Al cumplirse este año dos décadas de la desaparición de la URSS, los habitantes de la Federación Rusa siguen recordando las conquistas sociales que garantizaba la Unión Soviética: los empleos fijos, la educación y sanidad gratuitas, vivienda accesible y pensiones.
Según una encuesta del prestigioso centro sociológico Levada, un 55 por ciento de los rusos sigue lamentando la desintegración soviética. Ese porcentaje es un reflejo de la opinión de los adultos rusos, ya que entre los jóvenes (17 por ciento) y los mayores de 60 años (83 por ciento) las posturas son muy extremas.
Al echar una mirada atrás, un 53 por ciento de los rusos cree que la desintegración de la URSS era evitable, mientras un 32 por ciento piensa lo contrario. Esto demuestra por qué muchos rusos siguen culpando al último dirigente soviético, Mijaíl Gorbachov, de poner la puntilla a la URSS al acceder a todas las demandas de Estados Unidos, que se convirtió así en el ganador de la Guerra Fría.
Desde entonces, EEUU es la única superpotencia mundial, sólo seguido de cerca por China, mientras Rusia aún no ha superado el trauma del fin del sistema socialista. Otro ejemplo de esa añoranza es que más de la mitad de los entrevistados aboga por el reforzamiento de los lazos entre las quince antiguas repúblicas ex soviéticas, por la reinstauración de la URSS.
81 % DE SERBIOS DICE QUE VIVÍA MEJOR EN EL SOCIALIMO DE TITO
En setiembre de 2010 ha tenido lugar una encuesta en Serbia sobre una muestra representativa de 1.813 personas. La han realizado el centro de estudios socialdemócrata de la Fundación Friedrich Ebert y el centro para elecciones libres y democráticas. Los resultados evidencian la preferencia por el socialismo sobre las formas de capitalismo colonial impuestas al pueblo serbio.
El 81 % declara que vivía mejor en el Socialismo de Tito (en la foto) que hoy. El 45 % tenía mas confianza en las instituciones sociales de dicho socialismo que en las actuales que sólo reciben la confianza del 19 % de la población. El 23 % piensa que Serbia está gobernada por criminales, el 18 % por grandes patronos y el 12 % por la «comunidad internacional».