Chile Vamos: Proyecto sobre migrantes cargado de ceguera y xenofobia

Este miércoles la Comisión de Migración conformada por los parlamentarios de derecha, comienza a trabajar en lo que ellos han definido como “política de puertas abiertas pero con control”. Un proyecto ingresado por el empresario y ex presidente Sebastián Piñera, y que ya cuenta con cuarenta audiencias recibidas y un trámite legislativo aprobado.

“El llamado desde nuestra Comisión es a que el gobierno presente de una vez por todas su proyecto de ley, de lo contrario sería un compromiso más que no se cumple, o de lo contrario avance poniéndole urgencia al proyecto que ingresó Sebastián Piñera”, indicó la diputada Paulina Núñez (RN).

En el mismo sentido el secretario general del PRI, Eduardo Salas, señaló que esta iniciativa de Sebastián Piñera logra levantar un tema de relevancia nacional, también bajo la relación entre migración y delincuencia. “Esto que estamos planteando –para despejar toda duda- está sobre la base de los derechos humanos, la integración, son hermanos nuestros los que vienen al país y nosotros decimos a estos hermanos hay que acogerlos de manera legal, como corresponde  y eso no quiere decir que tengamos una mano blanda frente al tema de la delincuencia. La gente que viene a delinquir de otros países no es bienvenida”.

EL OFICIALISMO RESPONDE A CHILE VAMOS

El diputado PS, Marcelo Schiling, salió al paso de las declaraciones del ex Presidente Sebastián Piñera y Chile Vamos, tras la idea de deportar a las y los migrantes latinoamericanos.

A juicio del parlamentario “se ha iniciado una campaña apelando a los bajos instintos contra los extranjeros en Chile” y “esto viene capitaneado por un millonario chileno, que tiene su plata en el extranjero y, por lo tanto, con su plata está dando trabajo en Perú, en Colombia y en otros países, yo le sugiero a este capitán de la xenofobia, que traiga su plata a Chile”.

“Así como en su país se lo han pedido a Trump y si el señor Piñera es tan nacionalista, pues bien, abandone las Islas Vírgenes y véngase a Chile. Todos los argumentos que se esgrimen por la derecha son falaces. Que son gente sin preparación, que participan de manera importante en los hechos delictivos, que le vienen a quitar el trabajo a los chilenos. Nada de eso es cierto”, dijo Schilling.

El diputado PS, recordó que existe una iniciativa respecto a la migración. Sin embargo, dijo que “se establecían unos cedazos que son imposibles de cumplir en cualquier parte del mundo y ese proyecto está siendo reestudiado por el gobierno de la Presidenta Bachelet, para hacerle una indicación sustitutiva”.

“Aquí me parece que la derecha está apelando, por las urgencias de la campaña, a este recurso, sabiendo que está en curso la reforma del sistema migratorio chileno. Pero en fin, del oportunismo económico ellos siempre han dado lecciones”, concluyó el diputado Marcelo Schilling.

RACISMO Y CLASISMO

Los parlamentarios de la UDI, Renzo Trisotti, Andrea Molina, Issa Kort y Felipe Ward, junto a los de RN, Paulina Nuñez y Gonzalo Fuenzalida redactaron este proyecto de ley que busca actualizar la legislación sobre esta materia que proviene de 1975. La iniciativa propone requisitos para el ingreso y la permanencia de extranjeros en Chile, entre ellos: Tener un patrimonio suficiente para permanecer en Chile, entendiéndose por tal aquel que permite cubrir las necesidades fundamentales. Ejercer una profesión u oficio lícito. Solicitar cédula de identidad ante el Servicio de Registro Civil dentro del plazo de 90 días contados desde la fecha de entrada en vigencia del respectivo Permiso de Residencia, e informar cualquier cambio de domicilio.

Las críticas hacia las palabras de Piñera, a las de Chile Vamos, y que hace algunos años fueron las mismas de Pablo Longueira (UDI) quien el 2013 sostuvo que “muchos de los inmigrantes ilegales que ingresan, lo hacen perjudicando a los chilenos”.

Recordemos que ese mismo año el Gobierno de Piñera envió al Congreso su Proyecto de Ley sobre Migración y Extranjería para modificar la ley vigente desde 1975 que está enfocada, acorde con la ideología de la época, fundamentalmente en la defensa y seguridad del país.

Las cifras indican que la migración en Chile (el prefijo in es negativo o de privación), ha aumentado en 125%, representados en 460 mil personas extranjeras que han migrado a Chile. Hablar de trabajadores, de contratos, representa un paradigma donde siguen primando los números por sobre la realidad de miles de personas que migran, que se movilizan, que se trasladan generalmente en condiciones de ilegalidad, de explotación, de violencia, de abusos, temas a los que habría que interpelar tanto a políticos como a empresarios chilenos y extranjeros –de grandes intereses trasnacionales- que mantienen condiciones de vida paupérrimas para quienes migran principalmente desde Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela y Haití.

Un debate que continuará durante las próximas semanas, y donde más allá de lo legislativo o económico, el debate nacional es también una invitación a pensar la migración como un fenómeno social que padece de hacinamiento, de malas condiciones laborales. Mano de obra barata, explotación sexual, condiciones temporales, discriminaciones arbitrarias. Una coyuntura que permite poder ampliar las miradas sobre quienes habitamos el mundo y este continente  o ser caldo de cultivo de microfascismos  sujetados en discursos de seguridad nacional, nacionalismos y  xenofobia.

Por Silvia Gutiérrez González