Llevan 25 días acampando frente al Ministerio de Salud porque sus hijos están enfermos de varios tipos de cáncer, incluyendo leucemia
Agencia Sputnik.- Un grupo de familias de la ciudad peruana Cerro de Pasco, centro-este de Perú, llevan 25 días acampando frente al Ministerio de Salud exigiendo ayuda para sus hijos enfermos de cáncer por la contaminación minera en ese lugar, el más tóxico del país.
«Las cinco familias vienen protestando porque sus hijos están enfermos de varios tipos de cáncer y leucemia (…) Según el último informe del Ministerio de Salud de 2019, en Cerro de Pasco hay 3.576 personas contaminadas con metales como el plomo, arsénico y mercurio en la sangre; esto lo hace la ciudad más contaminada del país», dijo el asesor técnico de la Plataforma Nacional de Personas Afectadas por Metales Tóxicos, Abel Gilvonio.
Martín Huete, uno de los padres de familia que sostienen la protesta, dijo que reclaman a las autoridades recursos para trasladar a cinco niños de entre 9 y 13 años a Argentina para recibir tratamientos.
«Pedimos que nos ayuden a llevar a nuestros hijos a Argentina donde se les puede dar tratamiento», dijo Huete a esta agencia.
El hombre, padre de una niña de 11 años diagnosticada con leucemia, dijo que en Perú no existen médicos ni infraestructura sanitaria para descontaminar a los niños.
Las familias se han instalado en tiendas frente a la sede del ministerio en Lima en compañía de los niños. Huete aseguró que los padres lograron comunicarse con el Hospital Universitario Austral de Buenos Aires, en donde les aseguraron que pueden tratar a los pacientes.
Cerro de Pasco es una ciudad ubicada a más de 4.000 metros de altura en el departamento de Pasco (centro-este), que creció alrededor de un yacimiento minero de oro, cobre y zinc en la década del 70.
Actualmente, tiene una población de 60.000 habitantes expuestos a la contaminación de metales a través del aire y el agua.
El yacimiento es explotado por la minera peruana Vulcan, a la cual los padres acudieron para remediar la situación de sus niños.
«Lamentablemente, la legislación es muy laxa y permite que las empresas no se ocupen de los problemas de salud que ocasionan; las cinco familias iniciaron un reclamo en la empresa Vulcan, pero esta les dijo que cumplían con los estándares ambientales y, si había problemas de salud, debían ir al Ministerio de Salud», aseguró Gilvonio.
Desde 2010 «existe una generación de niños contaminados», cuyos primeros síntomas se manifiestan en la infancia temprana para luego desarrollar enfermedades cancerígenas, agregó.
Ocho años atrás, el Ministerio de Vivienda planteó un proyecto para reubicar a la población lejos del yacimiento y ponerla a salvo, pero ese plan sigue pendiente, según Gilvonio.