Molestia existe en el archipiélago de Chiloé luego de que se conociera que el actual director de Corfo en la Región de Los Lagos, Adolfo Alvial, ha participado junto al ministro de Economía, Felipe Céspedes, y altas autoridades regionales en la coordinación de la mesa de negociación implementada con dirigentes de Cucao, en donde se busca llegar a acuerdos con los habitantes de esa localidad.
¿La razón? Alvial se desempeñó durante dos años, entre 2007 y 2009, como gerente técnico en Marine Harvest, la salmonera de capitales noruegos que ocupa el primer lugar de producción en Chile. Además de esto, el actual director de Corfo en la región trabajó durante 6 años en el Instituto Tecnológico del Salmon (Intesal), perteneciente a la Asociación de la Industria del Salmón de Chile, que agrupa desde 1986 a las principales empresas productoras de Salmón Atlántico, Coho y Trucha, y sus proveedores. En total, este gremio representa al 90% de la producción total de la industria salmonera nacional, según se detalla en la página del Instituto.
«A todas luces esto constituye una paradoja y una ofensa a los habitantes del Archipiélago de Chiloé, ya que la industria del salmón es una de las principales responsables de la catástrofe ambiental de la zona, cuyo modo de producción sustentado en un modelo de desarrollo y productivo extractivista y centrado en la ganancia, es el que ha ocasionado el mayor desastre ambiental de la historia del país», señala en un comunicado el Movimiento Ciudadano Chiloé ‘Ta Privao.
La agrupación asegura que el rol de Alvial en la industria del salmón «ha sido determinante en la actual crisis por las consecuencias conocidas en la región». También recuerdan que fue él quien en enero recién pasado, en un seminario convocado por la CUT en Puerto Montt, señaló que la industria debía pasar de las 850 mil toneladas el año 2015 a 1.2 millones para el 2016. «Así, podemos ir observando el desplazamiento hacia otras zonas del sur patagónico que en unos años más deberá enfrentar similares consecuencias a las vividas por la población de Chiloé», cuestiona el Movimiento.
Alvial en Salmonopoly
En el documental alemán Salmonopoly (2010), donde se muestra la contaminación y las condiciones laborales de la salmonera noruega se sostiene que «con un tercio de la producción mundial, Marine Harvest es con sus alrededor de 70 centros en Chile el contaminador más grande».
Consultado sobre la denuncia de los pescadores artesanales respecto a que «la industria salmonera ha destruido su fuente de ingreso» y que «amplias zonas del mar están biológicamente muertas», Alvial -entonces gerente técnico de Marine Harvest- responde: «Para mí como chileno eso es triste, pero como chileno debo lamentablemente decirle que yo soy afectado también por la destrucción del medio ambiente que los mismos pescadores producen. Ellos han destruido los mariscos en la zona costera mucho antes que nosotros llegáramos. La décima y onceava región eran ricas en mariscos, locos, machas, erizos… se acabó todo gracias a los métodos de pesca de los pescadores y porque el Estado no reguló eficientemente la pesca».
Junto con ello, en el documental Alvial es confrontado a cifras que sostenían que entre 2000 y 2010 en la industria salmonera chilena habían muerto 100 buzos, mientras que en Noruega -país de origen de Marine Harvest- en el mismo tiempo solo se contabilizaba uno. «¿Cómo se explica esta gran diferencia?», le pregunta el entrevistador. «Esto no se puede aclarar, para ello no hay aclaración», responde el hoy director de Corfo en Los Lagos.
Juan Carlos Cárdenas, director del Centro Ecocéanos, plantea respecto a la participación de Adolfo Alvial en las negociaciones entre el gobierno y los dirigentes sureños que esta situación «es impresentable y demuestra el nivel de convivencia casi carnal entre los funcionarios del Estado que han tenido un pasado en la industria pesquera y salmonera, con los intereses de estos sectores industriales en estos momentos». Cárdenas agrega categórico: «Es la expresión más clara de que el Estado está capturado por los intereses pesqueros y salmoneros en el país».
Daniel Labbé Yáñez