Un informe presentado recientemente por el Observatorio de Dererchos de la Defensoría de la Niñez reveló que 38 menores de edad murieron el año pasado, producto de heridas de balas.
En el informe —publicado en su página web— la Defensoría de la Niñez advirtió sobre un aumento de diversos indicadores de violencia hacia la niñez y adolescencia, específicamente desde 2019.
En concreto, el Observatorio de Derechos de la Defensoría de la Niñez identificó un aumento del 173% de entre 2019 y 2022 de los casos policiales por uso de armas en los establecimientos educacionales, relevando la magnitud de este problema.
Según el texto presentado por la Defensoría de la Niñez, el aumento de muertes de menores de edad producto de armas de fuego se comenzó a registrar en 2022, cuando se registraron 49 niños y/o adolescentes murieron producto de herida de bala.
Estos datos significaron 20 asesinatos más con respecto al 2022.
«La violencia hacia los niños, niñas y adolescentes es algo inaceptable y terrible, pero no debemos olvidar que también es algo prevenible. No poner ahí los esfuerzos significa omitir la responsabilidad que tenemos todos los garantes en evitar una afectación grave al derecho de estar protegido contra toda forma de violencia que impactan en la supervivencia y desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes», advirtió el defensor de la Niñez, Anuar Quesille, citado por el medio.
La lista la encabeza Región Metropolitana con 25 defunciones por impacto de bala solo en 2023.
Pese a que RM es la región donde más se registraron asesinatos, la Región de Tarapacá es la que representa la mayor incidencia con respecto a la población de todo el país.
Ya solo en el mes de enero se superó el promedio mensual de tres niños, niñas y adolescentes que fallecieron baleados en 2023.
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