La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha asegurado este lunes que Barcelona es una ciudad comprometida con el derecho a decidir y que el 1-O “pondrá todas las facilidades para que esta movilización se produzca con el máximo éxito posible, como ha hecho siempre, en las Diadas o el 9N”. “¿Quién puede dudar de que Barcelona es una ciudad comprometida con el derecho a decidir?”, ha afirmado al ser preguntada por si el Ayuntamiento facilitará la votación. Colau, que en su respuesta ha evitado las palabras urnas, colegios electorales o legalidad / ilegalidad de la convocatoria, ha asegurado que la ciudad participará “en lo que sea, tanto si es una movilización por el derecho a decidir como si se consigue un referéndum que sea efectivo”.
Con todo, la alcaldesa ha recordado que “todavía no hay convocatoria ni requerimiento formal” por parte de la Generalitat sobre el referéndum. En otras ocasiones el gobierno municipal, donde Colau gobierna con el PSC, ha afirmado que el Ayuntamiento no hará nada que el secretario de la corporación diga que es ilegal. Sobre si ella misma acudirá a votar, ha insistido en que «por ahora no hay convocatoria» y no ha concretado: «Nadie duda de mi predisposición, es de sobra conocida y clarísima, me he movilizado en muchas ocasiones por el derecho a decidir», ha dicho, y ha recordado que votó el 9-N.
Colau ha interrumpido su baja maternal para participar en la presentación del Observatorio Metropolitano de la Vivienda, donde ha sido preguntada por las críticas a su partido, Catalunya en Comú, tras fijar posición ante el referéndum este fin de semana. El sábado el partido aprobó su participación en el 1-O, porque lo consideran una movilización más a favor del derecho a decidir, pero señaló que no lo consideran un referéndum vinculante.
La alcaldesa ha defendido el argumento de su partido de tener dudas ante el referéndum que impulsa la Generalitat: “Apoyaremos porque hay que dar respuestas democráticas, pero expresando dudas de si será un referéndum efectivo, que animes a toda la ciudadanía a votar y no solo a una parte”
Colau ha añadido que los espacios de Cataluña en Comú son “soberanistas” que siempre han defendido movilizarse por el derecho a decidir. “No nos hemos movido un milímetro, Cataluña necesita un referéndum efectivo y sobre este compromiso trabajamos. Simplemente hemos dicho que con la información que hay tenemos dudas de que pueda ser efectivo”. De ahí que el actual posicionamiento de su partido sea una “opinión provisional”.
Algunos de las cabezas visibles de Catalunya en Comú se han posicionado, a título personal, a favor del referéndum independentista anunciado para el 1 de octubre. Su coordinador general, Xavier Domènech, la portavoz Elisenda Alamany y Joan Josep Nuet, miembros de la comisión ejecutiva han manifestado este lunes su intención de ir a votar en dicho referéndum, aunque han coincidido a apuntar que no es el tipo de consulta que desearían. “Invitamos a que la gente participe pero no nos engañemos: el 1-O no hay un referéndum en las condiciones que reclamamos”, ha apuntado Nuet en la Cadena SER.
La dirección de Catalunya en Comú, reunida el sábado en Terrassa, decidió no llamar a votar a sus militantes el próximo 1-O porque no lo consideran un referéndum, aunque sí le darán apoyo si se entiende como una movilización popular. En este sentido, Domènech se ha mostrado seguro que la convocatoria del referéndum será suspendida por el Tribunal Constitucional, así que, si a pesar de todo, se llevara a cabo algún tipo de votación, “se asemejará mucho al 9-N, pero con la diferencia de que la confrontación contra el Estado será mayor”.
Ante la lluvia de críticas que están cayendo sobre los comunes por su falta de definición sobre el referéndum, Domènech ha defendido hoy en Rac1 que en la confluencia hay mucha “diversidad interna” y que “hay gente que participará y gente que no”. “Nuestra posición refleja el espíritu del país, hay muchas incógnitas”, ha añadido el coordinador general, que ha optado por poner de relieve “las declaraciones contradictorias” hechas desde las filas de los partidos soberanistas, en referencia a la presidenta de la Diputación de Barcelona, Mercè Conesa, y a algunos miembros del Gobierno catalán.
Domènech ha apuntado que los comunes decidirán en septiembre su posición sobre si participarán en la campaña por el referéndum. “Hasta que Junts pel Sí no nos diga a qué estamos sometidos el 1 de octubre, nosotros no tomaremos ninguna decisión”, ha expresado Alamany en Catalunya Ràdio. La confluencia de izquierdas prefiere así esperar a ver qué sucede una vez el Constitucional suspenda, con toda probabilidad, la ley del referéndum, que según Domènech plantea unos puntos “dudosos jurídicamente”.
El coordinador general también ha criticado que dicha ley no fije un porcentaje mínimo de participación en el referéndum. «Llevándolo al extremo podría pasar que fueran tres personas a votar y se declarase la independencia», ha dicho para ejemplificar. No obstante, la Comisión de Venecia -organismo que marca las directrices para solucionar conflictos refrendarios y al que los comunes apelan constantemente en el Parlament- es partidaria de no establecer ningún mínimo para no favorecer a los contrarios de la celebración de un referéndum.