El empresario chileno Andrónico Luksic se refirió este miércoles a la sentencia entregada por el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago en contra del diputado Gaspar Rivas, quien fue condenado por el delito de injurias graves con publicidad tras calificar al dueño de Canal 13 como un «hijo de puta» y un «delincuente de cuello y corbata».
Respecto a la sentencia, el millonario señaló que espera que ésta «sea una señal que contribuya a mejorar la manera como nos relacionamos entre los chilenos”.
Luksic aprovechó de comentar también la agresión que enfrentó el pasado lunes 19 de diciembre a su salida desde el Centro de Justicia, luego de declarar como testigo en la causa contra el diputado Rivas, agradeciendo a los funcionarios de Gendarmería que intentaron protegerlo.
El hecho ocurrió en el contexto de una manifestación de activistas en contra del proyecto Alto Maipo, iniciativa en la que el Grupo Luksic participa como uno de sus accionistas, quienes rechazan el daño social y medioambiental que implicaría la instalación de la hidroeléctrica, así como la contaminación de aguas que ya se ha atribuido a los trabajos de la mega obra.
Cabe recordar que el actuar del Grupo Luksic le ha significado también una fuerte oposición en otras comunidades, como la de Caimanes en Los Vilos, Cuarta Región, a la que la minera Los Pelambres le contaminó sus aguas. El líder del clan igualmente ha sido cuestionado por su rol en el llamado Caso Caval, luego de que aprobara un crédito por 6 mil 500 millones de pesos para la empresa de Natalia Compagnon, la nuera de Michelle Bachelet, un día después de que ésta resultara nuevamente electa presidenta.
Haciendo referencia a la mencionada agresión y al clima de animadversión que se ha generado en su contra, Andrónico Luksic termina su comunicado planteando que «el país requiere unidad, requiere un diálogo constructivo, que acepte y valore las diferencias», agregando que «hoy más que nunca, para recuperar la confianza y el optimismo, Chile necesita que cada uno desde su propio ámbito cultive un clima de respeto, sin descalificaciones, sin violencia y con mucha transparencia». «Chile y su progreso debe ser hoy nuestra primera y máxima prioridad», añade.