«La crisis institucional de Perú, evidenciada por la exposición de una red de corrupción judicial, empresarial y política, solo podrá resolverse con una nueva Constitución o convocatoria a elecciones generales», afirmó la líder del izquierdista partido Nuevo Perú, Verónika Mendoza.
«No debemos descartar la posibilidad de convocar nuevas elecciones generales en las que podamos devolver el poder al pueblo, algo que es, en esencia, la democracia», manifestó Mendoza.
En entrevista con Sputnik, explicó que «tanto el sistema de justicia como el Congreso o el Poder Ejecutivo están corrompidos por las redes mafiosas, con un vínculo estrecho con el poder económico que ha utilizado al Poder Judicial para favorecerse en sus negocios».
«Nosotros creemos que un verdadero cambio solo se podría lograr con la elaboración de una nueva Constitución que emane de un gran diálogo nacional», reiteró Mendoza.
Asimismo, advirtió que la reforma integral del sistema judicial que propuso el presidente Martín Vizcarra no soluciona nada, porque «va a acabar en el Congreso, donde tenemos una mayoría fujimorista coludida con estas mafias y que ha demostrado con hechos recientes más interés en blindarse que en sacar a los corruptos».
La crisis estalló a principios de julio con la difusión de numerosos audios en los que se detallan arreglos, favores y sobornos en las altas esferas del poder político, judicial y económico, reseñó Sputnik.
Nueva Constitución
La líder de Nuevo Perú explicó que el reclamo de una nueva Constitución se basa en que la actual Carta Magna, aprobada en 1993 durante el mandato de Alberto Fujimori, «consagra el paradigma neoliberal» y pone al «poder económico por encima de la dignidad humana, la democracia o la protección de minorías como los pueblos indígenas o los miembros de la comunidad LGBTI».
«A pesar de los límites de la Constitución actual, existen los mecanismos legales para un adelanto de elecciones«, aclaró.
Sanear la institucionalidad
Mendoza recordó que cuando Vizcarra asumió la presidencia, tras la renuncia del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski por acusaciones de corrupción, su partido insistió en que la nueva administración debía ser «de transición» por la gravedad de la situación política.
«El tiempo nos está dando la razón cuando hablábamos de que la institucionalidad de Perú estaba en una crisis muy grave«, insistió Mendoza. «No creo que este sea el momento de calcular quién puede salir ganando en términos de oportunidades electorales; es tal el nivel de la crisis, que el cálculo y el juego electoral, que son legítimos, no importan«, dijo la excandidata presidencial.
Por último, Mendoza, defendió que «la prioridad es sanear nuestras instituciones para que quien gobierne a futuro nuestro país lo haga en condiciones mínimas de democracia».