Ayer empezó la Copa América y con ella empieza un revuelo mediático y cultural que tiene visos de todos los colores políticos y sociales. Por una parte Chile se engalana con la titularidad de ser el anfitrión del torneo y, por otra, se las ingenia para exportar la cara más bonita de un país que recibe a sus vecinos con una presidenta en la baja más grande de popularidad, con casos serios de corrupción y con los movimientos sociales gritando en las calles para pedir cambios radicales. Por eso quiero que hablemos desde otra trinchera y sin decir estupideces como “el fútbol es malo” porque la culpa no la tiene la pichanga sino el que la usa para dividir o embrutecer al resto. (tampoco vamos a caer en la dinámica snob de decir que el fútbol es bárbaro o estúpido únicamente porque le gusta a mucha gente).
Demos un vistazo entonces a la mixtura que significará durante este mes el hecho de ser los organizadores del campeonato de fútbol más importante del año.
Cobertura mediática
No es sorpresa que los canales de televisión abierta jueguen todas sus fichas para ganar audiencia en este tipo de certámenes. Y tampoco es novedad que el gobierno aproveche de sacar de la mirada del pueblo (y de los canales extranjeros) las demandas sociales y los casos de corrupción que en los últimos meses lo han tenido en las cuerdas. Por eso no sé si podemos culpar a la prensa de darle menos minutos al paro de los profesores que a la repetición del penal de Vidal, porque en cierta medida sabemos de antemano que los medios tradicionales poca importancia le dan al movimiento social el resto del año como para pretender que ahora, con Messi y Neymar en nuestro territorio, se den el trabajo de cubrir huelgas, paralizaciones o conflictos políticos que involucran a los auspiciadores que les pagan el sueldo.
Paro de profesores
Ayer los profesores hicieron una manifestación con pelotas plásticas afuera del Mineduc, y la misma selección apoyó a un grupo de profesores que estaban afuera de Juan Pinto Durán. En ese contexto reiteraron su paralización y partieron a jugar un segundo tiempo de negociaciones en un terreno que se les pone como cancha en declive y con el viento en contra, ya que mientras se jueguen partidos y la atención de la ciudadanía esté más preocupada del glúteo de Arturo Vidal que de la educación de los niños de básica, podemos decir que la lucha es más difícil y más simbólica que antes.
Bachelet cobarde
Ayer el hashtag #Bacheletcobarde fue trending topic nacional y esto es debido en gran parte al hecho de que se notó demasiado que su participación en la jornada inaugural solo pasó por un par de tomas muy esporádicas en la que se le vio festiva y sonriente junto a Natalia Riffo. Cabe señalar que tuvo la inteligencia de no hablar en público ya que por redes se había hecho un llamado a poner una pifiadera de antología y, ante esa posibilidad, cualquier mandatario elegiría quedarse calladito antes de tener que estar bajo una lluvia de silbidos frente a 50 mil personas y frente a los millones de televidentes que presenciaron el partido de ayer desde distintas partes del mundo.
A nuestra presidenta jamás se le ocurrió hace un año que iba a llegar a estas instancias con un retrato tan desmejorado de sí misma ante la opinión pública y con una Copa América que trae a Chile a la prensa internacional. El caso Dávalos, donde su hijo terminó siendo el niño símbolo de la corrupción y el nepotismo, sumado a los escándalos en el financiamiento de campañas por el caso Penta, la baja en las encuestas, el cambio de gabinete, los abusos de Carabineros en las marchas y con la guinda de la torta que vincula a su círculo cercano -Giorgio Martelli, el mismo Peñailillo- en los chanchullos de plata y campañas… e incluso los casos de corrupción de FIFA que salpicaron al mismísimo Sergio Jadue… todos estos ingredientes resultan demasiado peligrosos para una presidenta que recién cumple poco más de un año en el mandato y que pretende dar una impresión país que vaya mucho más allá de la porquería de imagen que están dando en este instante los políticos. Cualquiera diría: “mal momento para tener una copa américa encima”.
Acá les dejo el hashtag que, hasta el momento en que escribo esto, aún permanece en primer lugar de tendencias en twitter.
Cerrando esta primera entrega
No me quiero extender más de la cuenta en esta primera crónica futbolera, pues dejemos para otros partidos los temas como el conflicto mapuche y las movilizaciones en Temuco, la campaña de Alto Maipo llamada “La Copa América y los conflictos del agua” y dejemos también una reserva para ir evaluando durante el resto de los días de Copa cómo y cuáles serán las leyes, decretos y sentencias que se aprueben en este periodo y que se escondan de la mirada periodística y social para pasar piola entre la algarabía de los goles y el nacionalismo cunetero que sabe a bubuzela y sánguche de potito.
Dejo un breve recuento de la jornada inaugural (con un breve repaso a la penca apertura) y ya nos vemos mañana para una segunda patita de este Contragolpe.