Este viernes, El Mercurio publicó una carta del escritor Cristián Warnken, en la que se refiere al significado de elegir a Sebastián Piñera como Presidente de la República por segunda vez, en un contexto que identifica como de «crisis ética», que afecta a la élite empresarial y política, por sus casos de colusión y financiamiento ilegal, respectivamente.
En el escrito, Warnken relata que muchos de sus amigos identificados con la derecha «saben que Piñera no es un santo de altar, que su forma de operar no ha sido necesariamente ética a lo largo de los años, aunque sí «legal», pero que votarán por él porque es un mal menor y es el único capaz de salvar a Chile de la decadencia en curso».
Sin embargo, Warnken piensa que eso es un «¡Craso error!», porque a su juicio, necesitamos «políticos que no se conformen con lo legal, sino estadistas que entiendan que lo que necesita el país es una revolución moral (no moralista) que recupere los tejidos sanos que quedan y volvamos a sentirnos orgullosos de nuestro país en un contexto latinoamericano marcado por la corrupción a gran escala».
Aquí es cuando advierte el peligro que significa un nuevo mandato piñerista, debido a las investigaciones y controversias que rodean al ex Presidente por sus inversiones.
«La vulnerabilidad de Piñera es muy grande y no sería raro que en medio de su mandato (si gana las elecciones) tuviera que enfrentar nuevos cuestionamientos y juicios que llevarían al país a una crisis institucional y política sin precedentes y convertirían al Frente Amplio (tan temido por la derecha) en una real alternativa de gobierno, pues él (y no la Nueva Mayoría, hoy sin autoridad moral en este tema) ha colocado la ética como una de sus banderas principales de lucha. Piñera podría perfectamente convertirse en nuestro Temer».