El presidente del PRO es parte del equipo organizador del encuentro internacional de líderes políticos de Latina América, que se lleva a cabo en México durante este fin de semana. “Esta es una iniciativa muy importante y trascendental para el mundo progresista”, dijo.
Tres meses demoró la preparación el encuentro de líderes de centro izquierda de Latinoamérica, “Progresivamente” que este fin de semana se lleva a cabo en México, Puebla, y que fue organizado por la fundación chilena Progresa, en conjunto con el Centro de Estudios Estratégicos de Relaciones Internacionales (CEERI) de Argentina.
“Una iniciativa muy importante y trascendental para el mundo progresista”, como califica el presidente del PRO, Camilo Lagos, quien fue parte de los gestores de la iniciativa impulsada por el ex candidato presidencial, Marco Enríquez-Ominami.
“Tuvimos la posibilidad de coordinar a 30 líderes latinoamericanos de ocho naciones, y que son claves y relevantes en sus países”, agregó, detallando que “estamos hablando de liderazgos muy importantes, de futuros presidentes, ex candidatos, ministros y parlamentarios”.
“Esa es una articulación muy importante porque puede ser más efectiva a la hora de avanzar en la concreción que requiere el progresismo a nivel latinoamericano para seguir avanzando”, aseveró, recalcando que “el mundo Progresista se reúne porque sabe que es la alternativa a los Trump, Bolsonaro y Piñera”.
En la misma línea, Lagos explicó que uno de los propósitos del encuentro –en el que también participan el candidato a la presidencia de Uruguay, Daniel Martínez; los ex ministros de Educación brasileros, Aloizio Mercadante y Fernando Haddad; y el ex presidente colombiano, Ernesto Samper- “es ser un escenario para la reflexión en torno a lo que hemos hecho mal, los nuevos paradigmas a los que nos enfrentamos, las nuevas políticas que requerimos y -sobre todo- como izquierda necesitamos avanzar en una articulación que nos permita enfrentar los desafíos que vienen”.
“Pronto hay elecciones que puede ser claves: Uruguay, Argentina y Bolivia, tres plebiscitos en los cuales el progresismo triunfa o se reafirma, en el caso de Uruguay con el Frente Amplio, Bolivia con Evo Morales, y un triunfo en Argentina con Alberto Fernández. Creo que puede ser –también- junto a México y a los procesos que se están viviendo más tradicionales de América Latina, un nuevo ciclo”, insistió el líder Progresista.
“Si hay algo que tenemos claro, es que las luchas no son aisladas, tienen que ser coordinadas. Lo que está pasando en Argentina, rebota en Chile, lo que pasa en Brasil rebota en Chile y Argentina, por eso, cuando fue el golpe de estado en Honduras, fue una de las primeras señales donde no fuimos capaces de articularnos, nos entrampamos en la burocracia de los partidos, y la posibilidad de articular a los líderes políticos, a los dirigentes políticos por fuera de sus partidos o por fuera de su institucionalidad, puede ser un mecanismo mucho más efectivo e importante para estos tiempos”, reflexionó.
Y aludió a los dichos el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García, quien no pudo asistir al encuentro: “Esto sería una corta noche de verano, si se dan estos fenómenos, se cumpliría el vaticinio de García y esperemos que el 2021 en Chile, también terminemos con el gobierno de derecha y volvamos a la senda de cambios progresistas”.