Documentos desclasificados obtenidos por el diario ‘The News Gazette‘, revelan que funcionarios escoceses contrarios a la independencia de Escocia solicitaron a Washington interferir en el proyecto de secesión del Reino Unido.
Además, se informa que EE.UU. estaba involucrado en el debate de la independencia escocesa desde el 2007, cuando el partido nacionalista escocés (SNP) llegó al poder. Asimismo, Washington vigilaba a los ciudadanos estadounidenses que se mostraban a favor de la independencia de Escocia.
Además, se informa que «varios Estados miembros de la Unión Europea, encabezados por España frente a la amenaza de la secesión de Cataluña, podrían poner serios obstáculos para que una Escocia independiente ingresara en el bloque».