El 20 de noviembre en la Ciudad de México se realizó una de las marchas más multitudinarias de la historia del país por la desaparición de los estudiantes normalistas: marcha ciudadana, estudiantil, familiar donde se expresó el descontento social; un reclamo al cual se han sumado miles de personas a nivel internacional.
En este contexto el gobierno mexicano ha pretendido deslegitimar y criminalizar las demandas ciudadanas realizando detenciones arbitrarias y violentas, como la que sufrió Laurence Maxwell Ilabaca, académico reconocido y estudiante de excelencia en el doctorado en Literatura en la Universidad Nacional Autónoma de México. Junto a su bicicleta, Maxwell se encontraba pacíficamente en las inmediaciones del zócalo capitalino.
El 20 de noviembre en la Ciudad de México se realizó una de las marchas más multitudinarias de la historia del país por la desaparición de los estudiantes normalistas: marcha ciudadana, estudiantil, familiar donde se expresó el descontento social; un reclamo al cual se han sumado miles de personas a nivel internacional.
En este contexto el gobierno mexicano ha pretendido deslegitimar y criminalizar las demandas ciudadanas realizando detenciones arbitrarias y violentas, como la que sufrió Laurence Maxwell Ilabaca, académico reconocido y estudiante de excelencia en el doctorado en Literatura en la Universidad Nacional Autónoma de México. Junto a su bicicleta, Maxwell se encontraba pacíficamente en las inmediaciones del zócalo capitalino.
Laurence Maxwell no ha sido sometido a un debido proceso judicial, pues éste se encuentra lleno de irregularidades:
Primero, una vez detenido no fue trasladado al Ministerio Público de la Delegación como corresponde sino directamente a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO). Esto ya da cuenta de intenciones irregulares en el actuar policial.
Segundo, le impusieron un defensor de oficio, el cual depende laboralmente del organismo acusador (Procuraduría General de la República). Este defensor, Rafael Lomas Loya, se negó a dar información a los cercanos de Laurence por no ser familiares, sabiendo que no tiene familia sanguínea en este país y mostrando actitud hostil.
Tercero, no se permitió el cambio de defensor, pese a los esfuerzos de Alejandro Jiménez, abogado del Instituto Mexicano de Derechos Humanos. Hasta el momento no ha sido aceptado el oficio para el cambio de abogado y han sido rechazados dos recursos con este objetivo.
Cuarto, a las 7 de la mañana del sábado 22 de noviembre fue trasladado de manera irregular, sin informar las razones ni avisar a sus familiares, al CEFERESO número 5, Centro Oriente, Villa Aldama en el Estado de Veracruz, una cárcel de alta seguridad, a una distancia aproximada de 250 kms. del Distrito Federal. Alrededor de las 11 40 AM ingresó a este penal.
Laurence Maxwell es una persona con reconocida trayectoria académica y artística y se encuentra recluido en el centro de máxima seguridad conocido como “El Perote”, el cual alberga a los delincuentes más peligrosos del país, ante lo cual expresamos nuestra profunda preocupación por su integridad física y psicológica.
Sin pruebas le consignan los cargos de motín, tentativa de homicidio y asociación delictiva, sin el derecho legítimo a una defensa apropiada y manteniéndolo incomunicado hasta el momento.Esta detención coincide con una serie de arrestos arbitrarios que se han suscitado a raíz de las movilizaciones en torno al caso Ayotzinapa.
Exigimos al gobierno de Chile que tome las medidas urgentes y efectivas para que el Estado mexicano proceda a la liberación inmediata de Laurence, quien enfrenta un proceso irregular y sin pruebas, algo que viola sus derechos fundamentales.
El Comité de Trabajo por la Liberación de Laurence Maxwell se solidariza con los familiares y amigos de los otros detenidos arbitrariamente el día 20 de noviembre y con los familiares de los 43 estudiantes normalistas, a casi dos meses de su desaparición.
Finalmente hacemos un llamado solidario a estudiantes, académicos, artistas y al pueblo chileno, junto a la comunidad internacional en general, a ejercer presión en busca de verdad y justicia.