«Es muy sencillo. Somos el mercado. Compramos drogas creando demanda», explicó el autor entrevistado por el portal Salon.
«Al mismo tiempo que creamos demanda, la prohibimos. Si algo es criminalizado, son solo los criminales los que pueden venderlo, algo que excluye que puedan recurrir a la ley. Si pueden recurrir a la ley, el único recurso que les queda es la violencia, lo que lleva a los más violentos a la cumbre«, explicó Winslow, escritor especializado en novelas policiacas.
A su juicio, el apetito estadounidenses por las drogas conjuntamente con su prohibición explica la concatenación de eventos que se están produciendo en México, que estásumido en el caos y la sangre.
La fallida guerra contra las drogas ha provocado una carrera armamentista entre carteles rivales por un lado y las fuerzas de seguridad por el otro. La militarización ha llegado a tal nivel que los cabecillas de los cárteles cuentan con su propio ejército, a menudo después de reclutar expolicías y militares.
«Es bastante obvio que el Gobierno mexicano, sea bueno o malo, ha elegido al ganador. Apostaron por el menos malo de todos, el cártel de Sinaloa», agregó el escritor.