Las relaciones entre América latina y EEUU están en una fase de cambios muy rápidos. A diferencia de las relaciones entre las dos regiones que marcaron gran parte de los siglos XIX y XX, todo indica que lo que caracterizará el presente siglo tendrá un signo diferente. Entre 1800 hasta fines del siglo pasado, el rol de EEUU en la región latinoamericana fue ascendente. Durante esos dos siglos, EEUU se apropió de enormes territorios, invirtió en empresas agro extractivas con enormes ventajas, formó sólidas alianzas con las oligarquías que se afianzaron en el poder local después de las guerras de independencia y sembró sus bases militares a lo largo del continente.
El avance norteamericano sobre el continente experimentó interrupciones puntuales en ese período de dos siglos. El más significativo, sin duda, fue la Revolución cubana que no sólo cuestionó el poder económico y político de Washington sobre la isla. También retó la hegemonía cultural y reivindicó la dignidad no sólo de Cuba sino de todo el continente. Otras experiencias como la Revolución mexicana, la Unidad Popular chilena o el Justicialismo argentino – entre otras – fueron chispazos que con el tiempo fueron aplastados por la fuerza militar de EEUU.
Sin embargo, desde 1990 América latina ha comenzado a vivir un nuevo período en que está cuestionando la hegemonía de EEUU de manera creciente. La Revolución bolivariana de Venezuela, la revolución ciudadana en Ecuador, el Estado multicultural de Bolivia se han unido a Cuba para formar una sólida Alianza que pueda enfrentar a Washington: el ALBA. Este núcleo de países han encontrado gobiernos amigos en Nicaragua, Argentina, Uruguay y Brasil que han constituido un bloque histórico que logra frenar las ambiciones desmedidas de despojo económico de EEUU en la región.
Quizás el momento estelar de la nueva correlación de fuerzas se produjo en 2005 con motivo de la Cumbre de las Américas celebrada en Mar del Plata cuando bajo el liderazgo del presidente venezolano, Hugo Chávez, América latina derrotó el proyecto ALCA concebido por Washington. EEUU se percató del cambio en la correlación de fuerzas y comenzó a desarrollar una alternativa para enfrentar el bloque latinoamericano que se estaba consolidando.
EEUU está perdiendo sus ventajas económicas en la región. No es el gran extractor e importador de materias primas de América latina. Tampoco es el gran exportador de maquinaria y tecnología. Como consecuencia, está perdiendo su influencia política y muchos gobiernos de la región están buscando soluciones más de acuerdo con sus intereses. Por el lado cultural, EEUU aún conserva su hegemonía ideológica sobre la base de su control sobre instituciones claves en la reproducción de las creencias básicas de la gente. Por último, EEUU mantiene su dominación militar, representada en un rosario de bases militares en toda la región, y en la venta de armas.
Vamos a ver a continuación en qué consistió la estrategia de Washington en la década entre 2005 y 2015 para conservar su dominio en el hemisferio. En primer lugar, examinaremos los cambios que ha experimentado la economía norteamericana y su relación con América latina. En segundo lugar, buscaremos las claves que expliquen los cambios políticos que caracterizan en la actualidad las relaciones entre las dos regiones. En tercer lugar, se verá como se ha resquebrado parcialmente la hegemonía cultural construida durante un siglo y medio por parte de EEUU. Por último, ante la situación cambiante en lo económico y político, Washington ha recurrido al arma que aún sigue siendo su as: la carta militar.
La acumulación capitalista
EEUU somete a principios del siglo XIX a los países del Gran Caribe a una política de explotación agro-extractiva que se extiende al resto de la región antes de que termine el siglo. A partir de 1930 impone su política de industrialización mediante la sustitución de importaciones, para lo cual se convierte en el principal exportador de tecnología. El colapso del modelo produce una crisis profunda en la economía de EEUU que la transforma en una máquina especializada en despojar a los países de la región de sus riquezas. En el horizonte emerge China con su política para reemplazar a EEUU como ‘comprador’ agro-minero.
Desde finales de la guerra civil norteamericana (1860-1865) hasta fines del siglo XX, el crecimiento económico de EEUU fue constante y espectacular. Se pueden considerar las grandes recesiones capitalistas de 1870 y 1929, respectivamente, como crisis de reacomodo de la forma de acumulación. De una pequeña potencia en aquella época hace siglo y medio, se convirtió en la potencia capitalista hegemónica en el siglo XX.
Este salto lo dio sobre la base de la explotación de una masa laboral concentrada en un país continental que logró subyugar el resto del mundo que le proporcionaba materias primas y la mano de obra que requería su crecimiento industrial. Al mismo tiempo, logró construir un imperio financiero que tenía tentáculos en todos los continentes.
Para acumular las riquezas generadas por una creciente clase obrera, EEUU se lanzó en primera instancia – siglo XIX – a la conquista de México y el Gran Caribe. Los territorios mexicanos anexados a la Unión y las riquezas mineras del país azteca alimento la industria norteamericana. El Caribe y Centro América fueron generosos en proporcionar alimentos para los trabajadores industriales del norte. Al mismo tiempo, Panamá abrió su angosto istmo para que el pujante ‘Este’ norteamericano se uniera al ‘Oeste’.
La industrialización norteamericana parecía incansable e insaciable. EEUU no sólo se apropió de los recursos naturales y riquezas, también neutralizó y destruyó todo esfuerzo por las clases productivas de los países de México y el Caribe para impulsar su propio desarrollo y surgir como competidores. En el caso de Sur América, EEUU actuó de la misma manera, desplazando las incursiones primitivas de Gran Bretaña. En unas pocas décadas logró adueñarse de las materias primas de la región y sometió a todos los países a su sistema financiero.
Los grandes industriales norteamericanos invertían en América latina, con financiamiento de Wall Street y con la intervención militar del gobierno asentado en Washington. Mientras EEUU acumulaba sobre la base de la explotación de los obreros norteamericanos y la súper-explotación de los trabajadores latinoamericanos, los países de la región se hacían más dependientes. La dialéctica generaba cada vez más riqueza en un polo y más pobreza en el otro.
La Revolución cubana en 1959 fue el primer signo de rebelión frente a esta lógica perversa. Como castigo, EEUU bloqueo el acceso de la economía cubana al merado mundial. La política neo-liberal (financiación de la economía norteamericana) a partir de la década de 1970 tuvo efectos desastrosos para América latina. La llamada ‘década perdida’ de 1980 golpeó a la región que intentaba acomodarse sin éxito a los cambios de modelo de acumulación de EEUU. En la década de 1990 la nueva política neoliberal le dio oxígeno a las economías capitalitas latinoamericanas iniciando un proceso de traspaso de riquezas de los trabajadores (90 por ciento de la población) a una pequeña minoría formada por las oligarquías y sus socios.
El modelo sustentado sobre la flexibilización del trabajo, la desregulación y la privatización logró producir un ‘boom’ que duró cinco años, en algunos casos diez. Sin embargo, rapidamente se desinflaron y provocaron reflujos en todos los países. Donde más se sintió el latigazo fue en países como Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador y Venezuela. Gobiernos populistas (alianzas obrero-burguesas) llegaron al poder y descubrieron que EEUU no representaba una salida para la crisis económica que habían heredado de los neoliberales.
Al mismo tiempo, a finales de la década de 1990 y principios de la primera década del siglo XXI, comenzó a emerger con inusitada fuerza la economía de China. Por una serie de circunstancias, logró generar un crecimiento industrial pocas veces vista en el pasado capitalista. Igual que Gran Bretaña, EEUU, Alemania y Japón, en su momento, China estaba hambrienta de materias primas para alimentar sus industrias y sus trabajadores. En América latina encontró una región dispuesta a iniciar un intercambio que beneficiaría a ambos extremos. A cambio de materias primas, China enviaba a los exportadores dólares norteamericanos.
Las oligarquías latinoamericanas continuaron acumulando sobre la base de la dialéctica de la dependencia. Sin embargo, los gobiernos ‘populistas’ comprendieron que tenían que generar programas de ayuda a los sectores más empobrecidos para contener las protestas.
La dominación política
Políticamente, EEUU ha perdido gran parte de su capacidad de maniobra frente a los pueblos latinoamericanos. Sus aliados oligarcas, con pocas excepciones, se han vuelto cargas que no tienen la voluntad de encabezar una lucha contra los pueblos. Los países del ALBA, expresiones como CELAC y las derrotas que sufre EEUU en sus guerras en Colombia y México son ejemplos de la pérdida de hegemonía. En el caso de Venezuela plantea como única salida la desestabilización, la ‘guerra suave’ y finalmente el golpe de Estado militar.
EEUU logró someter a los países de la región latinoamericana sobre la base de una estrategia que ponía a un sector de la oligarquía a luchar contra la otra. Cuando era conveniente a sus intereses movilizaba a las fuerzas populares: artesanos, campesinos, obreros y/o capas medias. Los conservadores con la Iglesia católica como aliada se enfrentaba a los liberales y sus cuadros masones, mientras que EEUU consolidaba posiciones dentro de la estructura política. Cuando Washington le daba prioridad a sus intereses mineros se aliaba a los liberales enemigos de los terratenientes conservadores.
Bolívar en 1825 anunció las intenciones de EEUU en la Carta de Jamaica. Un año más tarde fue enfático en sus discusiones con Santander sobre la inconveniencia de invitar a Washington al Congreso Anfictiónico que se celebró en la ciudad de Panamá.
En 1888 Washington convocó a una reunión ‘Panamericana’ para allanar el camino que le permitiera convertirse en eje comercial en toda la región. Después de la segunda guerra mundial sometió a todos los países (no sin algunas protestas) a los dictados de la Organización de Estados Americanos (OEA). Para asegurar su hegemonía política en el mundo – particularmente en América latina – levantó como amenaza a la Unión Soviética. Mediante esta estrategia, junto con sus aliados oligárquicos en la región, organizó un sistema político que le permitió reprimir y subordinar a los trabajadores – especialmente los obreros y campesinos – para súper explotarlos.
La resistencia a los planes de dominación norteamericana por parte de los pueblos latinoamericanos obligó a EEUU a imponer dictaduras militares para continuar extrayendo ganancias extraordinarias de la región. Cuba fue el único país latinoamericano en el siglo XX que logró liberarse del yugo político de las grandes corporaciones norteamericanas y los militares locales.
La crisis del capitalismo norteamericano y el modelo neoliberal a fines del siglo XX produjo un cambio en el ordenamiento político. A la nueva correlación de fuerzas contribuyó el colapso del experimento soviético en Europa. Una nueva oligarquía financiera se apoderó del Estado y de los partidos políticos, tanto de derecha como los de izquierda. El PRI (México), PS (Chile), Justicialista (Argentina), PSDB (Brasil), PRD (Panamá) y otros asumieron el proyecto neoliberal como solución única a los problemas de la región. Compitieron por el favor de las corporaciones y sus clientes electorales en las campañas electorales.
Este cuadro fue resquebrajado cuando aparecieron, en el marco del vació creado por la vieja ‘izquierda’, el PT (Brasil), el ala izquierda del Justicialismo (Argentina), la Nueva República/PSUV (Venezuela), el Movimiento Ciudadano (Ecuador) y el Frente Amplio (Uruguay). En Centro América, los frentes militares de liberación nacional de las décadas de 1970 y 1980 – FSLN y FMLN – llegaron al poder mediante elecciones a principios del siglo XXI.
Los países del ALBA logran mantener, a pesar de los ataques de EEUU, un frente común, con mucha autonomía. En cambio, las otras izquierdas en el poder tuvieron que negociar con Washington para conservar los espacios necesarios para seguir gobernando.
EEUU no abandonó sus tácticas golpistas. En 2007 derrocó a Mel Zelaya en Honduras e igual a Lugo en 2012 en Paraguay. En 2002 organiza un golpe militar-corporativo que es frustrado contra el presidente Chávez en Venezuela. Desde aquella fecha EEUU no ha dejado de desestabilizar y amenazar con intervenciones militares al gobierno venezolano, presidido por Nicolás Maduro.
Los golpes militares de EEUU en América latina representan cambios radicales en la correlación de fuerzas. En el siglo XX tuvieron tres ejes. El primero fue en la primera mitad de ese siglo, cuando colapsó el sistema capitalista mundial (la recesión) y EEUU quiso asegurar su dominación. Durante la segunda guerra mundial EEUU maniobró para conservar a la región como proveedora de materias primas y bienes industriales para el esfuerzo bélico. El tercer momento fue consecuencia de la ola de movimientos de un proletariado maduro que sacudieron los cimientos políticos de la región y fueron reprimidos violentamente a partir de la década de 1960.
EEUU también ha recurrido a los magnicidios para deshacerse de líderes políticos que ponían en peligro su hegemonía: Gaitán en Colombia, Jaime Roldós en Ecuador, Torrijos en Panamá, Allende en Chile y probablemente Chávez en Venezuela.
La hegemonía cultural
El consumismo es la ideología que logra mantener la cohesión social en EEUU, América latina y en el resto del mundo. El consumismo es la ideología del sistema capitalista que le permite mantener su control sobre la población. Por un lado, el consumismo iguala a todos los miembros de la sociedad capitalista convirtiéndolos en aspirantes a ser partes del mercado. Por otro lado, el consumismo crea condiciones para promover la competencia entre los individuos. El logro más acabado del consumismo es su capacidad para borrar las líneas clasistas que son la preocupación principal de los sectores dominantes.
El consumismo tiene dos bases claves para que pueda funcionar. Por un lado, los trabajadores asalariados. Sin esta clase de trabajadores, el consumismo se reduce a un pequeño círculo de rentistas y capitalistas. El consumismo, en la terminología de la clase dominante, produce una ‘clase media’. El consumidor de mercancías (producidas por trabajadores asalariados) es miembro de la ‘clase media’. No importa de qué sector de la sociedad provenga.
Por el otro, el consumismo requiere de una poderosa máquina publicitaria que divulgue cuales son las mercancías en oferta y, además, que estimule el consumo por parte de los trabajadores. El consumo debe superar el ingreso de los trabajadores (salario) para crear una economía virtual basada en la deuda y la especulación.
EEUU logró crear esta economía basada en instrumentos especulativos a principios del siglo XX. Consolidó el modelo en el período posterior a la segunda guerra mundial (1945-1975). A partir de esta última fecha, inició la construcción de una economía virtual mediante la subordinación del sector productivo del capitalismo al sector de las finanzas (especulativo).
El mundo y América latina ha sido objeto de un proceso de financiación de sus economías. En el siglo XIX la penetración del capitalismo norteamericano creó un mercado agro-minero de enormes dimensiones. Posteriormente, en el siglo XX, mediante la exportación de tecnología industrial el capital norteamericano creó burguesías nacionales dependientes y una clase obrera combativa. En la actualidad, el llamado mercado ‘virtual’ de un capital norteamericano financiero se ha apoderado de las economías destruyendo la burguesía nacional y debilitando la clase obrera.
La nueva fase de la acumulación capitalista necesita conservar la ideología consumista para no perder su hegemonía cultural. El consumismo ha invadido todos los espacios de la sociedad latinoamericana: La familia, la educación, las iglesias, la comunidad, los partidos políticos y las demás instituciones sociales. En la actual fase del desarrollo capitalista, quienes no consumen son expulsados, marginados y virtualmente desaparecidos. Para existir hay que consumir. Consumo, luego soy. Mi identidad se relaciona directamente a mi status de consumidor.
EEUU controla casi todos los resortes del consumo de mercancías. Incluso, los productos que se consumen pueden ser ‘producto nacional’ o ‘Made in China’, pero reproduce la ideología norteamericana y el ‘American Way of Life’. A fines del siglo XX, el ideólogo Henry Kissinger se preocupaba de la creciente influencia del Fútbol europeo y su impacto sobre América latina y el resto del mundo. Después de la crisis de 2008 y el colapso del proyecto europeo estará descansando más tranquilo.
El modelo chino le quita un poco más de sueño en la actualidad. Sin embargo, China pretende sustituir a EEUU a largo plazo (¿siglo XXII?) no pretende presentar una alternativa. A pesar de los defectos del modelo soviético del siglo XX, contenía los elementos ideológicos de una alternativa: el socialismo.
La ideología del socialismo se diferencia del capitalismo en un aspecto fundamental: Mientras que el último se basa en el consumismo competitivo, el primero tiene como ideal la solidaridad. En teoría en el socialismo no hay espacio alguno para la acumulación. Como consecuencia, es imposible que surja un modelo financista de sociedad (especulación).
La surcoreana Samsung es la empresa que más gasta en publicidad en el mundo. Un total de 14 mil millones de dólares. En 2013 las empresas capitalistas de EEUU gastaron 100 mil millones de dólares en publicidad. La compañía Procter & Gamble invirtió 5 mil millones en ese año. Más del 40 por ciento de lo gastado en EEUU se hace a través de la televisión (cable, al aire y otras).
La participación de EEUU en la publicidad global está disminuyendo. Sin embargo, aún domina – con un 33 por ciento del total – el negocio de la publicidad. China que hace 20 años apenas llegaba al uno por ciento, en 2013 representaba cerca del 9 por ciento. América latina tiene el 7 por ciento del mercado publicitario. El 40 por ciento del presupuesto total de cerca de 40 mil millones de dólares anuales en publicidad en América latina se concentra en Brasil. El crecimiento de los gastos en publicidad en América latina es más rápido que en el resto del mundo. En 2016 se calcula que se gastarán 31 mil millones en la región sólo en internet, comparado a 17 mil millones en 2011. En televisión pasaría de 20 mil millones a 30 mil millones de dólares en 2016. En los periódicos impresos, aumentaría de 8 mil millones a 10 mil millones de dólares.
La economía real mundial produce cerca de xxx millones de millones. La inversión en publicidad representa xxx mil millones. Un xx por ciento.
La fuerza militar
La coyuntura nos presenta un mundo capitalista convulsionado, con la potencia hegemónica agonizando – pero dominante – y una América latina insurreccional. ¿Estamos frente a algo parecido a la crisis que sacudió el continente hace dos siglos, las llamadas guerras de liberación (1808-1825) o más bien una recreación de la fractura que sufrió la región al perder sus mercados imperiales en el siglo XX?
La crisis de hegemonía de EEUU consume parte importante de los debates actuales. Hay quienes como el profesor Nye (de la Universidad de Harvard) quien cuestiona y niega la existencia de la crisis de hegemonía. Es un destacado autor de la Escuela del Siglo Americano (Bush, Cheney y CIA). Los conflictos que Nye ve en el mundo en esta coyuntura son signos de la hegemonía norteamericana. Los interpreta como resultado del poderío militar norteamericano.
Poderío militar, sin embargo, que ha dejado de tener una base social capaz de reproducirse. En su lugar pareciera que se forma y consolida otro eje hegemónico (euroasiático) capaz de reproducir por un nuevo período el sistema capitalista de acumulación. Al igual que en el pasado, tendrá que resolver la crisis ambiental, la crisis alimentaria y la crisis energética. ¿Tendrá capacidad para enfrentar el reto en las primeras décadas del presente siglo?
Nye no considera que son problemas que debe enfrentar la reproducción del capitalismo. Como asesor de los últimos cuatro presidentes de EEUU, reduce la cuestión al poderío militar, a la producción de armas y a la conquista de fuentes energéticas (para bloquear su libre acceso por parte de sus competidores). Fuentes que no están distribuidas por azar – en gran parte – precisamente en el Medio Oriente, Rusia y el Gran Caribe (Venezuela).
EEUU es uno de sólo tres países en el mundo que no han ratificado la Convención Interamericana contra la producción y el tráfico ilícito de armas de fuego y explosivos. El Convenio promueve la prohibición de la manufactura illegal de armas y el intercambio de información. El Convenio fue firmado por el president Clinton en 1997 sin ser aprobado por el Senado de ese país. Igualmente, EEUU aun no ratifica el Tratado sobre el Comercio de Armas de la ONU de 2013.
En la Cumbre de las Américas de 2012, la gran mayoría de los presidentes plantearon un enfoque distinto a la Guerra contra las drogas. También le pidieron a EEUU que controlara las redes criminales, el tráfico ilegal de armas y reforzar sus leyes contra el uso indiscriminado de armas. Sin duda, la paciencia de los países latinoamericanos y la falta de credibilidad por parte de EEUU están creando un ambiente contrario a Washington.
761 bases militares de EEUU en el mundo
EEUU mantiene tropas en más de 560 bases y otros sitios en el exterior. En total tiene 761 ‘lugares’ militares activos en países extranjeros. En los recuentos del ejército norteamericano de los puestos de avanzada en el exterior, tiene bajo su control unos 52 mil edificios y más de 38 mil elementos de infraestructuras pesadas como muelles, embarcaderos y gigantescos almacenes.
En América latina cuenta con 50 bases militares conocidas.
Veamos la lista
Argentina: 2 Bases
La base Aérea y Naval, en el archipiélago de Malvinas ocupado colonialmente por Gran Bretaña, la Fortaleza de la OTAN en Mount Pleasant, Isla Soledad, cuya pista mayor tiene una longitud de 2.600 metros.
La base Aérea, El ex gobernador de Tierra del Fuego, en la localidad de Tolhuin.
En febrero de 2012 se hizo pública en la provincia del Chaco, la instalación de un Centro Anti catástrofes y Ayuda Humanitaria, financiado por el Comando Sur de EEUU. Funcionaría en el Aeropuerto Internacional de Resistencia, capital de Chaco. El Centro dispondría de un radar y equipos de comunicación que habilitaría el lugar como un centro de control y espionaje que cubriría cuatro países del Cono Sur.
Aruba: 1 Base
Base aérea Reina Beatriz.
Bolivia: No hay bases militares extranjeras. La Constitución Política del Estado aprobada durante el gobierno de Evo Morales lo prohíbe expresamente.
Colombia: 8 Bases EEUU
La base Aérea de Apiay, en el Departamento del Meta;
La base Aérea de Malambo, ubicada en el área metropolitana de Barranquilla;
La base Aérea de Palanquero, situada en Puerto Salgar, en el departamento (provincia) de Cundinamarca, que cuenta con una pista de aterrizaje de 3500 metros;
La base Aérea de Tolemaida, en Melgar, Tolima, es el fuerte militar mas grande de Latinoamérica y tiene una importante fuerza de despliegue rápido;
La base Naval de Bahía Málaga, en el Pacifico colombiano, cerca de Buenaventura;
La base Naval de Cartagena, en la costa del mar Caribe.
A ellas se suman:
La Base aérea de Tres Esquinas ubicada en el Departamento de Caquetá.
La base Aérea Larandia, en el mismo Departamento.
El puerto de Turbo (muy cercano a la frontera con Panamá) se utiliza para el aprovisionamiento de la IV Flota.
Costa Rica: 2 Bases EEUU
La base Aérea y Naval de EEUU en Liberia. En 2010 el Congreso nacional autorizó el desembarco de miles de soldados norteamericanos en medio de un conflicto entre Costa Rica y Nicaragua.
La base Naval localidad en Caldera. El subcomandante del Ejército Sur norteamericano, Paul Trivelli, informó sobre la inversión de 15 millones de dólares en una base naval que se construyó en la localidad de Caldera, provincia de Puntarenas. Allí funcionará, además, una escuela para el adiestramiento de oficiales de guardacostas.
Cuba: 1 La base Aérea y Naval usurpada por EEUU en Guantánamo
Curazao: 1 base Aérea de EEUU Hato Rey
Chile: 1 base Aérea y Naval con autorización del gobierno de Sebastián Piñera se instaló en el Fuerte Aguayo, en Concón, cerca de Valparaíso, una base militar de EEUU. Bajo la denominación de que sirve para “ejecutar operaciones de mantención de la paz o de estabilidad civil”, según indica la Embajada norteamericana. El acuerdo insiste en la lógica de que las Fuerzas Armadas deben intervenir en conflictos sociales o “estabilidad civil”.
Ecuador: con la retirada de EEUU de la Base de Manta, no existirían bases militares extranjeras en el país.
El Salvador: 1 base Aérea en Comalapa, muy próxima al Aeropuerto internacional de San Salvador.
Guadalupe: 2 bases Aéreas y Navales de Francia y la OTAN. Guadalupe, en el mar Caribe, es un departamento de ultramar de Francia. En Guadalupe, a 600 km al norte de las costas de América del Sur y al sureste de la República Dominicana, se encuentra el 41º Batallón francés de la Infantería de Marina, además de aviones, helicópteros y efectivos de la Fuerza Aérea.
Guatemala: no hay información sobre bases militares extranjeras pero sabemos que se ha extendido a este país la militarización del combate anti drogas (Iniciativa Mérida) que se viene aplicando en México, con una presencia constante de tropas USA.
Guayana Francesa: 3 bases. En este territorio (remanente colonial francés en América del Sur) se concentran tropas principalmente en Cayena, San Juan de Maroni y otros lugares. Pero la más importante es la Base Aeroespacial francesa en Kourou, ahora gestionada por la Agencia Espacial Europea. Sus instalaciones son de las más avanzadas del mundo en la función que desempeña. Está preparada para el lanzamiento de satélites con objetivos diversos. El radar ubicado en Troubiran y la Base Aeroespacial permiten la observación y el control de todos los países de la región. Con la llegada del satélite militar Galileo, Francia cuenta en Guayana con 40.000 barbouzes (agentes no oficiales), jubilados en actividad bajo el comando del Estado Mayor de las fuerzas armadas y los servicios de inteligencia destacados en Guayana, en capacidad de intervenir contra independentistas guayaneses.
Haití: 1 base Aérea y Naval. Además de la presencia, desde 2004, de la MINUSTAH, se registra una presencia de tropas de EEUU cuyo número no se ha podido determinar, así como el atraque de naves de la IV Flota. Desde la invasión de más de 20.000 efectivos, con motivo del terremoto de enero de 2010, organizaciones de Haití vienen denunciando que han quedado remanentes de esas tropas y que todo su territorio puede considerarse una gran base militar extranjera.
Honduras: 3 bases
base Aérea estadounidense Soto Cano, en Palmerola, con una pista de 2.600 metros;
base Aérea, en Puerto Lempira, sobre la laguna Caratasca, en el Departamento Gracias a Dios, próxima a la costa del Mar Caribe;
base Aérea en Guanaja, Departamento Islas de la Bahía, en el Caribe.
Martinica: 2 bases Francesas OTAN.
El caso de Martinica es similar al de Guadalupe, con por lo menos dos bases francesas (OTAN). En el lugar, el Ejército francés cuenta con más de 1.000 efectivos permanentes, incluyendo el 33º Regimiento de Infantería con sede en la capital Fort de France. Allí además se encuentra estacionada la Marina de Guerra con 500 efectivos y los equipos necesarios. El país es una base de apoyo de la mayor importancia para la vigilancia, la inteligencia y las intervenciones militares en la región, (junto con Guadalupe, Martinica ha servido como escala durante la Guerra de las Malvinas y la invasión de Granada; además, Francia y EE.UU. organizan regularmente maniobras militares conjuntas).
México: 2 bases
La militarización de la lucha anti drogas con la intervención directa de los Estados Unidos ha dejado en los últimos años en este país decenas de miles de muertos.
La Iniciativa Mérida, firmada en 2008 entre los presidentes Bush y Calderón implica, según los acuerdos firmados, entrenamiento de las fuerzas militares mexicanas por parte de EEUU, la venta del armamento necesario y la estrategia militar para el control del Estado el sobrevuelo sobre todo el territorio de aviones espía no tripulados y la injerencia de tropas de Washington en la seguridad interna del país.
En mayo de 2011 la creación de dos bases militares en la frontera con Guatemala.
Estas dos nuevas bases militares están situadas en Chiquimosuelo y Jiquipilas, por recomendación de la DEA. Esto sumado a los catorce mil militares ya existentes en Chiapas. La Defensa Nacional asegura que México está “ocupada” por los organismos de seguridad de EEUU.
Panamá: 12 bases aeronavales en ambas costas.
Sobre el Pacífico:
1) base Aérea y Naval Isla de Chapera
2) base Aérea y Naval Bahía o Puerto Piña en Darién
3) base Aérea y Naval Quebrada de Piedra en Chiriquí
4) base Aérea y Naval Rambala, en Bocas del Toro
5) base Aérea y Naval Punta Coco, en el Archipiélago de las Perlas;
6) base Aérea y Naval Isla Galera;
7) base Aérea y Naval Mensabé, en Los Santos;
8) Isla de Coiba, en Veraguas.
Sobre el Caribe:
9) base Aérea y Naval Sherman, en Colón
10) base Aérea y Naval El Porvenir, en Kuna Yala
11) base Aérea y Naval Puerto Obaldía, en Kuna Yala
12) base Aérea y Naval San Vicente, en Metetí, Prov. de Darién, cercana a la frontera con Colombia.
Además de las 12 bases antes enumeradas denuncias, sobre otras bases militares proyectadas (respecto a las cuales necesitamos más información) en:
La Palma (Pacífico), provincia de Darién;
Isla Grande (Caribe), provincia de Colón;
Yaviza, provincia de Darién y
Estación Naval Rodman (Pacífico) en la entrada del Canal de Panamá.
Paraguay: 2 bases Aérea
base Aérea En Mariscal Estigarribia, en el Chaco paraguayo, con instalaciones para albergar a varios miles de soldados y una pista de 3.800 metros de longitud. bases Aérea en Pedro Juan Caballero (Base de la DEA estadounidense) en la frontera con Brasil.
Perú: 3 bases Aéreas y Naval
tres bases militares de EEUU
bases Aérea Iquitos,
bases Aérea Nanay y Santa Lucía. Sobre esta última ubicada sobre el Río Huallaga (Alto Huallaga) faltan precisiones e información reciente.
Base Naval. El gobierno peruano ha autorizado a EEUU el uso de instalaciones portuarias para aprovisionamiento de la IV Flota en cercanías del puerto de El Callao.
Por otra parte, en virtud de los acuerdos entre el Gobierno peruano y los Estados Unidos, a partir de 2006 ambos Estados incrementaron sus acciones de cooperación militar en el entendimiento común de que el “narcoterrorismo” constituye una “amenaza asimétrica” que justificaría la asistencia militar de Estados Unidos “sin condicionamientos”.
República Dominicana: 1 base
base naval patrocinada por el Gobierno de EE.UU. en la isla de Saona, en el extremo sureste del país.
Puerto Rico
Puerto Rico es considerado por EEUU como un “Estado Libre Asociado”. La isla fue ocupada militarmente en 1898 como botín de guerra después de la independencia de Cuba.
(Fuente: Guillermo Saavedra)
Intervenciones militares más recientes de EEUU en América latina (2015)
Independiente de la política contraria a los intereses de todos los países de la región, EEUU continúa interviniendo militarmente en la región. En 2015 aumentó su presencia militar en Honduras, Perú y México.
Honduras: Hace apenas una semana, el 1º de abril, la base militar Palmerola que opera EEUU en Honduras recibió una nueva unidad llamada Task Force for Special Purposes (“Fuerza de Tarea de Propósito Especial Aire-Tierra de Marines-Sur”). Según el sitio defensa.com, contará con 250 efectivos, al menos cuatro helicópteros pesados, un moderno catamarán de alta velocidad y otros medios y armas. La misma publicación agrega que la fuerza se utilizará para misiones de colaboración con países del área, de asistencia humanitaria y operaciones antidrogas.
La ‘unidad especial’ estará lista para entrar en operaciones en la región entre junio y noviembre de 2015. La base de Palmerola -a 86 kilómetros de la capital hondureña de Tegucigalpa- es considerada una de las más importantes de EEUU en la región y alberga a unos 500 soldados norteamericanos de manera permanente. La nueva ‘fuerza de tarea’ forma parte de la red que coordina el Comando Sur de Estados Unidos, cuya sede está en el sur de Florida. La víspera del anuncio del despliegue del nuevo contingente de EEUU en Honduras, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas, Ernesto Samper, propuso eliminar las bases militares de ese país en la región. Las calificó como residuos de «la época de la Guerra Fría». |
Perú: Washington incrementará el contingente militar a 3. 200 soldados. Según declaraciones oficiales, el aumento servirá para mejorar en la lucha conjunta con los soldados de la Marina peruana contra los insurgentes y narcotraficantes, informa Defensa.com. La información del Departamento de Defensa de EEUU dice que “las fuerzas peruanas se enfrentan regularmente con el grupo guerrillero Sendero Luminoso, y Lima ha manifestado que requiere de al menos 2.500 efectivos para redoblar la presencia policial en las zonas menos accesibles”.
Según el investigador principal del Instituto del Perú, Miguel Santillana, la iniciativa de EEUU se fundamenta en su interés por conservar su presencia militar en Sudamérica, a expensas del pueblo peruano. “Los norteamericanos tienen una presencia en Perú como en cualquier país de América Latina porque sienten que somos su zona de influencia. Ellos se sienten con el derecho de tener presencia oficial y no oficial en nuestro territorio”, dijo Santillana a la cadena Russia Today. El congreso peruano autorizó el ingreso de tropas extranjeras a territorio nacional el 29 de enero de 2015. Las tropas norteamericanas llegarán al Perú en tres etapas. El primer contingente, compuesto por 58 soldados, desembarcó en territorio peruano el pasado 1º de febrero, dos días después de recibir el permiso del Congreso. El segundo, formado por 67 soldados, llegó el 15 de marzo. El tercer contingente, en total 3.200 soldados norteamericanos, llegara el 1º setiembre de 2015.
México: A principios de 2015 México anunció que comprará aeronaves y vehículos militares de EEUU, por un monto de 1,441 millones de dólares, lo que representa la quinta parte del presupuesto anual de la defensa mexicana. La venta de vehículos y aeronaves, que fue autorizada por el Departamento de Estado, incluye 3,335 automotores todo terreno Humvee, a un costo de 556 millones de dólares. Se trata de casi el mismo número de vehículos que Afganistán adquirió en 2011. Además, se autorizó la compra de 23 helicópteros Blackhawk por un monto de 905 millones de dólares, así como la adquisición de un lote de aviones de entrenamiento Beechcraft T-6C Texan II por un monto de 480 millones de dólares, señala la Agencia de Cooperación en Defensa de Seguridad del Pentágono. Por el monto de las compras, México se ubica en el primer lugar de América Latina y el Caribe que realizan adquisiciones militares a Estados Unidos, según información de la Agencia y la Security Assistance Monitor.
Ventas de armas de EEUU a América latina 2005-2010
Entre 2005 y 2010 la venta de armas casi se duplicó. En 2005 EEUU vendía a los países de la región mil millones de dólares en armas. En 2010 la suma llegó a 1.7 mil millones de dólares. En el período señalado EEUU vendió un total de 9.2 mil millones de dólares a América latina. Cifras extraoficiales colocan las ventas de armas de EEUU a los países latinoamericanos entre 2011 y 2014 en otros 15 mil millones.
Ventas de armas de EEUU a América latina 2005-2010
(en dólares)
2005 1,071,212,054
2006 1,435,276,238
2007 1,194,534,296
2008 1,921,083,254
2009 1,898,858,064
2010 1,726,581,395
TOTAL 9,247,545,301
Sólo México compró 3.2 mil millones de dólares en armas entre 2005 y 2010. Le siguió Colombia con 2 mil millones. Entre los dos países representaban la mitad de todas las ventas de EEUU en la región latinoamericana.
Según importancia, seguían Chile (1.2 millones) y Brasil (mil millones de dólares). Para completar los diez países que más armas le vendía EEUU en la región latinoamericana estaban Argentina (340 millones), Perú (260 millones), Rep. Dominicana (150 millones), Costa Rica (88 millones), Panamá (65.8 millones) y Venezuela (65.2 millones).
Costa Rica y Panamá no tienen ejércitos según sus respectivas Constituciones Políticas.
por Marco A. Gandásegui, hijo / Profesor de Sociología de la Universidad de Panamá e investigador asociado del CELA
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Cumbre de los Pueblos, Universidad de Panamá, 10 de abril de 2015.
Mesa 1: “América Latina: Región de paz acosada por EEUU”
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