¿Cómo sobrevivir al caos?

la corriente filosófica te ofrece tres perlas de conocimiento

Charilin Romero

29/12/2018 3:42pm

Mantener el control en medio del caos y vivir una vida cuando el mundo se ha vuelto impredecible, así como hacer lo mejor dentro de nuestras posibilidades, no es fácil. Por eso, aceptando que muchas situaciones están fuera de nuestro control sería la manera más correcta de avanzar hacia la solución y estado de confort, así como felicidad.

Miles de personas en todo el mundo buscan antídotos contra las dificultades que se presentan en la vida contemporánea. Otras han revisado una filosofía creada hace más de 2.000 años denominada estoicismo y que predica el valor de la razón y propone que las emociones destructivas son el resultado de errores en nuestra manera de ver el mundo y ofreció una guía práctica para permanecer resueltos, fuertes y en control de la situación.

Un artículo de la BBC Mundo reseñó que la escuela estoica tuvo una profunda influencia en la civilización grecorromana y, en consecuencia, en el pensamiento occidental en general. Y fue más allá, debido a que el cristianismo, el budismo y el pensamiento de varios filósofos modernos, como el alemán Immanuel Kant, influenciaron la técnica contemporánea de la psicoterapia llamada terapia cognitivo-conductual.

El valor de la razón está muy marcado en la filosofía del estoicismo

Lo no esperado

En 1965, durante la guerra entre Estados Unidos y Vietnam, el piloto de la Armada estadounidense James Stockdale recibió un disparo mientras volaba sobre el país enemigo. Además, pasó 7 años como prisionero de guerra de los asiáticos. Nunca se imaginó que esos hechos así como que un filósofo que vivió en Grecia en el siglo I d.C. se convertiría en su maestro y amigo, ayudándole a soportar sufrimientos inimaginables.

El filósofo se llamaba Epicteto y su filosofía, el estoicismo. Este piloto cuenta cómo las enseñanzas de esta escuela lo reconfortaron durante sus largos años de cautiverio, gracias a la lectura del libro «Stockdale habla del estoicismo».

«Todo lo que sé sobre Epicteto lo he practicado a lo largo de los años», escribió Stockdale, al reiterar que «él me enseñó que lo necesario es mantener el control de mi propósito moral. De hecho, (él me enseñó) que soy mi propósito moral», acotó el militar.

«Que soy completamente responsable de todo lo que hago y digo. Y que yo decido y controlo mi propia destrucción y mi propia liberación«, hizo hincapié el militar.

Epitecto podría ser tu salvación si aplicas sus tres perlas

Ideas del pensamiento estoico

Al programa Forum del Servicio Mundial de la BBC se presentan tres expertos que exponen -en un lenguaje sencillo- algunas de las ideas centrales del pensamiento estoico y se han dado a conocer como las tres perlas de sabiduría de Epitecto:

1. «Si voy a morir, moriré cuando llegue el momento. Como me parece que aún no es la hora, comeré porque tengo hambre» y «lo que Epitecto está queriendo decir aquí es que lo que tenga que ser será. Pero si no tengo que lidiar con eso ahora, voy a hacer otra cosa», explica Massimo Pigliucci, filósofo italiano y practicante del estoicismo hoy.

2. «No eres lo que pretendes ser, así que reflexiona y decide: ¿esto es para ti? Si no es así, prepárate para decir: para mí eso no tiene importancia».»Deje atrás las cosas que no están bajo su control e intente trabajar duro en lo que usted puede controlar», interpreta Nancy Sherman, filósofa estadounidense que estudia la influencia del pensamiento estoico en la ética militar.

3. «No esperes que el mundo sea como deseas, sino como es realmente. De esa manera tendrás una vida pacífica».»Para quien ve conformismo en estas palabras, un punto importante: no propone que usted sea pasivo en relación a la vida, sino que acepte las cosas que están más allá de su control y que ya sucedieron», dice el filósofo y psicoterapeuta escocés Donald Robertson.

Estar en armonía con la naturaleza es mantenerse equilibrado con el universo y con Dios

Composición del estoicismo

Los primeros estoicos diseñaron una filosofía que ofrece una visión unificada del mundo y el lugar que el hombre ocupaba en él. El pensamiento estaba compuesto por tres partes: ética, lógica y física. Se cree que esta corriente fue fundado en el siglo III a.C. por Zeno, un rico comerciante de la ciudad de Citius, en Chipre, luego de sufrir un naufragio en el que perdió todo lo que tenía.

Desde entonces Zeno fue a Atenas. Allí conoció las filosofías de Sócrates, Platón, Aristóteles y sus seguidores. Aprendió que el universo estaba gobernado por la razón o logos, un principio divino que dominaba todo y que se resume que estar en consonancia con el universo significaba vivir en armonía con Dios.

La filosofía estoica también propone a los hombres vivir con virtud y que está asociado con la razón, refiere el filósofo Donald Robertson, que alegó «si podemos vivir sabiamente, guiados por la razón, floreceremos y desarrollaremos nuestro potencial como seres humanos. Dios nos ha dado esta capacidad, depende de nosotros usarla adecuadamente», parafrasea.

Dios te ha dado todas las capacidades está en ti saber aprovecharlas

Reiteró el profesional que el estoicismo floreció durante dos siglos en la antigua Grecia, y alrededor del 100 a.C. llegó su popularidad a Roma y recuerda que uno de los pensadores más conocidos de la época es Séneca, consejero del infame emperador romano Nerón.

En una carta a su amigo Lucílio, el filósofo cuenta que uno de los componentes centrales de la virtud tiene que ver con la capacidad de armarnos contra la desgracia.

«La mayoría de los hombres son débiles y fluyen en la miseria entre el miedo a la muerte y las dificultades de la vida, no están dispuestos a vivir y, sin embargo, no saben cómo morir», dijo al insistir que la vida en general debe ser placentera para ti, «eliminando todas las preocupaciones al respecto».

La idea central de esta carta es que no debemos solo prepararnos para hacer frente a las necesidades de la vida, sino también preparamos para lo peor, explica el italiano Massimo Pigliucci, filósofo contemporáneo y estoico.

La ira, el miedo y las dificultades son tu enemiga. La vida es para disfrutarla de manera placentera

Y las emociones

Los estoicos refieren además que las emociones, llamadas pasiones se dividen en tres categorías: emociones buenas, malas e indiferentes y convocan a centrarnos en las emociones malas o poco saludables, aprendiendo a lidiar con ellas.

Admirado por los filósofos a lo largo de los siglos, el famoso ensayo de Séneca «Sobre la ira» propone maneras de lidiar con este sentimiento.

«Séneca sugiere lo siguiente: tú tienes una visión sobre algo malo que sucedió, pero puedes cambiar de opinión al respecto. (Puedes decirte a ti mismo que) no fue tan malo, fue un accidente, no tuvo esa intención o que no es importante para ti «, explica Nancy Sherman.

Respira profundo ante cualquier circunstancia y tendrás una visión distinta de la vida

Sin embargo, en el siguiente extracto de su manual, Epitecto reflexiona sobre el mismo tema: las pasiones y cómo tratarlas: «Los hombres no son perturbados por las cosas, sino por sus opiniones sobre ellas» y allí es cuando comienza a perturbarnos la idea de vergüenza que no pertenece a otros sino a nosotros mismos, por nuestras propias opiniones, indicó Robertson.

«Está diciendo que son nuestras opiniones sobre las cosas las que determinarán si nos van a molestar o no«, resaltó el filosofo al insistir que «en lugar de tratar de suprimir (las emociones), debemos confrontar las creencias que nos llevarán a convertirlas en emociones saludables», explicó.

Sobre la tercera categoría, la de las emociones indiferentes, la idea es simplemente ignorarlas.

Aprender a priorizar te hará más reconfortante

Priorizar

Es necesario que las personas establezcan prioridades y entender lo que está bajo nuestro control, por ello la búsqueda del autocontrol es fundamental para la filosofía estoica y se logrará al distinguir lo que está bajo nuestro control. En ese sentido, Epitecto creó dos listas.

«Las cosas que están bajo nuestro control son nuestros juicios, opiniones y valores que decidimos adoptar, y lo que no está bajo nuestro control es todo lo demás, además de todo lo que es externo», explica el filósofo italiano Massimo Pigliucci.

Puedes influir en tu cuerpo, mantener una dieta saludable, hacer ejercicios, pero al final, tu cuerpo no está bajo tu control, porque puedes contraer un virus o sufrir un accidente y romperte una pierna», acotó.

A juicio de Pigliucci, esta distinción permite darse cuenta de que si las únicas cosas que están bajo nuestro control son los juicios, opiniones y valores, es en ellos en los que debemos mantener nuestro enfoque.

Para el filósofo Robertson, el estoicismo no muestra que existe ausencia de emociones, sino tener el control de las mismas.

«El estoicismo crea individuos que no pueden ser intimidados por los poderosos porque no temen abandonar todo o morir», afirma Evans que seguidamente enfatizó «de hecho, su filosofía los adiestra para abandonar la vida sin temor ni pesar, para defender sus principios racionales por encima de cualquier amenaza o soborno».

Con texto de la BBC Mundo