Allende, el hombre y el político

La memoria colectiva de los pueblos se forma a partir de la suma de las memorias individuales, pero no sólo en la simple acumulación de hechos si no que en el significado que se le da a los recuerdos


Autor: Director

La memoria colectiva de los pueblos se forma a partir de la suma de las memorias individuales, pero no sólo en la simple acumulación de hechos si no que en el significado que se le da a los recuerdos. Ellos, son necesarios porque crean la propia historia y entregan la experiencia necesaria para evitar repetir errores. La memoria colectiva, por tanto, crea un punto de vista particular que de los hechos tienen los individuos y los grupos, dándoles una identidad o reforzando la que ya existe dando forma a la tradición y a la historia.

En su libro “Allende el hombre y el político: memorias de un secretario privado” Ozren Nikola Agnic Krstulovic, chileno-croata e ingeniero comercial de la Universidad de Chile, muestra desde su trabajo como secretario del senador y luego su colaborador por diecisiete años, una descripción intima, personal y coloquial de la vida de uno de los políticos que más huella ha dejado en la historia de Chile. Agnic, fue secretario privado de Allende entre los años 1957 y 1965, período muy agitado en la historia chilena y como testigo privilegiado nos relata hechos históricos desconocidos hasta ahora como el intento del general Carlos Ibáñez del Campo, en el año 1958, para evitar entregar el mando de la nación al recién electo presidente Jorge Alessandri. El general, trató de convencer a Allende de participar en un Golpe de Estado para que el senador socialista asumiera la presidencia en vez del candidato de derecha. Cabe señalar, que Ibáñez era enemigo acérrimo de la familia Alessandri desde que en el año 1927 boicoteara el gobierno de Arturo Alessandri en un intento por impedir la consagración de la Constitución de 1925 que establecía un régimen presidencialista en vez del parlamentario. Lamentablemente para él, fue a golpear a la puerta del hombre equivocado y el año de 1958 debió entregar la banda tricolor al presidente constitucionalmente electo.

Ozren Agnic, no pretende sin embargo darnos una clase de historia de Chile sino que nos muestra sus memorias individuales, que se entrelazan con la memoria oficial de un país. Estas memorias, no reviven ni odios ni resentimientos sino que forman parte de la larga elaboración del duelo particular de este secretario privado, que durante el gobierno de Allende fue presidente Ejecutivo del Banco Regional de Concepción lo que le valió, en los días posteriores al Golpe de Estado de 1973, ser encarcelado, torturado e interrogado tanto en el estadio de esa ciudad sureña como en la isla Quiriquina y otros lugares. Nos narra como fue condenado a una pena de diez años, la que fue conmutada por exilio, tras largos 22 meses de reclusión.. En este caso, los recuerdos no niegan la existencia de esa etapa tan dolorosa de su vida en la cual perdió toda su documentación personal, transformándose en un NN sin estudios ni identidad, sin amigos (salvo honrosas excepciones), en una persona a la cual una vez que salió en libertad, había que evitar saludar por miedo a que lo estuvieran siguiendo. Al intentar revisar el pasado, es imposible no caer en la tentación de ahondar en los resentimientos, sin embargo, en estas “Memorias…” no se evita el dolor ni se dramatiza con él, se lo muestra evitando ahogarse en la pena y en el odio.

El estilo y amenidad de los relatos, cautiva al lector a lo largo de las 322 páginas del libro, incluso en capítulos que señalan la significación para el país de un sistema bancario al servicio de la nación y no de intereses particulares con fines de lucro como es ahora, y la manera como actuaron sectores internos y externos para desestabilizar el mandato de Allende, sólidamente fundamentados en documentacion desclasificada en los EE.UU. de Norteamérica y las investigaciones del Senado de ese país, volcadas en el informe emitido por la denominada Comisión Church de esa corporación , mandatada para indagar acerca de las acciones encubiertas desarrolladas en Chile por compañías transnacionales y los organismos de inteligencia, ordenados por el presidente Nixon y su asesor de seguridad, Henry Kissinger.

El 26 de junio del 2008 se cumplirán cien años del natalicio de Allende. Es de esperar que estas memorias contribuyan a la reconciliación chilena, que es una etapa necesaria en la vida de las personas y de las sociedades, elaborando los duelos necesarios para eliminar los conflictos que surgen. De cara a nuestro bicentenario, estas Memorias publicadas con el sello de Ril Editores (www.rileditores.cl) aparecen como un camino de encuentro entre los chilenos donde la memoria y el olvido además, de ser vinculantes entre el presente y el futuro actúan y ordenan como simbolizaciones de la historia.

Loreto Soler – Periodista


Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano