ciudadano, teniendo en cuenta que en esta localidad ya existe una planta de transmisión, la que ahora sería ampliada, con la instalación más transformadores y nuevas torres.

El parlamentario recalcó que esta protesta viene a dar cuenta del enojo que tienen los vecinos producto de este proyecto de Endesa y Transelec, que aumentará el impacto negativo que ha tenido la planta instalada el año 2008 en El Olivo.

“No queremos que nuevamente, 6 años después de la primera obra, vuelva a haber otra instalación que amplíe las dificultades que estos vecinos ya han tenido. Hoy día la gente se ha expresado, ha dicho con claridad que no queremos una ampliación de la planta, no queremos que se siga burlando el sentir ciudadano y por eso ha sido esta manifestación, que da cuenta de que los vecinos no lo van a permitir”, enfatizó Urízar.

El diputado insistió en que no su puede seguir jugando con la suerte de los habitantes de Nogales, por lo que demandó que se informe claramente qué tipo de proyecto se pretende hacer, detallando obras, plazos y, sobre todo, el impacto que tendrá en el entorno y en la calidad de vida de los habitantes de El Olivo.

Impacto

Consultado respecto del impacto que ha tenido la planta que actualmente funciona en el lugar, Christian Urízar detalló que esto ha generado graves problemas para los habitantes y el medio ambiente. Ejemplo de ello es la reducción del suelo agrícola, además de la contaminación visual y de radiación que provoca la sola presencia de las torres.

Por lo mismo, explicó que hoy día los vecinos ven con pesar la existencia de esta planta y asumen el error que significó no haberse pronunciado en el momento de su construcción, pero que hoy no permitirán que se les vuelva a pasar a llevar.

“Lo que significa que la gente viva al lado de una torre de alta tensión ha sido una situación complicada, por lo tanto hoy día los vecinos dicen esto ya fue, asumimos el error que fue no pronunciarnos el 2008 cuando nos instalaron las primeras torres de alta tensión”, indicó el parlamentario.

Frente a esta situación, ya más organizados, los vecinos han sacado la voz en defensa de sus intereses y de la protección de su entorno, respecto de lo cual el diputado Urízar expresó que “queremos que cuando se lleve a efecto el análisis de esta instalación, la empresa Endesa-Transelec se dé cuenta que aquí no está la posibilidad de ampliar sus operaciones, de crecer con sus operaciones, es más, si estuviera la posibilidad ojalá no siguiera funcionando esta planta en este lugar”.

Vecinos

En un comunicado entregado por los vecinos durante la movilización, los afectados pusieron énfasis en la preocupación que existe en la comunidad respecto del impacto que tienen las torres de alta tensión en la salud de los habitantes, sobre la base de estudios que hablan de incidencia de cáncer, abortos, trastornos mentales, problemas neurológicos, problemas cardiovasculares, hipertensión, leucemia, problemas hormonales y de fecundidad, entre otros.

“La población cercana a una subestación o torres de alta tensión, absorbe dosis de radiación que provocan distintos tipos de problemas, las moléculas en el organismos son trasportadas en el cuerpo por cargas eléctricas, que al recibir las radiaciones del exterior derivan en alteraciones. Si la corriente eléctrica es más fuerte que la carga que tenemos en el organismo, esto provoca irreversibilidad en los tejidos con daños irreparables y afecta al movimiento y vibración de las moléculas produciendo que aumente la temperatura a grados fuertes”, denunciaron.

Al respecto, indicaron que ya han visto secuelas causadas por la presencia de las torres, donde se ha detectado nacimientos de vaquillas con tumores y deformidades, a lo que se suma la devaluación de sus predios y la imposibilidad de cultivar sus tierras.