Entre las principales promesas que figuraron en su discurso, Scioli prometió la devolución del IVA para las compras con tarjeta que hagan jubilados que cobren la mínima y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH); atraer 30 mil millones de dólares por año en inversión extranjera directa y reducir la inflación a un dígito.
Anticipó, además, que una de sus primeras medidas será elevar del 0,6 al 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) la inversión pública en ciencia y tecnología. Otro frente al que apuntó es el de la vivienda: Scioli prometió que construirá 250 mil viviendas por año. Por último, entre sus metas figuran repatriar capitales fugados, bajar sensiblemente el trabajo no registrado y que los bancos ofrezcan créditos hipotecarios para la clase media.
Por otra parte, se refirió al litigio que mantiene Argentina con los fondos buitres en la justicia estadounidense, más precisamente con el juez Thomas Griesa. “Quedó claro que no es necesario pagarles a los fondos buitre para conseguir financiamiento. Seguiremos trabajando para pagarle al ciento por ciento de los acreedores, pero en condiciones justas, legales y sustentables“, sentenció.
En el día de hoy, Scioli brindó distintas entrevistas para radios y siguió con sus propuestas. El candidato del FpV afirmó que bajará la inflación (uno de los principales problemas de la economía argentina) «sin ajuste, aumentando la oferta y sin reducir la demanda». Además, afirmó que quiere que Argentina no sea “»ni un paraíso financiero ni un paraíso fiscal, quiero un paraíso productivo», señaló.
Con respecto a su plan político, Scioli declaró que en su hipotético gabinete podrían haber múltiples actuales gobernadores, ya que su intención es ser “federal”. En este sentido, afirmó: «Tengo en mente qué objetivos quiero que se cumplan en cada una de las áreas y le daré al gabinete un espíritu profundamente federal«.
De esta manera, el actual gobernador bonaerense sigue firme con su estrategia de mostrarse como un hombre fiel a la idea del kirchnerismo con el propósito de terminar de seducir a los últimos recelosos; mientras que al mismo tiempo busca parecer un candidato atractivo para aquellos que no ven en los demás candidatos, como Mauricio Macri o Sergio Massa, una mejor versión de gobierno.
¿Cuánto de promesa y cuánto de realidad tienen estas propuestas? ¿Podrá Scioli atraer los votos de distintos sectores para ganar en primera vuelta? En las elecciones de octubre, se empezarán a conocer las primeras respuestas.