Tras el debate presidencial organizado por Canal 13, el reconocido actor Ariel Mateluna expresó su profunda preocupación por el «riesgo inminente de un retroceso en las políticas culturales» y la «amenaza directa a la libertad de expresión» que, a su juicio, representan las posturas de los candidatos Johannes Kaiser, José Antonio Kast y Evelyn Matthei. Mateluna analizó sus declaraciones, concluyendo que los tres comparten una visión que «instrumentaliza, ignora o busca controlar la creación artística y el pensamiento crítico». Por el contrario, destacó que el programa de Janette Jara representa un resguardo fundamental para el sector, al defender la cultura como un derecho social y no como un campo de batalla ideológico o un bien de mercado.
Mateluna denunció la propuesta de Johannes Kaiser de «revisar la oferta literaria» como un acto de censura, una idea que, afirmó, «remite a las páginas más negras de nuestra historia». El actor interpeló directamente: «¿Quién decidirá qué es lo ‘corrompido’? ¿Su propia CNI?». Frente a esa visión tutelada, defendió el rol del arte desde su experiencia: “La cultura salva vidas porque libera la mente, no porque la aprisiona en una visión impuesta. Hay que decirlo claro: la cultura abre puertas, el fascismo las cierra”.
Advirtió que el silencio de José Antonio Kast en el debate oculta las amenazas explícitas de su programa. «Su programa es claro: propone usar los fondos del Estado como una herramienta de control ideológico», señaló Mateluna. Explicó que al plantear el fomento de una cultura que «proteja los valores tradicionales», en la práctica se amenaza con marginar y desfinanciar toda expresión artística que sea crítica, disidente o que no encaje en su molde conservador.
Respecto a Evelyn Matthei, el actor alertó sobre un «riesgo estructural para la cultura». «La candidata no habla de censura, pero su proyecto se basa en una lógica de recortes donde el arte es siempre la primera víctima. Cuando su programa promete millonarios ajustes fiscales y ella misma habla de eliminar gastos que considera ‘pitutos’, está anunciando que toda expresión que no sea rentable o que incomode será considerada prescindible», analizó. «Su visión subordina las artes a la lógica del mercado, sin un respaldo real del Estado como garante de la diversidad, lo que inevitablemente llevará al debilitamiento de nuestras instituciones y a una mayor precarización del sector».
Frente a este escenario, Ariel Mateluna hizo un llamado urgente al mundo de las artes y la cultura a «no ser indiferentes» y a exigir a todos los candidatos definiciones claras. «La cultura no es un lujo, es un derecho y el pilar de una sociedad sana. No podemos permitir que sea la primera víctima de un ajuste fiscal o de una agenda ideológica regresiva. Un país sin cultura es un país sin memoria y sin futuro», finalizó.

