En los últimos días el diputado por Magallanes, líder del Movimiento Autonomista, Gabriel Boric ha estado en la primera línea de la agenda a partir de su apoyo a los trabajadores de distintos sindicatos nacionales que se mantienen en extensas huelgas legales. Por este motivo, los más altos representantes del poder económico se fueron en picada en contra del ex presidente FECH, acusándolo incluso de incumplir con el artículo 60 de la Constitución (lo que incluso da pie a una posible destitución).
Junto con ello el desarrollo del Frente Amplio – integrado por Movimiento Autonomista, Revolución Democrática, Izquierda Libertaria y Nueva Democracia -, el Congreso Fundacional de la orgánica donde milita y su labor parlamentaria copan la agenda del magallánico.
En conversación telefónica con El Ciudadano, Boric destaca que, respecto del desarrollo del Frente Amplio y la posibilidad de articularse con otras fuerzas «hay una obligación de ello» y sostiene que «Electoralizarlo todo sería un grave error, ya que la fuerza social es la que le da aire a esta nueva forma de hacer política en política en Chile».
La semana pasada los empresarios lanzaron una velada amenaza por el apoyo que junto a Camila Vallejo y Giorgio Jackson dieron a los trabajadores de Homecenter ¿Es un reflejo del momento político?
Que los grandes empresarios salgan a amenazarnos debido al apoyo que les estamos dando a los trabajadores movilizados en sus diferentes empresas, me parece una clara señal de que estamos por buen camino. Yo fui electo para representar sin suplantar los intereses de los trabajadores, de los estudiantes movilizados, de los movimientos sociales y no de un pequeño grupo que está acostumbrados de ser representados de manera incógnita aquí en el Congreso.
Hoy se sabe del aporte de Sodimac a campañas parlamentarias y su huelga no aparece ¿Es un ejemplo del control empresarial que existe?
Es muy claro que los empresarios durante mucho tiempo estuvieron acostumbrados a comprar influencia y transarla en la política chilena a través de diferentes mecanismos en las campañas políticas de lado y lado, y que ahora tienen que entender que no la tendrán tan simple. Más aun cuando esas empresas explotan a sus trabajadores y no se sientan a conversar con quienes generan su riqueza.
¿En el parlamento se percibe esa presión de los grupos económicos?
En la derecha es evidente, y en la Nueva Mayoría hay sectores que han funcionado bajo esa lógica durante mucho tiempo.
¿Cuál es la evaluación del trabajo desarrollado por el Frente Amplio tanto en lo político como en lo electoral?
Es muy prematuro eso todavía. La idea de Frente Amplio ha comenzado a cuajar en los últimos meses, donde todos tienen una disposición muy positiva de avanzar en los desafíos comunes antes que las diferencias identitarias, que muchas veces era lo que marcaba el debate, pero es muy pronto para proyectarlo. Al menos con Izquierda Libertaria, Revolución Democrática, Nueva Democracia y Movimiento Autonomomista ha habido una clara disposición de trabajo en conjunto y vamos a continuar en eso, y vamos a conversar con otras fuerzas que están en una lógica parecida.
¿Hay voluntad de este espacio de integrarse con otros grupos como Igualdad, Ecologistas, Poder, Izquierda Autónoma?
No sólo hay voluntad, hay una obligación de ello. Si el Frente Amplio se convierte en el Frente Estrecho de Izquierda sería un fracaso, pero debe quedar claro que debe ser más que una suma de siglas de orgánicas políticas sino que también se requiere integrar a movimientos sociales o territoriales, como en el caso de Valparaíso que es el ejemplo más claro de cuando se logra amplitud en torno a un proyecto se dan los resultados. Ese es el modelo a seguir a nivel nacional.
¿Ves posibilidades electorales en 2017?
Yo creo que lo electoral debe ser resultado del trabajo político. Nosotros no podemos pensar que un asalto electoral es suficiente para solucionar los problemas políticos generados por la crisis de representatividad que hay en Chile. Eso hay que cuajarlo más allá de lo electoral y las instituciones del Estado no son las únicas en las que se juegue el futuro del Frente Amplio, también está en su inserción, participación y dialogo con actores sociales como sindicatos, federaciones u organizaciones territoriales. Electoralizarlo todo sería un grave error, ya que la fuerza social es la que le da aire a esta nueva forma de hacer política en política en Chile.
¿Ese vinculo con lo social lo ves a nivel nacional o se restringe a algunos sectores?
Las conversaciones están desatadas a nivel nacional y hay mucha gente que ve con esperanza lo que se está haciendo de este proto-Frente Amplio que aun no termina de cuajar y que si bien aun no ha nacido está en proceso de tener muy buena voluntad para concretarlo.
¿Tienen plazos para este proceso?
Los tiempos políticos de Chile, en función de las elecciones, nos ponen plazos que no podemos ignorar. Pero la política es una carrera larga y no una cosa que se destina a en unas elecciones coyunturales. Lo que no queremos repetir es el ejemplo de otras alianzas circunstanciales en torno a una elección presidencial que se terminan al día siguiente de la votación como fue el caso de Marcel Claude o incluso el mismo Tomás Hirsch en su momento.
En relación al Congreso que desarrolla el Movimiento Autonomista ¿Cómo lo evalúas?
El Movimiento Autonomista tomó una decisión bien osada que es desarrollar un Congreso abierto no solo a militantes sino que también a personas que no son militantes ni que tampoco quieran serlo, lo que se funda en la base de no hablarnos a nosotros mismos para afrontar los desafíos que tengamos como organización en el Chile que estamos construyendo. Esto se ha traducido en la inscripción de más de 2.500 personas para participar en el Congreso, lo que significa un tremendo desafío para nosotros, poder dialogar con ellos y más allá de darles una conducción buscamos tener un Congreso que llegue a buen puerto.
¿Qué objetivos pretenden cumplir con este Congreso?
Pretendemos, cuando terminemos nuestro Congreso, presentarle a Chile una nueva propuesta política. De manera clara y explícita, y su formato será definido en el mismo Congreso.
José Robredo H.
@joserobredo
El Ciudadano