Evelyn Matthei necesitaba retomar la agenda perdida. En los últimos meses, tras estar durante largo tiempo como principal opción presidencial, una sangría de adherentes por la extrema derecha extasiada por la rimbombante candidatura de Johannes Kaiser amenazaba su hasta entonces segura opción presidencial. Según la encuesta La Cosa Nostra, la más certera en los últimos eventos electorales, constató una baja desde los 30 puntos a los 27 y, luego a los 24 en los últimos dos meses, en un empate técnico con Kaiser.
Evelyn -hija y heredera política de un miembro de la dictadura militar- observaba al mismo tiempo cómo en las huestes oficialistas y en la izquierda comenzaron a aflorar las candidaturas. Tohá, Winter, Jara, Mulet, Milosevic, Vodanovic, MEO y Artés comenzaron a desplegar sus campañas. Y con ello aparecen los programas de gobierno y visiones de país.
Algo había que hacer pensaron en el comando de la candidata. Algo que retomara su control de la agenda pública y a la vez fuese un misil directo a la línea de flotación de la coalición de gobierno. Y, entre medio de varias políticas públicas erradas del Gobierno, escogió el arma más poderosa, una que sembrará discordia entre la optimista coalición de centro izquierda: el acuerdo entre SQM y Codelco que amplía la presencia en el salar de Atacama a la empresa de Julio Ponce Lerou, es decir, a sus hijos, que son los nietos de Pinochet.
Un misil bien calibrado directo a lo que hasta antes de la conformación del gabinete de Gabriel Boric, representaba la amalgama de una variopinta coalición que aglutinaba a socialdemócratas, frenteamplistas y comunistas: la defensa de los recursos naturales y propender a su patrimonio público y usufructo por todos los chilenos, lo que implica la recuperación de las minas de cobre y los yacimientos de litio y sales potásicas. Propuestas que se esfumaron en la ejecución del actual gobierno.
A través de su cuenta de X, la ex-alcaldesa de Providencia dijo:
“He pedido a los parlamentarios de Chile Vamos que soliciten toda la información respecto del acuerdo SQM-Codelco, con el objeto de revisar la conveniencia para el país de dicho pacto y el desarrollo futuro de esa industria en Chile”.
El posteo fue una bomba lanzada en medio de la campaña oficialista.
LA PÉRDIDA PARA EL PATRIMONIO PÚBLICO Y EL SEVERO DAÑO AMBIENTAL
El acuerdo entre SQM y Codelco, promovido por el presidente del directorio de Codelco, Máximo Pacheco, renueva la participación en la explotación del Salar de Atacama a la empresa de Ponce Lerou hasta 2060, lo que ha resultado una cachetada en la cara a los electores del gobierno. Si Salvador Allende y la Unidad Popular pasaron a la historia al haber nacionalizado el cobre, la firma del acuerdo con SQM, deja al gobierno de Boric en la memoria como el que acabó por entregar el Salar de Atacama a los nietos de Pinochet.
La grieta en el oficialismo se evidenció con el apoyo recibido por la comisión investigadora de la Cámara de Diputados que está revisando los pormenores del acuerdo, la que contó con varios votos oficialistas que hasta el momento se cuadraban a sol y sombra con las iniciativas gubernamentales, como Karol Cariola y Luis Cuello (PC), Lorena Fries, Gael Yeomans, Emilia Schneider, Catalina Pérez y Carolina Tello (Frente Amplio), entre varios otros.
El Salar de Atacama también ha sufrido sus grietas por la excesiva explotación de salmuera que mantiene SQM. Así fue detectado en un estudio que dio cuenta del descenso entre 1 y 2 centímetros del Salar de Atacama en cuatro años, y una denuncia hecha por Albemarle, minera norteamericana que también explota el acuífero atacameño, que reportó una importante baja en los niveles de agua de los pozos. Según lugareños, se habría quebrado la cuña salina, que es la que separa el agua dulce de la salmuera. Las comunidades lickanantay que habitan en torno del salar están exigiendo al mismo tiempo más participación en el proyecto.
Otro flanco es una investigación en curso solicitada por gremios de agricultores ante la Fiscalía Nacional Económica (FNE) tras conocerse un virtual monopolio del potasio practicado por SQM. Un estudio encargado a una consultora por la Compañía de Salitre y Yodo (Cosayach) del Grupo Errázuriz y competidor de SQM en el negocio del yodo, detectó que durante el 2023 SQM vendía la tonelada de potasio a 353 UF FOB en los puertos para ser exportada al extranjero. El mismo día de la venta, el precio que pagaban los agricultores chilenos por la misma tonelada de potasio era 610 dólares.
También SQM tiene problemas en la interna. Sus socios chinos de Tianqi, que mantienen casi un tercio del capital accionario, también exigen mayores espacios de participación al ser los segundos mayores accionistas de la minera no metálica.
Mantener en el negocio del litio a SQM también legitima a una empresa que ha desplegado una política tributaria de no pagar impuestos, ya sea negando su aplicación, alterando datos de control, ya sea por extracción de salmuera o por arriendos que debe pagar a Corfo. SQM tenía en 2022 una deuda ante el Servicio de Impuestos Internos (SII) por 745, 3 millones de dólares, sin considerar intereses y multas. La elusión impositiva ha sido una política de SQM, detectada incluso en el gobierno de Piñera, cuando subdeclaró $2.600 millones en impuestos. Luego, en el segundo gobierno de Bachelet, pillaron que pagó 8,9 millones de dólares menos por el arriendo de las pertenencias mineras en el Salar de Atacama.
El acuerdo además amplía la cuota de extracción de las 165 mil toneladas anuales permitidas -que SQM estaría agotando antes de 2030- a 300 mil toneladas. La reciente adquisición de Arcadium Lithium por parte de Rio Tinto Group en Argentina, en marzo de 2025, entrega un parámetro actual del monto pagado por un yacimiento que pretende explotar la mitad de la producción del Salar de Atacama. Pagó 6.700 millones de dólares por unas operaciones en las que espera producir para 2028, 156 mil toneladas de carbonato de litio equivalente, es decir, la mitad de lo proyectado por SQM y Codelco en el Salar de Atacama. En una reunión de accionistas a fines del año pasado, el gerente general de SQM, Ricardo Ramos, aseguró que la prolongación de la empresa en el Salar de Atacama era a un costo de cero pesos.
Según el geólogo José Cabello, quien se desempeñó como gerente de nuevos negocios y estrategia minera en BHP Billiton, el país debiera quedarse con el 80 por ciento del yacimiento, considerándose una justa negociación no entregar más del 20 por ciento en sociedad con otra empresa. “Ninguna empresa minera cuando tiene esa calidad en tonelaje y ley cede la mitad. Si uno revisa la historia de la industria minera y de las grandes mineras, va a ver que eso no ocurre”- sostuvo.
UNA DEFENSA CERRADA QUE EXPONE LAS CONTRADICCIONES
La andanada de Matthei despertó rápidas reacciones en Codelco y el Gobierno. Así fue respondida por el directorio de Codelco, que emitió una declaración pasado el mediodía apoyando lo obrado, pese a las dudas reportadas en la Comisión Investigadora de la Cámara. También salió a defender el acuerdo la ministra secretaria general (s) de Gobierno, Aisén Etcheverry, quien aseveró en una entrevista de TVN que el “acuerdo que hoy nos permite tener un liderazgo en litio y que ha sido tremendamente valorado por todos los sectores, nacional e internacionalmente».
Según la declaración del directorio de Codelco, encabezado por Pacheco, el acuerdo de asociación “genera un gran interés porque involucra a dos de las empresas más relevantes para nuestro país sobre un recurso natural crítico para el futuro del planeta. Sin embargo, en una coyuntura de especial incertidumbre y turbulencia, como directorio estimamos imperioso cuidar a Codelco y evitar que el proceso en marcha se transforme en objeto de debate político-electoral”.
Argumentan que “desde su anuncio, ambas empresas han dispuesto públicamente toda la información relevante, incluyendo el Memorando de Entendimiento que establece las bases del acuerdo y, más tarde, el Acuerdo de Asociación con los términos y condiciones definitivos del negocio”, además de que “los representantes de ambas compañías han asistido a múltiples instancias para informar y explicar el acuerdo en todas sus dimensiones, entre ellas la concurrencia a la Cámara de Diputados en 12 oportunidades”.
Durante la tarde, la ministra secretaria general (s) de Gobierno, Aisén Etcheverry, también salió a responder las declaraciones de la candidata de derecha. A través de TVN sostuvo que “la candidata una vez más entra en discusiones que desvían la atención de las materias importantes, que desconoce los avances que hemos hecho como país y que, en este caso, pone en cuestionamiento a la principal empresa minera del mundo”.
Luego agregó que “el efecto que tiene eso en materia reputacional nos preocupa y ojalá la candidata se desdiga de este manto de dudas que está instalando respecto de una empresa (Codelco) que no sólo es esencial para los chilenos: ha hecho un trabajo impecable en esta materia y abordado un acuerdo que hoy nos permite tener un liderazgo en litio y que ha sido tremendamente valorado por todos los sectores, nacional e internacionalmente”.
“El acuerdo de Codelco-SQM ha sido valorado por expertos nacionales e internacionales y nos permite tener liderazgo en materia de litio. La candidata una vez más entra en discusiones que desvían la atención de lo importante y desconoce los avances que hemos hecho como país»- finalizó la vocera de gobierno.
En tanto la propia Carolina Tohá publicó en X, que “Las declaraciones de Matthei son mezquinas con Chile. Los liderazgos no estamos para ponerle palitos a los acuerdos que hacen crecer al país, sino para empujarlos. Gestos como este ya tienen a Chile en malos titulares de la prensa económica mundial”.
El pacto entre Codelco y SQM se suma a una errática política minera del gobierno de Boric que en los tres años de gobierno ha cerrado dos fundiciones, Ventanas en Puchuncaví y Hernán Videla Lira en Paipote; además del reciente anuncio de entregar ricos yacimientos de cobre a Anglo American a través de la explotación en conjunto de Los Bronces y Andina de Codelco. La falta de inversión estatal ha sido cubierta por la noción de asociación público-privada, eufemismo diseñado por Libertad y Desarrollo para encubrir nuevas formas de privatización.
Matthei dio en el blanco elegido. Exponer las contradicciones del Gobierno y de la coalición de centro-izquierda en la entrega de los recursos naturales. Quién lo pensaría de una candidata de derecha defensora del modelo neoliberal, lo cierto es que Matthei supo explotar muy bien lo indefendible del acuerdo con SQM, abriendo un escenario que complica al oficialismo y produce importantes grados de confusión en su electorado.
Por Mauricio Becerra R.