Con un llamado a todos los estudiantes del país a iniciar un paro nacional indefinido, culminó una nueva plenaria de la Confederación de Estudiantes de Chile.
Los representantes de las diferentes universidades del país, decidieron convocar a esta medida desde el próximo martes primero de junio y afirmaron que esperan reactivar el movimiento que lleva más de 10 años de movilizaciones casi ininterrumpidas.
Las medidas se dan en el marco de la tramitación de la Reforma Educacional impulsada por el Gobierno de Michelle Bachelet y buscan incidir en el proceso de elaboración de la norma.
En este sentido, los estudiantes presentaron este domingo un documento en que solicitan cambios estructurales en la sistema. Educación pública, marco regulatorio y gratuidad y financiamiento, son los tres ejes centrales que el movimiento está exigiendo que el ejecutivo discuta e integre en el proyecto de ley.
La vocera de la Confech, Marta Matamala, explicó que resulta fundamental que el gobierno tome en cuenta a los estudiantes al momento de elaborar la reforma, para evitar que se hagan modificaciones legislativas que terminen mal concebidas e implementadas.
“Es inverosímil que se les de prioridad a los jefes de bancada de los partidos, en lugar del mismo movimiento social que instaló la demanda. Creemos por eso mismo que a pesar de que este paro pueda ser largo o conflictivo incluso para nosotros mismos, no vemos ninguna otra posibilidad en la cual el movimiento estudiantil pueda instalar agenda sino es por medio de la presión”, afirmó.
Según consigna RadioUdeChile, sobre las formas que tienen los estudiantes de incidir en las políticas institucionales, la vocera de la Confech apuntó que el paro indefinido permite ejercer una forma de presión que obligue al Consejo de Rectores a tomar una posición.
“A diferencia de los trabajadores que pueden parar la producción del país, los estudiantes disponemos de otras formas de presión, que buscan hacer presión en la interna. Esto tiene que ver con que hoy día los rectores son actores, que deberían estar presionando al Mineduc, asumiendo que la inexistencia de una reforma estructural los golpea directamente a ellos”.
Además, la vocera señaló que debido al alto nivel de competencia que existe entre estatales y privadas, por un lado, y el nivel de devastación que existe en las universidades estatales sobre todo regionales, por otro, implicaría que “los rectores al momento de existir un paro, se puedan pasar a nuestra vereda en vez de estar peleando con nosotros”.
Movilizaciones multisectoriales
Llegar con las demandas a toda la ciudadanía y transversalizar el conflicto, son otros ejes en los que se ha propuesto avanzar el movimiento estudiantil.
“Hoy día la precarización de la educación también se vincula con a precarización de otros derechos sociales como la salud, la vivienda, el trabajo y hoy día ante esa claridad estamos en disposición de juntarnos con todos quienes quieran cambios estructurales”, explicó Matamala.
“Están las personas que tienen problemas con el sistema de salud, con las AFP, pobladores, movimientos sociales y trabajadores, y queremos trabajar por supuesto con ellos y si se puede levantar algo en conjunto”, finalizó la dirigente.
Esta transversalización del conflicto y la lucha común entre estudiantes y trabajadores vivirá una jornada clave el próximo jueves 9 de junio. Ese día, el movimiento estudiantil espera aunar fuerzas con pobladores, organizaciones sociales y trabajadores, que le permitan dar un nuevo y firme paso en la ofensiva estudiantil.