La noticia de la victoria de la izquierda en Grecia ha ocupado las portadas de los diarios de todo el mundo. El país heleno incia a partir de hoy un cambio radical en su política que podría influir en el resto de países que decidan tomar como ejemplo esta alternativa a la política tradicional.
El hombre que pone cara a este importante y aclamado cambio en Grecia es Alexis Tsipras, un ingeniero de 40 años que inició sus andanzas en la política como parte activa en los movimientos estudiantiles. Inteligente, calmado y apasionado, Tsipras ha logrado llegar, tras años de lucha, a la presidencia del gobierno de Grecia, siendo considerado por sus seguidores como «el rescatador«. Esta es su historia.
Alexis Tsipras nació cuatro días después de la caída de la dictadura de los coroneles -periodo dictatorial que se impuso en Grecia a partir del Golpe de Estado de 1967- un 28 de julio de 1974. A pesar de no haber crecido en el seno de una familia con intereses políticos, Alexis desarrolló tempranamente un especial interés en la política y en la participación activa en protestas estudiantiles.
En 1991, un gobierno centroderechista griego amenazó con implementar una reforma educativa que resultaba muy impopular, por lo que los estudiantes decidieron salir a la calle y tomar las escuelas y centros educativos como método de protesta contra estas reformas. Un joven Alexis Tsipras de 17 años de edad participó activamente en estas acciones como parte de la Juventudes Comunistas griegas KKE. Tsipras lideró la ocupación de su colegio secundario, donde él y sus compañeros permanecieron encerrados durante meses. En su primera comparecencia en televisión Alexis declaró como representante del movimiento estudiantil: «queremos tener el derecho de decidir cuando vamos a clase«.
El joven activista terminó sus estudios secundarios y comenzó una licenciatura en Ingeniería Civil en la Universidad Nacional Técnica de Grecia. Su interés político, lejos de relajarse, aumentó al entrar en contacto con la vida universitaria y continuó luchando en las filas del Partido Comunista de Grecia, el KKE. Dentro de los comunistas griegos se produjo una escisión que separó a la vieja guardia prosoviética y el ala más renovadora encabezada por el partido Synaspismos, movimiento que en 2004 evolucionaría para convertirse en SYRIZA.
Alexis Tsipras optó por la opción de Synaspismo y en 1999, con 25 años, se convirtió en el Director de las Juventudes de Synaspismos, cargo que defendió hasta el año 2003.
En el 2006 dio el salto de las juventudes comunistas a la política profesional presentándose a candidato a la alcaldía de Atenas, donde logró un tercer lugar que le animó a seguir luchando y a convertirse, dos años más tarde, en el presidente de este partido que se transformó en una coalición llamada SYRIZA.
En 2009 se presentó al parlamento por primera vez pero sólo obtuvo un 4,9% de los votos. La eclosión de la crisis capitalista en 2010 y los años siguientes de cataclismo económico ayudaron al crecimiento de la popularidad de Syriza, partido que denunció la crisis humana que estaban provocando las medidas de austeridad impuestas por la Troika -Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional-, lo que le aseguró un posición clave en el ala izquierda de Grecia.
En las elecciones siguentes, en el 2012, SYRIZA, con Tispras a la cabeza, puso fin al bipartidismo que se había instalado hacía más de 40 años en la política griega que alternaba en el poder a los socialdemócratas del PASOK y a los conservadores de Nueva Democarcia. En las elecciones de junio de 2012 SYRIZA se convirtió en la segunda fuerza política, y en el 2015 ha conseguido la victoria en las elecciones celebradas este domingo, a dos escaños de hacerse con la mayoría absoluta. Su victoria se debe a una gran capacidad de oratoria, carisma y a un contexto económico, político y social que reclamaba a gritos un cambio de timón inmediato.