El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, se reunirán en Helsinki, Finlandia, el próximo 16 de julio, según un comunicado emitido por el Kremlin.
El contexto para el encuentro no es el más adecuado, ya que a las diferencias políticas entre ambos mandatarios se han añadido tensiones económicas, luego de los aranceles que ha impuesto EE. UU. a un conjunto de países, entre ellos Rusia.
El propio Putin lamentó, durante su reunión con John Bolton, consejero de Seguridad Nacional de Trump, que las relaciones entre Moscú y Washington «no están en su mejor momento», como consecuencia de las «luchas políticas internas en Estados Unidos».
¿Qué temas tratarán?
Moscú ha indicado, sin proporcionar muchos detalles, que la agenda se centrará en «el estado actual y las perspectivas de desarrollo de las relaciones ruso-estadounidenses, así como en temas actuales de la agenda internacional».
Aunque no es oficial, el Mandatario estadounidense mencionó varias veces que, posiblemente, hablarían de «una carrera armamentística que está fuera de control», así como sobre Siria, Ucrania y Corea del Norte.
Yuri Ushakov, asesor del presidente Putin, dio por sentado que los mandatarios debatirán sobre «las relaciones bilaterales, la normalización siria, la estabilidad internacional y el tema del desarme«, aunque agregó que podrían realizar una declaración conjunta para «trazar los siguientes pasos de ambas partes», tanto en su relación mutua como en el ámbito internacional.
Mientras, el encuentro no ha sido bien visto por algunos países europeos, que consideran que Washington podría reducir sus compromisos militares, disminuir su despliegue en Europa y hasta suspender su participación en maniobras conjuntas, por ejemplo, Reino Unido teme que Trump «debilite» la Alianza si alcanza «un ‘acuerdo de paz’ con Putin», según un artículo publicado en el diario británico The Times.