Dentro del marco de los diálogos de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno colombiano, la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas entregó un extenso informe sobre las raíces políticas y sociales del conflicto armado de Colombia. La Comisión se forma por unos 12 académicos y dos relatores, miembros que fueron escogidos por ambas partes de las negociaciones de paz.
“Este conflicto es un conflicto derivado del orden social vigente. Todas las expresiones criminales, violentas y horrorosas remiten a un orden social que ha impuesto esas condiciones y que ha puesto tantas víctimas, como las del conflicto armado”, señaló Víctor Moncayo, uno de los relatores de la Comisión.
El segundo relator de la Comisión, Eduardo Pizarro, destacó que Colombia es diferente a los otros países Latinoamericanos, en el sentido de que los sectores de la izquierda colombiana no han adquirido acceso al poder político como se ha visto en otros países de la región. Además señaló que el objetivo del reporte es “abrir un debate nacional sobre qué pasó, porqué pasó, quiénes fueron los responsables y cómo evitar que se repita”. Por su parte, Víctor Moncayo afirmó que el reporte de las raíces del conflicto y la responsabilidad por ello tiene alta importancia debido al tema de las víctimas, donde la definición de la responsabilidad está vinculado a los que han sufrido en el conflicto.
“Como puede advertirse fácilmente, los documentos producidos por los expertos no sólo corresponden a visiones conceptuales y teórico-políticas disímiles, sino que han abordado los puntos del mandato desde perspectivas muy diferentes, en la mayoría de los casos poniendo énfasis en determinadas dimensiones, aunque algunos sí ensayan una visión más global e integral del conflicto”, agregó Moncayo.
Los investigadores concluyeron que el tema agrario ha sido unas de las causas principales del conflicto, también afirmaron que a pesar de la larga historia del conflicto, el cual tiene sus raíces en los años 1940, que la polémica actual se escaló durante los años 80, en relación a los grupos paramilitares que surgieron en esos tiempos y el abundante flujo de fondos del narcotráfico y la extorsión para el financiamiento de las hostilidades.
También se concluyó que el conflicto bélico ha empobrecido a los grupos sociales más marginalizados y que las autoridades no adoptaron políticas para combatir el resurgimiento de la violencia, y que incluso, en algunas instancias se han aprovechado de los factores desestabilizantes que forman parte de la disputa.
Las FARC señalaron su agradecimiento por las labores de la comisión, no obstante, declararon que todavía falta transparencia en todos ámbitos de las investigaciones, donde las autoridades colombianas no han abierto sus archivos para la examinación pública. Además afirmaron que es necesario seguir investigando el involucramiento extranjero.
“Somos conscientes de las dificultades para la elaboración de dicho relato. Empezando, como lo han señalado ya algunos historiadores, que para una historia del conflicto faltan aún por explorar -con el juicio debido- las fuentes guerrilleras y los aún no abiertos archivos del Estado, sin dejar de lado incluso los de gobiernos extranjeros, especialmente de los Estados Unidos que, como es bien sabido, han jugado un papel determinante en nuestra historia. La elaboración de esa historia aún nos espera,” señaló la delegación de paz de las FARC-EP en un comunicado.
La principal guerrilla del país expresó que “seguramente siempre se considerará que lo realizado pudo ser mejor, si se tiene en cuenta el rigor que demanda todo esfuerzo intelectual e investigativo que se precie de ser juicioso” y “este que será un insumo fundamental para profundizar en la búsqueda de la verdad respecto a las causas y consecuencias de la larga confrontación política, social y armada que padece Colombia.”
La Comisión fue creada tras un pedido por parte de las FARC, afirmado durante un año entero, su objetivo para la guerrilla era aclarar la responsabilidad política, las causas de la disputa y el esclarecimiento de las consecuencias que se debe a la violenta polémica.
Se considera la posibilidad de crear un futuro reporte de una Comisión de Verdad en la búsqueda de lograr reconciliación de la sociedad colombiana. No obstante, en las actuales negociaciones de paz falta la presencia de varias partes del conflicto, como los grupos paramilitares, a modo de ejemplo las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y la segunda guerra principal, el Ejército de Liberación Nacional (ELN). En procesos de desmovilización y reconciliación tras un conflicto, el equilibrio entre reparación para las víctimas y la reintegración de ex combatientes es un balance muy delicado. El conflicto, según cifras oficiales ha desplazado aproximadamente a 5,3 millones de personas y dejado cerca de 220,000 fallecidos. Además, muchas personas siguen desaparecidas debido al conflicto bélico.
“La sociedad está muy polarizada y cuando se habla de reconciliación o de víctimas la gente se pregunta: ¿de qué orilla política me hablan? Además, las víctimas provienen de las poblaciones más estigmatizadas, más discriminadas y más abandonadas históricamente por la sociedad,” ha señalado anteriormente María Emma Wills, Subdirectora Centro de Memoria Histórica, según la organización Reconciliación Colombia.