El Ciudadano conversó con Germán Silva Cuadra, director del Centro de Estudios y Análisis de la Comunicación Estratégica (CEACE), quien desmenuzó la actuación en el debate de Anatel de este lunes de Carolina Goic (DC), José Antonio Kast (independiente de ultraderecha), Sebastián Piñera (Chile Vamos), Alejandro Guillier (Fuerza de Mayoría), Beatriz Sánchez (Frente Amplio), Marco Enríquez-Ominami (PRO), Eduardo Artés (Unión Patriótica) y Alejandro Navarro (PAÍS).
Para el analista, los mejores fueron Goic y Kast. De la primera dijo que «tuvo una muy buena performance, no solo en términos de su puesta en escena». En este sentido, destacó los colores que escogió para su vestimenta, pero también la forma «como se paró, el tono. Ella utiliza un tono parejo, plano. Utilizó un tono fuerte, mucho más convincente de lo que estamos acostumbrados a ver”.
Al candidato ultraderechista lo evaluó como “imperturbable, impávido, no pierde la compostura. Es súper claro en lo que dice y tiró mensajes súper precisos. Le habló a los evangélicos, dijo las leyes que estaría completamente dispuesto a derogar”.
También destacó la firmeza de su discurso, aun cuando incorpore ideas cuestionables, como promover que la población civil adquiera armas para combatir la delincuencia. «Tiró el tema de las armas, después de que hubo una matanza el día anterior en Estados Unidos. Algún periodista podría haber hecho una contrapregunta…”, planteó Germán Silva.
Dentro del grupo de “parejitos”, Silva situó a Piñera y Guillier. Sobre el ex presidente comentó que su presentación fue “estable, no tuvo grandes vaivenes, salvo esta salida cómica de la frase que, en vez de Lenin, era de Goebbels”.
Para Silva Cuadra el ex lector de noticias «partió mal, nervioso, un poco inquieto». «Yo creo que él estaba muy preocupado de que saliera el tema de su programa o que saliera muy fuerte el tema del narcotráfico. Después se fue relajando, mantuvo un tono parejo, trató de evitar la polémica –que es lo que tiene que hacer el que va un poco adelante– y terminó hablando fuerte, un poquito como el dedo de Lagos. Fue de menos a más”, plantea.
A este grupo también podría pertenecer la abanderada del Frente Amplio, Beatriz Sánchez. A juicio del analista, «partió re mal, muy nerviosa. Creo que la puesta en escena no fue la más indicada. Todo el mundo hablaba de cómo estaba vestida y peinada. Yo creo que hay que tratar de pasar bien desapercibido ese tema. Se fue afirmando, especialmente cuando le hicieron la pregunta de Jackson y Boric y si estaba sola, a propósito de un artículo de La Tercera que era bien duro. Ella se la sacó bien, diciendo ‘bueno, a veces me dicen que me soplan al oído, pónganse de acuerdo’. Ahí como que ella levantó y se mantuvo estable. Fue correcta el resto del debate, no enganchó, no polemizó”.
Quien no tuvo una buena evaluación fue el senador Alejandro Navarro. «Tuvo una presentación súper baja. Tengo la impresión que le jugó muy en contra ‘el monedazo’ del debate anterior, porque recibió muchas críticas. Estaba bajo, parecía como que estuviera cansado y fue poco claro. Se enredó en las cifras”, comentó el director del CEACE.
Silva Cuadra tampoco tuvo una observación positiva respecto de Eduardo Artés. Solo destacó la corrección que le hizo a Piñera, respecto de la autoría de la frase «Miente, miente, que algo queda”. “Es lo más simpático que ha hecho en toda la campaña”, aseveró.
«Es como la imagen de un curita antiguo de pueblo hablándole a una iglesia vacía. No le importa quién esté al frente. Es como la antítesis de Kast. Él tiene súper claro lo que quiere decir, su propuesta de refundar el país y se ve como que es bien genuino. Es como Jocelyn-Holt en las elecciones anteriores, que tiene una apuesta de cero punto, pero lo dice con convicción”, agregó sobre el candidato de Unión Patriótica.
Para el final, la frontal presentación de Marco Enríquez Ominami. «No sé mucho cómo calificarlo, porque él irrumpió en esta campaña hace mes y medio. Antes de eso, MEO marcaba cero en las encuestas, no existía en la campaña, yo creo que producto de todos sus temas legales. Él irrumpe desde Tolerancia Cero en adelante -que fue súper hábil, es un hombre de las comunicaciones- cuando interrumpe a (Fernando) Paulsen por el chilenismo que usamos todos los días. De ahí en adelante, MEO ha jugado mucho con su personaje y lo ha hecho relativamente bien”, señaló Germán Silva.
Aun cuando en apariencia estos golpes comunicacionales pueden parecer efectivos, el analista tiene sus dudas. “No sé cuánto puede significarle en términos de votación, porque él pasó de cero a un nivel de 4 o 5 puntos; dudo que los vaya a subir, pero él está jugando al personaje y a la puesta en escena que es muy duro, muy agresivo, frente a quien va a ‘tener que apoyar’ en segunda vuelta”, afirmó.
“No sé cuánto le puede reportar en votos, creo que poco, porque a 12 días de la elección, la gente tampoco espera un energúmeno. Veía las redes y alguien decía que MEO parecía al curado que llega a la fiesta a las 4 am: duro, echando la talla o el curado medio pesado”, sentenció el director del CEACE.
Te invitamos a ver a continuación la entrevista completa a Germán Silva Cuadra, realizada por el Área Audiovisual de El Ciudadano.