La candidata presidencial del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, afirmó que la irrupción de la formación que lidera era «necesaria» para refrescar la política chilena y aseguró que se convertirá en el referente de la izquierda en Chile.
«Estamos convencidos de que el Frente Amplio es necesario porque había un espacio para nosotros. De lo contrario no hubiese resultado así», declaró la candidata en una entrevista con la agencia española EFE, a dos días de las elecciones presidenciales y parlamentarias.
Las últimas encuestas para la elección del domingo sitúan a Sánchez en tercer lugar, aunque hace algunos meses los sondeos indicaban que tenía opciones de disputar el segundo puesto al candidato oficialista, el senador Alejandro Guillier. Haciendo una metáfora automovilística, Sánchez afirmó que un segundo gobierno de Sebastián Piñera sería un «retroceso», un triunfo de Guillier significaría quedar «estacionado» y la llegada al poder del Frente Amplio generaría un «avance distinto».
Consideró que Piñera, favorito en las encuestas, tiene la ventaja de que ya fue Presidente (2010-2014) y puede recoger el deseo de cambio de una parte de la ciudadanía que se siente decepcionada con el segundo mandato de la Presidenta Michelle Bachelet. Y en cuanto a Alejandro Guillier, la abanderada del Frente Amplio aseguró que los planteamientos de la coalición oficialista son difusos y reflejan la división interna del bloque.
«Piñera ha sido claro con lo que quiere hacer, y para mí es un retroceso. Nosotros hemos sido claros en lo que queremos, más allá de si gusta o no. Pero veo una nebulosa en las propuestas de Guillier».
Sánchez se presentó como una alternativa de cambio real, aunque reconoció que la sociedad chilena es aún «temerosa» a transformaciones de fondo, como las que propone la coalición que la respalda. «Sé que la sociedad chilena mira muy bien el consumo y no tiene tan claro que la salud, la educación y las pensiones son un derecho social. Yo quiero explicarles cómo su vida podría ser mejor», señaló.
Para ello propone un proyecto de país con cambios graduales que no afecten la calidad de vida de los ciudadanos. «No vamos a engañar a nadie, cambiar Chile es complejo», reconoció.
Sánchez subrayó que el Frente Amplio es un proyecto político que «está recién armándose en todos los sentidos», independientemente de los resultados del domingo. Y por ello es consciente de que para mantener la vigencia y asentarse como una alternativa de izquierda viable, «hay que realizar un trabajo a largo plazo».