Barack Obama, dictó una orden ejecutiva declarando el estado de emergencia que le permite tener poderes excepcionales para futuras sanciones, ya no a particulares sino al mismo Estado venezolano. De este modo se replicaría el modelo de sanciones impuestas a países como Irán, Siria o Birmania.
El gobierno de los EEUU no fundamentó en demasía por qué considera que un Estado Latinoamericano resulta una amenaza para su seguridad nacional. La Cancillería argentina emitió un comunicado que representa el pensamiento de muchos en el que se manifiesta laconsternación por la dureza inusual de sus términos, casi amenazantes, sino que además provoca estupor y sorpresa. Es difícil reflexionar racionalmente porque el Hegemón mundial se siente amenazado por Venezuela, pero podemos intentar fantasear algunas explicaciones: pésimos analistas internacionales en el Departamento de Estado, desconocimiento generalizado de parte nuestra sobre el potencial nuclear actual de los funcionarios venezolano, y finalmente la mas realista, una nueva excusa para realizar una excursión militar y/o acciones tendientes a desestabilizar internamente a un gobierno no condescendiente a los deseos de Washington.
En verdad no hay mucho que pensar, los EEUU están repitiendo el manual de su política exterior para imponer su versión de “democracia occidental” que ellos construyeron, es decir, países con dirigencias orientadas a permitir la intervención norteamericana en sus asuntos internos, respetuosos de las reglas del libre mercado y entregadores seriales de los recursos estratégicos de la nación al imperio.
No es necesario remontarse en el tiempo para recordar el apoyo al golpe del 2002 que profirió EEUU contra Hugo Chávez. Aquel golpe que llevo a la Presidencia al destituyente Pedro Carmona, fue reconocido rápidamente por los EEUU que reconoció al Gobierno como legitimo prestandole colaboración técnica y económica. Recientemente el 12 de febrero el Presidente Nicolás Maduro denunció con documentación que lo respaldaba, la desarticulación de un intento de golpe de Estado encabezado por militares de la aviación como María Corina Machado, Antonio Ledezma y Leopoldo López, quienes se encuentran detenidos y tanto EEUU como Europa piden por su liberación.
Durante estos días ya se han manifestado varios países de la región condenando la amenaza de los EEUU sobre Venezuela. El Mercosur ya expreso su más enérgico rechazo y Ernesto Samper – Secretario General de la UNASUR – sigue de cerca la situación de Venezuela. Este 12 de marzo fue suspendida la reunión extraordinaria de Cancilleres de UNASUR alegando la premura y dificultad de convocar a todos los Cancilleres. Si el golpe de Ecuador en 2010 contra Rafael Correa fue detenido por el rápido accionar de todos los Presidentes de la región, esta vez no debe ser diferente. En necesaria una urgente acción de respaldo a la democracia Venezolana, solo eso evitará que se produzca una nueva interrupción del sistema democrático tal como se dio en Paraguay con Lugo en 2012 y con Manuel Zelaya en Honduras durante el 2009.
Venezuela tiene un rol destacado en la política estratégica global de los EEUU. En el año 2013 fue el país con más reservas de petróleo en el mundo, seguido por Arabia Saudita, Libia, Emiratos Árabes, Irak e Irán. La diferencia sustancial entre los derivados de petróleo que puede recibir de Venezuela a diferencia de Arabia Saudita, es que el flete de transporte no solo es menos costoso por la distancia sino también por el tiempo (7 días desde Venezuela, un mes y medio como mínimo desde Arabia Saudita). Se puede resumir la situación en que alinear a Venezuela resulta entonces indispensable para los planes a mediano plazo de EEUU principal consumidor de petróleo del mundo.
La reciente política de utilización de la técnica de Fracking por los EEUU logró socavar el precio del barril de petróleo OPEP a menos de 54 dólares. Esto afecto seriamente los ingresos de América Latina y el Caribe: en Colombia más de 600 despidos en la empresa mixta ECOPETROL; en Argentina truncando los planes de inversión en Vaca Muerta; Ecuador el 55% de los ingresos son el petróleo; pero sobre todo en Venezuela cuyo principal ingreso proviene de la exportación de petróleo. Esta caída en las arcas del Estado produjo dificultades para profundizar sus políticas sociales, como también continuar con el apoyo a países de la región. Parte de eso explica la necesidad de buscar financiamiento por países antes apoyados financieramente por Caracas, tal como Nicaragua y Cuba.
El desabastecimiento de alimentos y artículos de primera necesidad en Venezuela es un hecho, como también las causas del mismo. El Gobierno se cansó de demostrar el acoplamiento por parte de empresarios que evitan que los productos lleguen a los locales de venta, generando una crisis social aguda. Estas dificultades han multiplicado el descontento y ocasionado disturbios en las calles que claramente lastiman la popularidad del gobierno bolivariano.
Pero para sumarle más complejidad al rol que ocupa Venezuela en la geopolítica global, tenemos en contra parte de EEUU a Rusia y China. Estos dos últimos tiene un rol de apoyo económico pero se desconoce aún cuales serán las reacciones políticas ante lo sucedido. Las recientes giras por la región del Presidente Vladimir Putin y Xi Jinping parecieran un interés renovado por lograr una alianza estratégica con la región.
Si podemos pronosticar algo, las intervenciones militares al estilo de los ´70 -´80 en la región se hacen menos plausibles, los golpes de Estado son condenados en general por la política global y una intervención de ese estilo en Venezuela sería rechazada por sus vecinos. La destitución del Proyecto del Socialismo del Siglo XXI del Palacio de Miraflores intentará generarse a partir de la erosión de sus capacidades y fortalezas. Deberemos aprender de las enseñanzas de la historia, y recordar cuando el gobierno de Salvador Allende en 1973 sufrió la intervención de la CIA. Como reflexionó Karl Marx, la historia se repite dos veces, la primera como tragedia, la segunda como farsa. Todas y todos los latinoamericanos tenemos la responsabilidad de tomar un posicionamiento activo para fortalecer las democracias en latinoamericana y defender el principio de autodeterminación política de nuestros pueblos.
por Rodrigo Gómez Tortosa*
Politólogo. Candidato a Magister en Estudios Sociales Latinoamericanos (Universidad de Buenos Aires). co- Vicepresidente Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Argentina. Email: [email protected]
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