Luego de la fuerte trastienda que sufrieron los empleados públicos tras la aprobación del 4,2%, cifra impuesta por el Gobierno, las cúpulas de los gremios están trabajando en reformular los mecanismos de negociación y las formas de coerción para exigir la tramitación de los reajustes.
Tras la abstención del diputado PS Osvaldo Andrade y el rol que jugó la CUT en la última negociación dejó entrever la fuerte fragmentación de las fuerzas al interior del conglomerado y la necesidad de una reestructuración.
De acuerdo a los dichos del presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (Anef), Raúl De la Puente, quien sostuvo “que la gran lección de este capítulo en la lucha de nuestras justas reivindicaciones es que la unidad de las trabajadoras y trabajadores es la herramienta para vencer a un gobierno capitalista, mercantilista y privatizador de la función pública”.
Así mismo, sostuvo que no se retirarán de la CUT -tras las fuertes diferencias con su líder Arturo Martínez– ya que desde el interior producirán los cambios que se necesiten para mejorar su posición en las negociaciones.
Entre los cambios que desean incluir al debate es abrir la negociación a los trabajadores afiliados y no sólo a los dirigentes, mejorar las tecnologías para agilizar la información con las bases, hacer válido el derecho a huelga y negociación colectiva del sector público y sectorizar las negociaciones y tramos, como por ejemplo educación, servicios, salud, carrera funcionaria, entre otros.
El Ciudadano
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