Continúan masivas protestas en Francia por controvertida reforma laboral

Trabajadores franceses marchan con pancartas y banderas durante una manifestación contra la reforma laboral en Marsella, Francia, el 5 de julio de 2016. REUTERS/Philippe Laurenson

Bajo estricta vigilancia policial se desarrolló hoy en Francia la décimo segunda jornada de protestas masivas contra polémica reforma a la ley laboral del Gobierno socialista.

Diversos actores, desde la izquierda francesa hasta sindicatos y organizaciones juveniles, convocaron a manifestarse en contra de la ley en las calles de las principales ciudades, mientras el documento retornaba a la Asamblea Nacional (cámara baja francesa) para ser debatido y enmendado.

Este proyecto de reforma laboral ha sido la causa de que, durante los últimos cuatro meses, Francia haya sido escenario de reiteradas jornadas de movilización social, con diversas marchas y huelgas en varios sectores.

En este contexto, el primer ministro francés, Manuel Valls, ha reafirmado la intención del Gobierno de recurrir al Artículo 49.3 de la Constitución, para aprobar el proyecto de reforma por decreto, directamente en la Asamblea Nacional y sin someterlo a nueva votación en el Senado; un gesto que desafía a los sindicatos y al propio Parlamento.

Durante todo este tiempo la reforma ha estado estancada y rebotando entre el Senado y la Asamblea, sin que el Ejecutivo logre una aprobación por parte de los parlamentarios. El rechazo viene simultáneamente de buena parte de los propios socialistas y de los opositores de derecha: unos la consideran demasiado liberal y los otros, incompleta.

Los sindicatos y estudiantes se oponen a la reforma asegurando que es un espaldarazo a las empresas y una amenaza contra los derechos de los trabajadores, mostrando su desaprobación a través protestas masivas en las calles de Francia, las que en ocasiones han desembocado en represión policial y enfrentamientos violentos entre policías y manifestantes.

Este martes fueron miles las personas que marcharon por París y otras ciudades francesas. Según los sindicatos laborales, es la última demostración de la temporada, antes de un receso por vacaciones de verano, informa Reuters. La Confederación General del Trabajo de Francia (CGT) estima que 45.000 personas salieron a protestar a las calles, mientras la policía dice que no han sido más de 7.500.

En los meses que ha durado el proceso, las jornadas callejeras han dejado una cifra de casi 2.000 personas arrestadas y decenas de policías heridos, producto de verdaderas batallas entre éstos y los manifestantes más radicales.

Pero aun con la fuerte oposición de las uniones laborales y los miembros del Parlamento, estos podrían ser los últimos pasos que dé el Gobierno francés para poner fin a este controvertido proceso y finalmente concretar la reforma laboral. El presidente Francois Hollande ya había anunciado que, de seguir retrasándose la tramitación de la ley, el Gobierno haría uso del Artículo 49.3 de la Constitución para aprobarla por decreto; una medida legal, pero muy impopular y, para muchos, anti democrática.

Hoy, cuando se realizaba la segunda revisión de la reforma en la Asamblea Nacional, el primer ministro Valls reafirmó esta decisión del gobierno, diciendo que al proyecto se le han agregado más de 800 enmiendas luego de un «debate de calidad», pero que una «coalición de inmovilidad» ha obstruido la finalidad de la reforma, que apunta a terminar con un desempleo en alza.

“Este país está demasiado acostumbrado al desempleo masivo,” dijo Valls al parlamento, mientras muchos de sus miembros abucheaban y varios abandonaban la sesión en la cámara.

En este tenso clima político, las últimas estadísticas muestran que un 73% de los franceses afirman que sería «chocante» que el gobierno usara el Artículo 49.3 para dar curso a la reforma, mientras las cifras de desempleo llegan a un 10% general y un 25% entre los jóvenes.

Pero Philippe Martinez, secretario general de la CGT, dijo a propósito del decretazo del Gobierno,  que «la medida es admitir el fracaso».

El Ciudadano