Un tipo que ha dedicado su vida a hacer dinero quiere encargarse de lo público. Según el ranking Forbes, Sebastián Piñera tiene el lugar 701 del listado de fortunas más grandes del mundo, con un patrimonio de US$ 1.200 millones. Hoy, el candidato de la derecha está obsesionado con ser el gerente de La Moneda. Revisamos su programa de gobierno para ver qué se nos viene de resultar electo.
La derecha está a las puertas de La Moneda. Esta vez sin golpe de estado, en los círculos del poder empresarial festejan con la opción de que uno de los suyos, Sebastián Piñera, se siente en el sillón de O’Higgins.
El candidato de la Alianza tiene el apoyo irrestricto de los medios masivos: La Tercera, encarnizada con los desatinos de la campaña de Frei; El Mercurio, preocupado de bajar al candidato oportunista que hace unos meses levantó (Marco Enríquez); y los canales de televisión, concentrados en el intervencionismo electoral del Gobierno, o los giros en las estrategias publicitarias de la campaña. De debate de ideas y propuestas país: Nada.
Para ser presidente, Piñera debe remontar el 46,5% que obtuvo en el balotaje ante Bachelet en enero de 2006. Y el Gobierno le pavimentó el camino. A la terquedad de la ministra de Educación y los desatinos de Pérez Yoma, se suma la erosión y pobreza de ideas de la Concertación, el juego de las sillas musicales entre el Estado y los grandes conglomerados y las desastrosas intervenciones de la tecnocracia (Transantiago, EFE, etc.).
Ante una ciudadanía exhausta, la candidatura de Piñera apuesta por saturarla de publicidad. Se presenta a un candidato “todo terreno” que tomará “el timón con fuerza”. Un candidato producto, acicalado por el marketing post operación de párpados que, de resultar electo, afinará la restauración final de la subjetividad neoliberal: Un ‘self made man’ criollo.
Es el asalto final a lo poco que queda del Estado republicano, proceso iniciado por Pinochet y profundizado por la Concertación. A Piñera sólo le cabe dar el tiro de gracia, frente a una ciudadanía inmóvil. Para esto tiene el respaldado de los medios de comunicación y el empresariado.
Es la nueva derecha. No la que cimentaba su fortuna en la herencia o el trabajo -y explotación- de generaciones. Es la especulación hecha gobierno lo que terminará por consolidar el orden neoliberal, luego que la Concertación hiciera la tarea de un obediente capataz.
LOS SOLDADOS DE PIÑERA
Cuando en 1980 el grupo Cruzat Larraín fundó el primer banco de inversiones en Chile, el Citicorp, Sebastián Piñera, flamante gerente general, llamó a los egresados con mejor nota de la Escuela de Economía de la UC, los que realizarían postgrados en Estados Unidos y volverían con el rosario mercadotécnico a aplicar en sus despliegues gerenciales.
Todos los que por allí pasaron hoy bordean los 50 años, cuenta el periodista Manuel Salazar, ubicándose en puestos claves de los principales conglomerados financieros e industriales, desde donde se la juegan para que su ex jefe llegue por fin a La Moneda.
Entre los conocidos de su grupo económico están Raphael Bergoeing, economista jefe de BanChile Inversiones y miembro del Comité Técnico de Inversiones del Sistema Previsional, y José Ramón Valente, de Econsult, asesoría económica y financiera, fuente recurrida por los medios masivos, quien el año pasado, cuando se desplomaban los fondos de AFP, recomendaba no salirse de los fondos más riesgosos.
A ellos se suma el poder de los centros de estudios neoconservadores que pulularon en Chile desde los ’90 y cuyos economistas integran hoy su equipo económico: Cristian Larroulet y Rosana Costa, de Libertad & Desarrollo; y Rodrigo Vergara del Centro de Estudios Públicos (CEP). En esos think tank, hace rato se vienen escaneando las políticas públicas y produciendo saber para dar la estocada final al Estado, moldeando lo que Pinochet no alcanzó y la Concertación no se atrevió.
LOS 30 COMPROMISOS CONSIGO MISMO
Aunque a la hora de gobernar, hacen cosas que nunca han estado en los programas de Gobierno, una revisión de los 30 compromisos de Piñera difundidos por su campaña da pistas sobre sus pretensiones.
Se enfatiza en que mantendrá la red de protección social de Bachelet. Si bien dicha inversión social ha tenido índices históricos, terminó siendo el paliativo hacia la gran masa de pobres que deja el sistema neoliberal. Allí donde las empresas desechan recursos humanos, viene el Estado asistencial a curar heridas. Nada de cambios estructurales que den solución a la precariedad que engendra el modelo económico.
El asesor de Piñera, el economista Juan Andrés Fontaine, presidente de la Bolsa Electrónica, argumenta que para que el país vuelva a crecer al 6% en los próximos cinco años, deben hacerse reformas micro, como flexibilizar el empleo o terminar con la indemnización por años de servicio.
Entre sus propuestas, destaca un bono de 40 mil pesos por carga familiar a los más pobres. También ofrece crear un millón de nuevos trabajos y ser un país desarrollado el 2018. Entre las propuestas menos difundidas está poner un 20% de la propiedad de CODELCO y ENAP en el mercado bursátil, diciendo que no se trata de venderlas, sino de que entren “nuevos accionistas”, como las AFP.
Piñera, hasta antes de dejar sus acciones en fideicomiso, mantenía un 1% accionario en Provida y un 0,7% en Habitat. Además, el diputado Jaime Mulet lo acusó el 2008 de poseer 87 mil acciones en la AFP Bansantander; 411 mil en Cuprum; 129.515 en Plan Vital y 641 mil en AFP Santa María. Piñera no ha desmentido nada.
Otra medida coherente con su visión de país, es el anuncio de 10 mil policías más en las calles. Igual que Joaquín Lavín, recurre al imaginario de una delincuencia en aumento e impune que han creado los noticiarios de TV. Habla de ‘mano dura’, ‘candado a la puerta giratoria’ y ‘combate al narcotráfico’, reduciendo el fenómeno de la ilegalidad a personajes malévolos, sin considerar el contexto.
Lucia Damert, directora del Programa Seguridad y Ciudadanía de FLACSO, señala: “No sé de donde sacan los candidatos esa demanda de más carabineros. No podemos tomar decisiones a partir de percepciones subjetivas ya que no hay estudios que den cuenta de que poniendo más policías en las calles se termina la delincuencia. Es más acorde la rehabilitación de reclusos, pese a que la oferta pública de programas para ello son mínimos”.
Hugo Frühling, director del Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana de la Universidad de Chile, considera que incrementar drásticamente la dotación policial “pasa por demostrar una policía bien formada y eso no es posible en pocos años en los números que sostiene el candidato. No es bueno para la policía ni para la ciudadania. Un aumento por simple aumento no tiene sentido”.
¿MÁS EMPLEO?
También habla de crear un millón de empleos ‘estables y con sueldos justos’. Pero no habla de redistribución del ingreso, un sueldo mínimo real o mejores condiciones de negociación de los sindicatos. Su respuesta es libertad para sindicalizarse, o sea, profundizar la atomización de las redes sindicales; flexibilización laboral, léase, fin a indemnización por años de servicio o menos espacio a relaciones contractuales.
La voluntad de crear empleo o cuidarlo quedó clara a principios de este año, cuando la empresa Salfacorp, controlada por Piñera con el 17,8%, despidió a 1.500 trabajadores con el fin de Costanera Center. Miguel Nazal, dirigente de ese sindicato, acusa que luego de que hicieran movilizaciones para que los más viejos se fueran con un buen finiquito, “la política de la empresa ha sido no recontratar en otras faenas a los que estuvieron en ese proyecto, pese a que dijeron a la prensa que lo harían.
EL CASO DE LAN
El 2002 fue descabezado el sindicato de pilotos de Lan Chile con el fin de contratar pilotos argentinos y peruanos por un sueldo más bajo. En la oportunidad el presidente de la Federación de Empleados de la aerolínea, Luis Chávez, contó que la empresa “es una de las doce empresas con peor distribución del ingreso a nivel mundial. Hay empleados con siete años de servicios cuyo sueldo es de 160 mil pesos”. También denunció que desde hace 20 años los trabajadores estaban atados a la Isapre Colmena, de propiedad de Juan Cueto, director de Lan y socio de Piñera.
Arlette Gay, presidenta del Sindicato de Tripulantes de Cabina de Lan Chile, cuenta que si bien se logró regular las horas de trabajo y se mantienen buenas relaciones con la empresa, “la negociación colectiva fue muy magra este año. Si se compara con British Airways, American Airlines, Lufthansa o Air France, que son el modelo de negocios de la compañía, en lo laboral estamos muy mal”. Ella agrega que “desde que Piñera tiene aspiraciones políticas ha cambiado la relación con los sindicatos. Hace ocho años era más duro y hoy se han cuidado de tratarnos con mejores maneras, una relación directa con el vicepresidente de personas, aunque no creo que se mantenga el trato si gana”.
Juan Martínez, dirigente del sindicato de mantenimiento, la ha visto mal con Piñera. Junto a Jorge Otaíza, Carlos Sarmiento y Mario Ricci, desde el 2005 mantienen una disputa con la gerencia de la línea aérea que en forma unilateral decide quitar el derecho al sindicato a funcionar en horas de trabajo. Como los dirigentes no aceptaron eso, desde febrero de ese año y hasta el 2009, retuvieron los sueldos de los sindicalistas.
Todo ese tiempo se mantuvieron con colectas hechas por sus compañeros. A pesar de ganar la demanda ante la Dirección del Trabajo, la empresa no acató el fallo y fueron hasta los tribunales laborales y la Corte de Apelaciones, donde también fallaron en su favor.
La empresa llegó hasta la Corte Suprema, donde se salió con la suya.
“La decisión de retener nuestros sueldos fue de Cueto, Jorge Awad y el mismo Piñera, demostrado en los poderes notariales de representación del abogado de la compañía, donde aparecen sus firmas. Una persona que pretenda ser presidente no puede desconocer un derecho laboral adquirido por años”, sentencia Martínez.
PROMESAS A LAS PYMES
En sus propuestas para la pequeña y mediana empresa (Pyme), Piñera promete “un nuevo trato para que la burocracia no los ahogue y puedan reprogramar sus deudas”. Iván Vuskovic, presidente de Conapyme, sostiene que “el real problema de las pymes es acceder a créditos de la banca a intereses razonables y acceso al mercado, ya que la concentración es grande y cuesta cada vez más vender los productos”.
Según datos de la OIT, las pymes aportan el 12% al PIB del país, mientras que en Europa y Bolivia es sobre el 50% y en otros países de América Latina el 40%. Vuskovic agrega que “el tema de la burocracia se abordó y se ha avanzado, pese a que aún no se ha resuelto, siendo el principal cuello de botella los permiso municipales”.
Otro gran problema para las pymes es el acceso al crédito. “Las tasas de interés bancarias son altas para nosotros –sostiene Vuskovic- . El propio Banco Estado da créditos a nuestros asociados con tasas de entre 0,9 y 1,6% mensual, a diferencia de las grandes empresas, cuyo interés supera apenas el 0,2%”. Y las pymes dan entre el 70 y 89% del empleo.
Manuel Riesco, economista de CENDA, concuerda con que el tema capital para las pymes es el acceso al crédito y al mercado: “Uno controlado por los bancos con tasas de interés grandes y el mercado por monopolios. Esto hace que no sea competitivo”, sostiene.
SOSTENEDORES Y ESTUDIANTES
Las propuestas de Piñera en Educación son duplicar la subvención escolar y dar más becas. Y resalta que exigirá que “los alumnos estudien y se esfuercen más”, lo que evidencia su actitud ante cada posible movilización en caso de llegar al Gobierno.
Mario Sobarzo, del Observatorio de Políticas Educativas, sostiene que la crisis en educación tiene que ver con “la falta de una legislación adecuada que haga que el Estado se haga cargo de la educación y que no esté al servicio de intereses particulares; sean económicos, ideológicos o religiosos”.
De aumentarse la subvención a los sostenedores, Sobarzo opina que “seguirá la fuga del dinero de los contribuyentes para los dueños de colegios, muchos de los cuales no invierten sino en sus bolsillos. Cuando las comunidades son expropiadas del sistema educativo nos encontramos ante un totalitarismo encubierto. La propuesta de Piñera es el totalitarismo del mercado, aunque la de Frei no se le diferencia mucho”.
Respecto de los docentes, Sobarzo considera que “si bien el principio de la competencia y la exigencia puede funcionar bien en la economía, en educación no sirve mucho. La medición de aprendizajes está en relación a los niveles de entrada que los estudiantes traen, los objetivos que se deseen alcanzar, la pertinencia de los contenidos para quienes los deben aprender, el anclaje que tienen en su propia vida y la capacidad de aplicarlos sistemáticamente”.
POR LA BOCA MUERE EL PEZ
El domingo 23 agosto de 1992, en una entrevista de Raquel Correa publicada en El Mercurio, Sebastián Piñera decía que “la política debe ser con altura de miras, contenidos, propuestas, una competencia de ideas, de proyectos. ¡Jamás se debe caer en las pequeñeces de descalificaciones y ataques personales!”. Cuando Correa le preguntó sobre Evelyn Matthei, él dijo: “Somos amigos, nos tenemos cariño y respeto”. Pero esa noche Ricardo Claro destaparía la caja de Pandora con la revelación de una grabación secreta hecha al entonces senador. En el programa ‘A eso de…’, transmitido por Megavisión, el empresario mostró una conversación entre Piñera y Luis Eduardo Díaz, en la que el candidato de la derecha pedía perjudicar la candidatura de Matthei, dando cuenta de que una cosa son las frases de buena crianza y otra su actuar político.
LOS COCHINOS PESOS
Un dicho popular entre ingenieros comerciales es que los primeros 40 mil dólares son a como dé lugar; el resto es respetando las leyes. Ese pudo ser el axioma de Piñera, quien siendo hijo de un funcionario público, hizo sus primeros negocios como socio de Carlos Massad, Raúl Sáez, la familia Calaf Palet y Álvaro Donoso Flores, todos muy cercanos a la DC y colaboradores de la dictadura a fines de los ’70.
Con ellos estrena la sociedad Ingeniería Financiera y Comercial Ltda., Infinco, a la par que era gerente del Banco de Talca entre 1979 y 1980, desde donde estrena Bancard, firma administradora de tarjetas de crédito que le reportó sus primeras ganancias.
Al tiempo, lo vemos en la gerencia general de Citicorp, primer banco de inversiones creado en el país, del grupo económico de Manuel Cruzat. Hasta que en 1982, la Superintendencia de Bancos entabló una demanda criminal en contra de Piñera y otros ejecutivos del Banco de Talca por delitos de defraudación (estafa), infracción a la Ley de Bancos y otros cargos. La causa se abre en el 2º Juzgado del Crimen de Santiago, y resultan encargados reos.
El delito: El capital y reservas del Banco de Talca eran 40 millones de dólares, y los préstamos dados a empresas de papel, creadas por los encausados, eran de 250 millones de dólares. Inventaron 150 sociedades ficticias para hacer los traspasos.
Sólo Miguel Calaf y Alberto Danioni cumplieron 3 años de cárcel, arruinando sus carreras. El cabecilla de la banda, Piñera, se esconde por 24 días hasta presentar un recurso de amparo acogido por la Corte Suprema. Mónica Madariaga, ministra de Justicia de la época, dice haber intervenido para que no fuera preso a instancias de José Piñera, ministro del Trabajo y hermano del prófugo.
COMPRAR BARATO
En abril de 1978, Jaime Amunátegui, Gerente de la empresa estatal Lan Chile, decía: “Desde diciembre del 77 no hay déficit en operaciones, y desde que la actual administración asumió no le hemos pedido una chaucha a nadie, ni lo haremos dentro del país”. Pero la empresa se privatizó a fines de la siguiente década por “ineficiente”.
Se quedaron con Lan la familia Cueto (31,8%) y Sebastián Piñera (26,4%). Un año antes la Superintendencia de Valores y Seguros multó al candidato a pagar UF 19.470 ($428 millones) por usar información privilegiada al comprar 3 millones de acciones de la compañía, avaluadas en 18 millones de dólares, equivalentes al 1% del total accionario.
La operación la hizo a través de Inversiones Santa Cecilia, luego de incorporarse al directorio de Lan, y un día antes que la compañía anunciara sus resultados correspondientes al segundo trimestre de 2007. Piñera se apropió así del 1% de las acciones, reportándole la operación unos 700 mil dólares. Para evitar un proceso mayor, el candidato pagó la multa.
A ello se suma la multa cursada por la agencia aeronáutica de Estados Unidos por colusión, junto a otras 30 compañías, mientras Piñera era presidente de Lan, para abultar los cobros de carga por combustible. La multa, de USD$ 88 millones ($52.800 millones), se pagó sin reclamo.
Por Mauricio Becerra