Conocido por sus columnas en El Mercurio, Carlos Peña había desplegado las últimas semanas la idea de que Sebastián Piñera obtendría una altísima votación en primera vuelta de las elecciones presidenciales, que confirmaría el camino económico y social seguido por Chile durante los últimos 40 años y, de este modo, refutaría a los críticos de lo que denomina «modernización capitalista».
Los resultados no fueron los pronosticados.
Sin embargo, el hábil y locuaz rector tenía una respuesta bajo la manga: según él, la individuación producida por tales transformaciones, que obliga a la clase media a valérselas por sí misma, generarían un orgullo sin precedente. Pero también un desarraigo. O sea, estamos tan bien que podemos estar, también, disgustados.
Jorge Arrate, ex candidato presidencial en 2009 y ferviente adherente de la configuración del Frente Amplio, refutó la afirmación a través de una carta enviada al medio para el cual trabaja Peña: El Mercurio.
Arrate describe los indicadores de la Encuesta Nacional de Opinión Pública. En ella se retrata entre una alta y altísima adhesión de transformar los servicios privados a servicios públicos:
«Los más altos porcentajes de partidarios de la opción pública se registran en el área financiera y de seguridad social (bancos y AFP) en el año 2014 (79% y 80,4%). En cambio, la preferencia por el Estado en el transporte (69,8%), la educación -colegios subvencionados (65,8%) y universidades privadas (64,5%) debieran ser estatales- y la salud -solo 29,9% sostiene que las isapres deben seguir siendo privadas y 84,9% que debe haber red de farmacias estatales- alcanza estos máximos en los años 2008 y 2009».
Sin embargo, además de los datos, Arrate descarga un último misil hacia el final de la misiva: los datos provienen de la misma universidad que rige Peña, la Universidad Diego Portales:
«La Encuesta Nacional de Opinión Pública era realizada anualmente por la Universidad Diego Portales, de la que Carlos Peña es rector. Lamentablemente, salvo error de mi parte, desde 2015 no se ha seguido efectuando del mismo modo que en las versiones anteriores».
¡Aaaaatángana!