El rey Felipe VI fue blanco de críticas, por no levantarse cuando llegó la espada de Simón Bolívar a la toma de posesión de Gustavo Petro, quien fue envestido como nuevo presidente de Colombia el pasado domingo.
Tras la negativa de la saliente administración de Iván Duque de permitir la salida de la espada de Bolívar de la Casa de Nariño – sede presidencial -, la primera orden de Gustavo Petro fue solicitar a la Casa Militar que le llevaran este importante símbolo para la historia colombiana y la gesta libertadora.
«Como presidente de Colombia solicito a la Casa Militar traer la espada de Bolívar, una orden del mandato popular de este mandatario», afirmó Petro, y media hora después el presidente del Senado, Roy Barreras, ordenó un inusual receso de diez minutos en la ceremonia para buscar la espada, refiere el medio colombiano Blu Radio.
La espada en cuestión es una con las que Simón Bolívar lideró las campañas que dieron la independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela del imperio español.
Además, esta espada ha sufrido una especie de resignificación a lo largo de los años. Ya que la guerrilla colombiana Movimiento 19 de abril robó la espada en 1974 como forma de protesta frente al Estado.
Finalmente la espada llegó y tras pasar por delante de las diversas personalidades políticas presentes en la ceremonia, todas se levantaron y aplaudieron como muestra de respeto ante el libertador latinoamericano, pero Felipe VI decidió mantenerse sentado en su sitio.
En un vídeo difundido en redes sociales, se puede ver al monarca español ubicado al lado del presidente de Chile, Gabriel Boric, siguiendo con la mirada la llegada del arma simbólica, pero, a diferencia de otros invitados, no se levantó, ni aplaudió .
El vídeo del monarca circuló de forma rápida por redes sociales, donde las críticas se han ido sucediendo tanto de usuarios anónimos como de políticos de varios partidos
El partido Podemos calificó la actitud de Felipe VI como «una falta de respeto grave» y le pidió que se disculpara con el pueblo colombiano
«La espada de Bolívar representa la soberanía de Latinoamérica. El rey Felipe VI ha sido el único jefe de Estado que ha permanecido sentado a su paso en la toma de posesión del nuevo Presidente de Colombia. Una falta de respeto grave que requiere disculpas de parte de nuestro país», escribió PODEMOS en su cuenta en Twitter, acompañado del video del momento en el que llega la espada de Bolívar al acto, y la postura del Rey.
Por su parte, el político Pablo Iglesias aseveró que con su postura, Felipe VI se «ha querido humillar la dignidad democrática de España y el honor de las naciones latinoamericanas».
«La guerra de Bolivar no fue contra los españoles. Fue una guerra entre patriotas y realistas. Felipe VI ha querido humillar la dignidad democrática de España y el honor de las naciones latinoamericanas. El Presidente debe llamarle al orden y exigirle respeto institucional», recalcó el dirigente.
De igual forma, recordó la actitud tomada por el expresidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, en 2003 ante la bandera de Estados Unidos (EEUU), al quedarse sentado mientras se realizaba la izada.
«En 2003 el gesto de Zapatero, como jefe del PSOE, ante la bandera de EEUU, fue un mensaje político. Que ministros del PSOE quiten hoy trascendencia al mensaje político del Jefe del Estado frente a la espada de Bolívar, es una cobardía indigna que solo ayuda a la (ultra)derecha», aseveró en otro mensaje en la red social.
Varios dirigentes del partido Podemos también manifestaron su rechazo a la actitud de Felipe.
La secretaria de la tolda morada, Ione Belarra expresó que, lo único que tenía que hacer Felipe VI, como jefe de Estado era «mostrar todo el respeto» al nuevo proceso democrático que se está cursando en Colombia.
«La toma de posesión de @petrogustavo y @FranciaMarquezM inaugura el primer gobierno colombiano al servicio de su pueblo. Nuestro papel era mostrar todo el respeto y apoyo al proceso democrático recorrido. Es inexplicable lo ocurrido y merece una disculpa», escribió en la red social.
El portavoz adjunto de Unidas Podemos en el Congreso y diputado de Galicia en Común, Antón Gómez-Reino, denunció en un mensaje en su perfil de Twitter la «vergüenza borbónica» de este acto.