El fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, pidió «más plazo» para investigar las acusaciones por presunta estafa y eventuales delitos tributarios -por boletas falsas-, contra Sebastián Dávalos, hijo de la Presidenta Michelle Bachelet, en el marco del denominado caso Caval.
Según consigna radio Bío Bío, para el próximo 15 de diciembre, en el Juzgado de Garantía de Rancagua, se fijó una audiencia para indagar sobre estos hechos, indagatoria que se abrió tras la querella por estafa interpuesta por el empresario Gonzalo Vial Concha contra Caval, a quienes abría pagado cerca de mil millones de pesos por informes que habrían sido «plagiados».
De acuerdo al reporte de la emisora, en el interrogatorio ante la fiscalía el 13 de abril de 2015, Sebastián Dávalos reconoció que en el primer semestre de 2012 realizó labores «paralelas» para la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales (Direcon) y para la sociedad de la que también es parte su esposa Natalia Compagnon.
En ese sentido, en su declaración ante la fiscalía el pasado 29 de noviembre, el socio de Caval, Mauricio Valero, denunció que las glosas de las boletas emitidas por el hijo de la presidenta, por 10 millones de pesos, fueron determinadas como «asesorías comunicacionales», por orden de Compagnon.
Este hecho, para el abogado querellante en la causa, Mario Zumelzu, quien además representa a parlamentarios de Chile Vamos involucrados en el caso, deja «de manifiesto» el delito de boletas «ideológicamente falsas», cometido por el hijo de la Presidenta.
«¿Qué experiencia puede tener Sebastián Dávalos, sociólogo, para hacer una asesoría comunicacional? Ninguna. Es más, Mauricio Valero quien declara en la fiscalía, señala que esta asesoría nunca prestó, es decir, estamos nuevamente ante un caso de boletas ideológicamente falsas», afirmó el abogado a radio Bío Bío.
Esta nueva investigación se da justo en momentos en que la defensa del hijo de Bachelet está solicitando su sobreseimiento del caso, situación que se resolverá este martes en el juzgado de garantía de Rancagua.