Este lunes reinició el juicio contra el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, donde el nuevo testigo, Óscar Nava Valencia, «El Lobo», uno de los líderes del Cártel Milenio, declaró que entregó 10 millones de dólares al exfuncionario.
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El Lobo, quien está condenado a 13 años por tráfico de drogas, reveló que personalmente entregó 10 millones de dólares a García Luna para tener más control y seguridad en el trasiego de cocaína por territorio mexicano.
Los pagos a funcionarios públicos eran para tener seguridad y protección, aseguró El Lobo, quién también señaló a miembros de la extinta Policía Federal de Caminos quien permitió el libre tráfico.
El exlíder del narcotráfico explicó que a principios de los años 2000 hubo una alianza, «La Federación» en la cual el Cartel de Sinaloa logró una sociedad con el Cartel de los Beltrán Leyva y antiguos miembros del Cartel de Juárez.
Nava Valencia detalló Joaquín «El Chapo» Guzmán, Arturo Beltrán Leyva e Ismael «El Mayo» Zambada tuvieron una relación directa con el exfuncionario y dos de sus cómplices, Luis Cárdenas Palomino y Ramón Pequeño.
Nava Valencia colaboró estrechamente con El Chapo y con Jesús El Rey Zambada, el hermano de El Mayo, con quien coordinó envíos de cocaína desde Colombia, Venezuela, Ecuador y Bolivia al aeropuerto de Ciudad de México, a veces con una escala en Centroamérica.
Transporte de cocaína
Reconoció El Lobo que transportó más de 100 mil kilos de cocaína a diferentes ciudades de los Estados Unidos y detalló parte de la relación que tuvo con otros miembros del Cartel de Sinaloa la cual terminó “cuando tuve un problema con Arturo” (Beltrán Leyva) lo cual provocó que otros miembros del cartel lo secuestraran, aunque no aclaró las razones del rompimiento.
Dice que escuchó hablar de Genaro García Luna desde el 2001 cuando era Director de la AFI, a través de referencias hechas por el mismo Beltrán Leyva quien le aseguraba que esa presunta asociación con autoridades mexicanas, garantizaban al cartel “mayor control territorial, tener información de cárteles enemigos, y posibilidades de expansión”.
“Cuando estaba mandando gente para Laredo, mandó a un comandante [de la AFI] para ayudarnos en la guerra que tenían por allá”, declaró sobre un supuesto trato preferencial que recibía el Cartel de Sinaloa sobre sus rivales, El Cartel del Golfo y Los Zetas.
Reuniones con García Luna
«El Lobo» aseguró que tuvo al menos otras dos reuniones en la que entregó dinero a García Luna. La primera fue en octubre de 2007 en Cuernavaca, después de que el Cartel de los Beltrán Leyva (todavía aliados de El Chapo en ese tiempo) sufrió un decomiso de más de 20 toneladas a manos de la Marina. Fue una de las mayores incautaciones en la historia de México hasta ese momento. Diez toneladas eran de Nava Valencia y la otra mitad era de Arturo Beltrán. Los socios colombianos le reclamaban a los narcos mexicanos por las pérdidas y, angustiados, los capos buscaron al entonces secretario de Seguridad.
“Me sorprendió verlo ahí”, contó el testigo, que dice haberse sentado justo frente al funcionario. García Luna les dijo que el cargamento venía vigilado desde Sudamérica y les compartió documentos que probaban el seguimiento de la DEA. La filtración valía oro e hizo que los socios de Colombia se tranquilizaran: ”Nos ahorró 50 millones de dólares”. Beltrán pagó cinco millones por esa información y Nava Valencia dio otros cinco más.
La segunda reunión fue en 2008, durante la ruptura de la Federación comandada por el Cartel de Sinaloa. Arturo Beltrán mandó a secuestrar un par de meses antes a El Lobo para ver de qué lado estaba, si con él o con El Chapo y El Mayo. Su gente tuvo que pagar un rescate millonario y él logró convencerlos de que iba a ser fiel, pero acabó traicionándolos poco después y se alió con El Chapo. En medio del pleito, Nava Valencia pidió una reunión con el secretario de Seguridad. La condición para que se llevara a cabo el encuentro era pagar medio millón de dólares por adelantado.
“Duró unos 15 minutos, en lo que nos presentamos y hablamos sobre Arturo [Beltrán]”, dijo sobre la conversación, que tuvo lugar en un autolavado de Guadalajara, según su testimonio. Dijo que Luis Cárdenas Palomino, la mano derecha del jefe policial, estaba ahí también, en un “lavadero de carros” que servía de fachada a uno de sus socios más cercanos. “Iban vestidos de traje los dos”, recordó, “cuando empezamos a platicar, sabían todo lo que había pasado con lo del secuestro”. García Luna ofreció protegerlo y dijo “que iban a tener intermediarios para hablar con nosotros en el futuro”. Además de los 500.000 dólares, el secretario le pidió otros 2,5 millones para cerrar el trato. En total, eran otros tres millones de dólares para el funcionario, dijo El Lobo.
Con información de El País
Foto: Internet
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