80 años de una leyenda

En un colorido heterogéneo, no sólo de banderas sino de pensamientos, miles marcharon a Rosario (Argentina) para festejar el 80 natalicio de Ernesto Guevara, más conocido como el “Che”


Autor: Mauricio San Cristóbal M.

En un colorido heterogéneo, no sólo de banderas sino de pensamientos, miles marcharon a Rosario (Argentina) para festejar el 80 natalicio de Ernesto Guevara, más conocido como el “Che”. El regalo, una estatua de bronce (en la foto), fue algo que en vida hubiera detestado, pero amado y valorado por la forma en que fue realizado.

Hace más de un año que empezó la colecta de llaves de bronce para fundirlas a 900 grados centígrados con el fin de forjar el primer monumento en Argentina a un hombre que dio sangre, sudor y lágrimas, y hasta su propia vida sin pedir nada a cambio, por un solo objetivo: Construir un mundo libre, sin explotados ni esclavos, sin miserias ni muertes evitables. Con educación y salud para cada ser humano que habite en este continente, y por qué no en todo planeta. Vivir en un mundo sin banderas ni fronteras. No con soñar por un mundo mejor, sino habitarlo.
Guevara llegó a Bolivia como una escala para liberar su Argentina. La historia dijo y dirá si fue o no un mal estratega. Pero no podrá negar que su intensión no fue para nada egoísta, sino más bien para todas las personas, para los humildes y desposeídos. Pero también para los que pensaban diferente por el solo hecho de pertenecer a otra clase, producto del sistema en que estamos inmersos. Luchaba a favor de la humanidad. No quería clases sociales, luchaba contra ellas. Luchaba por un mundo libre, igualitario y sobre todo fraterno. Era un amante de la humanidad. Fidel Castro varias veces comentó que luego de cada batalla, el comandante Guevara, médico, atendía a todos por igual sin importar si eran sus compañeros o el enemigo mismo que había estado luchando con él. Muchísimos hechos como este muestran la calidad de persona que era Ernesto Guevara, el ejemplo de hombre.
¿QUÉ HARÁN USTEDES?
El 14 de junio se cumplieron 80 años de su nacimiento. Los actos se venían realizando desde hacía varios días. Pero el principal era cuando se descubriera el monumento a Ernesto “Che” Guevara. Varias organizaciones sociales, de derechos humanos, partidos de izquierda se acercaron a Rosario (Argentina, cuna del “Che”), incluso muchos acamparon varios días, para rendirle su homenaje. Detestaba el culto al líder, pero amaba el trabajo en conjunto y en forma solidaria. Por eso, por cómo fue realizado el monumento, estaría orgulloso. Tal vez no. Tal vez se hubiese enojado y nos habría retado por no utilizar este trabajo en conjunto, este esfuerzo solidario, no en un monumento, sino en evitar este golpe económico que se avecina si seguimos separados.
Hubo varios momentos emocionantes en el acto. Pero sin lugar a dudas fueron las palabras de Aleida Guevara March, hija del ’Che’: Guevara «continúa llamándonos a la reflexión (…) nunca se cansa de dar el ejemplo». Nos instó a todos a la acción, al decir «muchos hablamos y pocos actuamos (…) ¿De qué vale conocer esa vida (la de Guevara) si no la llevamos a la práctica cotidiana?» Pidió que «amemos intensamente», «defendamos la vida», que por favor no permitamos “que inescrupulosos tiren la leche cuando hay niños que la necesitan», ante una multitud que aplaudía y ovacionaba continuamente.
Al final del acto ocurrió otro momento emocionante cuando al unísono se cantó la canción de Carlos Puebla «Hasta siempre». Con las banderas y los brazos en lo más alto, algunos con lágrimas de emoción, se escuchó la más hermosa de las melodías, la voz del pueblo en conjunto cantando, como si fuera el himno nacional, la canción más famosa que se hizo de Guevara, en vida, y que muchos “historiadores” afirman que fue después de su deceso en Bolivia.
Como contracara de lo que sucedía en Rosario, en distintas partes del país había manifestaciones en contra del gobierno nacional. Un hecho realmente curioso, que fue detener al líder del levantamiento de Gualeguaychú, hizo que en distintas ciudades y pueblos del interior salieran con sus cacerolas, no sólo en reproche por lo sucedido, sino en su apoyo incondicional al campo y hasta para pedir la salida del gobierno. Los dirigentes al frente endurecieron sus reclamos y continúan con su “pseudoparo” hasta el miércoles. Acciones que producen desabastecimiento, encarecimiento de precios, derramamientos de leche, entre otras cosas. Similar a lo sucedido al Chile de Allende. Hechos que provocan malestar en la población desinformada, estimulando su apoyo ciego a políticas que le son contrarias. Ante todo esto queda la respuesta en forma de pregunta que Aleida Guevara March le hizo a Adolfo Pérez Esquivel, luego que Premio Nobel le preguntara que haría hoy el “Che” al ver el derramamiento de leche: ¿Qué harán ustedes?»

Mauro Arlando


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