Duras críticas ha recibido el gobierno del Presidente Sebastián Piñera por cómo ha enfrentado la preocupante situación climática que afecta a parte de la Región de Antofagasta, principalmente por la resistencia del Ejecutivo a decretar Zona de Catástrofe en la provincia de El Loa, donde la ciudad de Calama ha sido azotada durante aproximadamente una semana por intensas precipitaciones y tormentas eléctricas.
Tres personas fallecidas, calles inundadas, vehículos arrastrados por el agua, interrupción de servicios básicos y localidades aisladas, son solo parte del lapidario diagnóstico que deja la crisis en la zona.
Hasta ahora solo se ha declarado la Alerta Roja para El Loa y la ciudad de Antofagasta, lo que fue recién establecido este jueves, y se decidió que el subsecretario general de Gobierno, Emardo Hantelmann, viaje este viernes a la región nortina.
Sin embargo, el Intendente de Antofagasta, Marco Antonio Díaz, descartó en las últimas horas la declaración de Zona de Catástrofe para Calama argumentando que todavía «no lo amerita». «Pasamos a tener una Alerta Roja que nos permite seguir contando con disponibilidad de recursos. Respecto al Estado de Catástrofe, es un estado de excepción constitucional, que restringe libertades y tiene como propósito incluso incrementar los niveles de seguridad ciudadana, recurriendo a las Fuerzas Armadas», sostuvo al respecto la autoridad, según consigna el medio Pura Noticia.
Un argumento que ha sido criticado debido a que solo hace unos días el Presidente Sebastián Piñera no tardó en establecer Zona de Catástrofe para la Región de la Araucanía ante los incendios que afectan a la zona. Una decisión cuya motivación ha sido puesta en duda, luego de que se ha acusado un aprovechamiento político para a través de dicha declaración poder militarizar la zona de conflicto entre el Estado y el pueblo mapuche, como denunció el vocero del Consejo de Todas las Tierras, Aucán Huilcamán.
En este contexto, a través del hashtag #CalamaTambiénEsChile se ha enfatizado en la urgencia de llevar a cabo acciones más drásticas desde el Ejecutivo, como hizo la propia alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo, perteneciente a la coalición de gobierno.