En nueve ocasiones, el asesino de John Lennon solicitó que se le otorgara el beneficio de la libertad condicional y en las nueve oportunidades le fue negado. Pero Marck Chapman, el criminal, es terco y va ahora por una décima solicitud.
Chapman se enfrentará a un tribunal de Nueva York en el mes de agosto, 38 años después de que matara a balazos a la leyenda del grupo británico The Beatles, en las afueras de la casa del cantante en Manhattan.
De acuerdo con el sistema de justicia neoyorkino, a partir del año 2000, Chapman contaba con el derecho a solicitar su libertad condicional. Esta acción fue rechazada por última vez en 2016, cuando el jurado se opuso a su liberación, debido a la «naturaleza premeditada del crimen».
Yoko en contra
En esa oportunidad de 2016, la viuda de Lennon, Yoko Ono, de 85 años, también rechazó la posibilidad que liberaran a Chapman, argumentando que temía por su vida y la de los dos hijos de John: Julian y Sean. La viuda también dijo que le preocupaba que Chapman corriera peligro por parte de fanáticos de Lennon que aún pudieran buscar venganza.
Sin embargo, en los últimos meses, el estado de Nueva York ha otorgado la libertad condicional a varios policías y asesinos de niños a los que hace tiempo se les negó la libertad.
Chapman está cumpliendo condena en la instalación correccional de Wende, en Nueva York, después de matar a Lennon en diciembre de 1980, cuando regresaba a casa después de una sesión de grabación nocturna.
El 8 de diciembre de 1980, el asesino disparó cinco veces contra el cantante, a las afueras de la residencias de apartamentos Dakota, impactando cuatro veces contra la humanidad de Lennon, quien tenía 40 años en el momento del asesinato.
Chapman ha sido empleado de la prisión como oficinista y se le permite salir de su celda un mínimo de tres horas por día. Después de su audiencia en agosto de 2012, a la esposa de Chapman, Gloria Hiroko, se le permitió realizar visitas conyugales en un remolque equipado con cocina, sala de estar y dos habitaciones sin cámaras.