Acuerdo Marco Avanzado con la Unión Europea tensiona al oficialismo

Pese a su aprobación, la votación del Acuerdo Marco Avanzado (AMA) con la Unión Europea mostró las fisuras del oficialismo en el Congreso en torno a los tratados de libre comercio. A la abstención de los parlamentarios comunistas, con la sola excepción de Karol Cariola, no aparecieron a la hora de respaldar el proyecto puesto con suma urgencia por el Ejecutivo, diputados próximos al presidente como Gonzalo Winter, y Diego Ibáñez.

Acuerdo Marco Avanzado con la Unión Europea tensiona al oficialismo

Autor: Mauricio Becerra

En una sesión blindada de las movilizaciones en la galería, amparada en el nuevo reglamento que permite el ingreso de sólo un invitado por diputado, el lunes de la semana pasada en una rápida votación, la Cámara de Diputados aprobó con 77 votos a favor, 8 en contra y 29 abstenciones el proyecto que aprueba el Acuerdo Marco Avanzado (AMA) que actualiza el acuerdo comercial suscrito en 2003 con la Unión Europea (UE).

La votación sirvió para transparentar el giro copernicano que asumió el gobierno en políticas comerciales internacionales. Si en las anteriores votaciones sobre tratados de libre comercio los actuales inquilinos de la Moneda rechazaban con discursos pomposos los TLCs defendiendo la soberanía nacional, esta vez la suma urgencia puesta al proyecto de ley puesta por el Ejecutivo acabó disciplinando a los parlamentarios oficialistas en torno de su aprobación.

Así tuvimos un insólito resultado de la votación del AMA en que estuvieron de acuerdo la UDI, Evópoli, Renovación Nacional y varios republicanos, con la mayoría de los parlamentarios del Frente Amplio (FA), liberales, radicales, varios socialistas, el diputado ecologista, otro regionalista y la presidenta de la Cámara, la diputada comunista Karol Cariola.

Los votos en contra fueron del independiente, Hernán Palma; la socialista Emilia Nuyado; René Alinco y Ana María Gazmuri (Acción Humanista), por la izquierda. También rechazaron el AMA, Gaspar Rivas (Partido de la Gente), Jorge Rathgeb (RN), Harry Jurgensen (independiente de derecha) y el republicano, Johannes Kaiser.

La periodista Lucía Sepúlveda Ruiz, de la plataforma Chile Mejor sin TLC, destacó que “el primer trámite, marcado por la suma urgencia impuesta por el presidentei Boric fue un empujón para que la Cámara, presidida por Karol Cariola impidiera de hecho una discusión de fondo de los contenidos del tratado, coartando la participación ciudadana. Hubo portazos de todos los bloques políticos como respuesta a las peticiones de audiencia realizadas”.

El AMA actualiza el actual Acuerdo de Asociación, firmado en 2003, en un marco global de ampliación de las capacidades económicas de los países del sur global y la disputa entre las potencias del norte del globo por el acceso a las materias primas, pugna en la que los minerales chilenos se vuelven estratégicos. No en vano merecen un capítulo especial en la actualización del tratado comercial, que como ha informado El Ciudadano, entregará al bloque económico europeo minerales a precios preferenciales, cuando no exclusivos a los europeos.

SEÑALES DE DIVERGENCIA POR Acuerdo Marco Avanzado Unión europea

Pese a la casi cerrada votación, la abstención de 29 parlamentarios -entre los cuales estaba toda la bancada de PC, a excepción de Cariola- y la ausencia de reconocidos rostros frenteamplistas dan cuenta de que el consenso no es total al interior de la coalición de gobierno.

A la abstención de los comunistas se sumaron Andrés Giordano y Claudia Mix. Sin embargo, reconocidos próximos al presidente se ausentaron de la sala o se parearon, como es el caso de Gonzalo Winter, Diego Ibáñez, Gael Yeomans y Jorge Brito.

Otros cuatro diputados del FA tampoco aparecieron, como Félix Bugueño, Mercedes Bulnes, Francisca Bello y Ericka Ñanco.

Se comenta que el Ejecutivo ya tomó nota de esas señales de disenso. Según algunas versiones siempre la intención del gobierno fue alinear a su gente monolíticamente en la aprobación, lo que también le permitía dar una señal a la UE de unidad. Sin embargo, a través de la ausencia y un sórdido silencio en redes, sus parlamentarios no se sumaron a esa representación.

Ingresado el proyecto con suma urgencia el 28 de Mayo de 2024, tuvo una rápida revisión por las comisiones de Hacienda y Relaciones Exteriores, para ser luego aprobado el 2 de septiembre pasado por el plenario.

La minuta del gobierno fue enviada hace algunas semanas a sus parlamentarios. “La bajada fue que no era más que una modificación al tratado del 2003 y que quedamos mejor. Cuando llega la minuta, esto hay que aprobarlo y punto. El FA está en postura de cuadrarse con el presidente en cuanto sea”- comentó a El Ciudadano un asesor parlamentario que lleva varios años frecuentando el Congreso.

Respecto de su recepción por parte de los diputados oficialistas “poco o nada se discute en profundidad y las votaciones son de acuerdo a las minutas enviadas por el Ejecutivo”- agregó.

Una de las pocas parlamentarias que votó en contra fue la diputada de Acción Humanista, Ana María Gazmuri, quien consultada por El Ciudadano reflexionó sobre a “el nivel de profundidad con que se estudian estas cosas. No ha habido reflexión sobre las consecuencias de estos acuerdos para la economía nacional. Esa manera de operar en el Congreso hace que todo se revise muy rápido, impidiendo una mayor profundidad”.

La postura del PC de abstenerse fue lo más díscolo, comenta el asesor de los parlamentarios, gesto que fue apuntado por el Ejecutivo, acostumbrado a la lealtad de dicho cuerpo político con lo gobiernos que integran. Antes dicha postura sólo afloró en la votación de las leyes del fast track en materia de seguridad.

Ya en la discusión de la Comisión de Hacienda de la Cámara el diputado comunista Boris Barrera se distanció de la iniciativa del Ejecutivo. Consultado en su oportunidad por El Ciudadano, sostuvo que su motivo era la preocupación por «la condición más favorable que tendrían los países de la UE para recursos como el litio, el hidrógeno verde, sin que existan medidas para asegurar la transferencia tecnológica que tenemos con otros, como China”.

Sin embargo, la postura díscola no alcanzó para la votación en el pleno, abandonando Barrera la sala, al igual que otros parlamentarios comunistas, como Carmen Hertz, y de Acción Humanista, como Tomás Hirsch.

De igual modo, fuentes al interior del Congreso destacan la inesperada abstención de parlamentarios del mismo FA. “Pese a la minuta que bajaron desde el gobierno por aprobar, ya que era un arreglo al convenio anterior, hubo abstenciones en el FA igual, lo que es una forma cariñosa de decirle no al gobierno. Hay un mensaje ahí”.

NEGOCIACIONES EN PENUMBRAS del Acuerdo Marco Avanzado Unión europea

La actualización del acuerdo con la UE es parte de una política de tratados de libre comercio (TLC) desplegada desde fines de la dictadura con el fin de insertar al país en la economía global. De amplio consenso entre la ex-concertación, la derecha y, desde ahora, el Frente Amplio, se argumenta con el fin de dinamizar la economía chilena se han eliminado los aranceles, lo que ha estimulado tanto el consumo interno como la desaparición de una industria local. Al mismo tiempo la apertura a capitales transnacionales con el consecuente aumento de las exportaciones han convertido al país en un productor de materias primas cuyo valor agregado se otorga en los países dueños del capital.

El acuerdo en trámite viene a cambiar algunas partes del Tratado de Libre Comercio firmado en el año 2002 con la UE. Comenzó a ser discutido desde 2015 y corresponde a los tratados de ‘tercera generación’. En este nuevo tipo se han insertado cuestiones más allá del libre comercio y las rebajas arancelarias, según destaca un estudio de la Fundación Sol de 2022, hecho por los investigadores Francisca Barriga, Andrea Sato, Benjamín Sáez y Caroline Stevens, quienes destacan entre estos nuevos puntos las condiciones de inversión, derechos de propiedad intelectual y compras gubernamentales, entre otros (1).

Una de sus autoras, la historiadora, Magíster en Sociología e investigadora de la Fundación Sol, Andrea Sato, comentó con El Ciudadano que este nuevo tipo de acuerdos “apuntan a abarcar dimensiones que en el documento original no se contemplaban”. La investigadora comentó con El Ciudadano que “hemos observado que en estos tratados de tercera generación y sus modernizaciones se incluyen cuestiones como las compras públicas, las plataformas digitales, se agregan nuevos productos que no estaban en el listado de bajas de aranceles firmados en una primera instancia. También incluyen dimensiones políticas y sociales como el capítulo final de género, de pymes o de inversiones internacionales”.

Un primer escrito quedó listo al final del gobierno de Sebastián Piñera, pero con la llegada del gobierno del Frente Amplio se encomendó revisar las condiciones, dándose plazo de un año para poder negociar las cláusulas. Sin embargo, desde la participación del presidente Boric en la cumbre Celac-UE, realizada en julio de 2023 en Bruselas, el presidente aseguró prioridad al conglomerado europeo en la firma de tratados comerciales.

Un conocedor del tenor de las negociaciones contó a El Ciudadano que el objetivo de los europeos por asegurar rápido el acuerdo con Chile es tener un modelo que presentar en las negociaciones de similares acuerdos con México, Colombia y el Mercosur. “Quieren poder decir: miren, Chile nos dio esto, así que esa es la base sobre la cual negociaremos”- nos comentó.

Llevadas principalmente en reserva, las negociaciones culminaron con la firma del AMA en Bruselas el 13 de diciembre de 2023, por parte de los cancilleres de Chile, Alberto van Klaveren; de España, José Manuel Albares, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell.

El 29 de febrero de 2024 el Parlamento Europeo, con la oposición de los verdes y la izquierda, aprobó el AMA entre la UE y Chile. Sin embargo, el próximo paso es que sea ratificado por cada uno de los parlamentos nacionales de los 27 países miembros de la UE, lo que implica que aún le queda camino.

En Chile, la tónica de su negociación ha sido el secretismo. La versión final del AMA recién fue publicada en marzo de 2024, siendo un texto de 41 capítulos. Un análisis realizado por la Plataforma Chile Sin TLCs pese a solicitar el acuerdo a la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei), al final tuvieron que revisar la versión en inglés publicada en la web de la Unión Europea.

IMPACTO ECONÓMICO DEL Acuerdo Marco Avanzado unión europea

La UE es el tercer socio comercial de Chile, por detrás de China (32,1%); EE.UU. (17,5%) y por delante de Brasil )7.3%).

El intercambio comercial con la UE representa el 9.5%.

Según el Banco Central el intercambio comercial fue de US$ 18.517 millones en 2023.

Pese a la promoción del AMA como beneficioso para pequeños y medianos productores locales, los números reales dan cuenta de que el impacto en la economía chilena es casi insignificante. Los cálculos de la misma Subrei calculan un cambio positivo en el PIB real del 0,090% en el escenario conservador y del 0,175% en el ambicioso.

Las exportaciones de Chile a la UE, en tanto, aumentarían sólo un 0,72% en el escenario conservador y un 1,60% en el ambicioso.

Para la UE, el impacto en su PIB es un aumento del 0,001% en el escenario conservador y del 0,002% en el ambicioso.

En términos de exportaciones, las de la UE crecen un 9,91% y un 21,46%, en los escenarios conservador y ambicioso, respectivamente.

Según el informe ‘Secretos del Tratado de Libre Comercio Chile-Unión Europea’, hecho por el analista Patricio Vejar, de la plataforma Chile Sin TLCs, “esto podría ser indicativo de que la verdadera razón de este acuerdo no es comercial sino geopolítica” (2).

El próximo paso en la tramitación del proyecto es su paso por las comisiones de Hacienda y RREE del Senado antes de ser votado por el plenario. Pese a las críticas, se espera que dichas instancias aprueben el tratado, dada su composición. Es el caso de la Comisión de RREE del Senado, integrada por el frenteamplista Juan Ignacio Latorre, quien siempre vota alineado con el Ejecutivo; los derechistas Francisco Chahuán e Iván Moreira y los viejos tercios de la Concertación, José Miguel Insulza y Jaime Quintana.

En tanto en la Comisión de Hacienda tampoco se divisa una postura anticolonial. Presidida por Felipe Kast (Evópoli) en ella se repite Insulza, un ferviente partidario de los tratados de libre comercio desde su época de canciller del gobierno de Eduardo Frei. También allí están Juan Antonio Coloma, José García Ruminot y Ricardo Lagos Weber.

Si bien la semana pasada el Ejecutivo retiró la suma urgencia del proyecto, se asume que repondrá la urgencia de vuelta de fiestas patrias, las que dependen entre 10 a 30 días. Así, el Ejecutivo espera tener lista la actualización del acuerdo con la UE antes de fin de año.

Por Mauricio Becerra R.
El Ciudadano

CITAS:

(1) Barriga, F., Sáez, B., Sato, A., & Stevens, C. Chile: 30 años de Tratados de Libre Comercio. Santiago, Chile: Fundación SOL, 2022.

(2) Plataforma Chile Sin TLCs. Secretos del Tratado de Libre Comercio Chile-Unión Europea. 2024.


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