El titular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo, informó que México firmó este miércoles el Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés) junto con otros 11 países en Nueva Zelanda.
La firma de este documento se había previsto desde una reunión en noviembre pasado convocada a instancias del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, principal impulsor de un pacto comercial que representa el 40% de la economía mundial.
«El TPP permite que Estados Unidos -y no países como China, que esta fuera del acuerdo- escriban las normas de circulación (comercial) en el siglo XXI, lo cual es especialmente importante en una región tan dinámica como Asia–Pacífico«, señaló Obama en un comunicado.
Entre los países que participan en el TPP, está Australia, Brunéi, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam, Canadá y México. Cabe señalar que México manifestó su interés por formar parte de este acuerdo en junio de 2012, bajo el sexenio de Felipe Calderón.
La mayoría de estos países, se encuentra con un mayor nivel de competitividad que México, por lo cual el país se verá en desventaja para venderle a Estados Unidos, enfatiza Daniel Villafuerte Solís, especialista en el “Centro de Estudios Superiores de México y Centroamérica”.
Así mismo, Villafuerte vislumbra el TPP como un mega TLCAN con consecuencias destructivas para México, pues arruinará un amplio sector de campesinos y medianos y pequeños productores, muchos de los cuales ahora trabajan en Estados Unidos como jornaleros indocumentados, lo cual traerá implicaciones y reformas al campo.
Las empresas beneficiarias del TPP serán: Nestlé (café, lácteos); Vizur, Sygma, Campofrío (cárnicos); Danone (lácteos); Walmart, Soriana, Comercial Mexicana, Chedraui (manzana uva, arroz); Bimbo, Gamesa (trigo); Femsa, Pepsico (azúcar); entre otros.
Entre las negociaciones otorgadas por México en el TPP, destacan:
– La apertura a la libre importación de privados sin excepción.
– Eliminación de amparos campesinos y apertura de aranceles temporales.
– Eliminación de subsidios a la producción y consumo.
– Restricción de exportaciones agrícolas por causas de seguridad alimentaria.
– Incorporación de productos agrícolas transgénicos al campo.
Por Ricardo Ortiz
El Ciudadano