En el día de la fecha, mediante el decreto Decreto 1828/2015 publicado en el Boletín Oficial, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner designó al Comandante General Omar Ariel Kannemann como Director Nacional de la Gendarmería, en reemplazo del Comandante General Enrique Alberto Zach. También designó al Comandante Mayor Edgard Horacio Carrizo como Subdirector Nacional, renovando así los dos puestos que conforman la conducción de esta fuerza.
Hasta el día de ayer, Kannemann se desempeñaba como Jefe de la Región VI en la provincia de Misiones, luego de recibir el ascenso de Comandante Mayor a Comandante General el 18 de Diciembre pasado por parte de la Presidenta de la Nación. Previamente había cumplido funciones en el Operativo Centinela en el territorio de la provincia de Buenos Aires. Se trataba de un operativo desplegado mediante el Ministerio de Seguridad para afrontar los problemas de seguridad que vivía la provincia por entonces.
La designación llega en medio de una serie de rumores no confirmados de supuestos cortocircuitos entre el ahora ex-director de Gendarmería y la Presidenta por la represión desatada por esta fuerza en una protesta de choferes de la Línea 60 en la cual los conductores de colectivos intentaban cortar la autopista Panamericana. Otros en cambio indican que se trata de una puja interna al interior de la propia Gendarmería.
Quienes se inclinan por la primera hipótesis destacan que la violenta represión de los choferes de colectivo desató malestar en el interior de la Casa Rosada, que dice sostener desde el inicio de su gestión una política de no reprimir las protestas sociales, pero que tuvo un giro desde que Sergio Berni, Secretario de Seguridad, asumiera la conducción operativa del Ministerio. Desde entonces, la Gendarmería tuvo varias actuaciones que terminaron en lisa y llana represión.
En este contexto, vale recordar el escándalo del “Gendarme Carancho” durante una protesta de trabajadores de la planta LEAR, acompañados de agrupaciones trotskistas. En el minuto 00.19 del video se puede ver como el Gendarme Juan Alberto López Toral se tira sobre el auto que maneja el dirigente gremial clasista Christian Romero, para fingir ser atropellado y luego sacar al conductor a los golpes. Romero está imputado en una causa judicial por “daños leves” al gendarme.
Quienes en cambio sostienen la segunda hipótesis dicen que de haber sido un problema por el accionar de la fuerza, la medida hubiese sido tomada de inmediato para no dejar dudas al respecto. Atribuyen entonces este cambio a una puja interna de poder dentro de la propia fuerza.
Cabe destacar que la Gendarmería es la fuerza que más utilizó el Gobierno nacional a la hora de desplegar diferentes operativos de seguridad interna, reinterpretando la misión de la misma que desde su creación cumplía tareas de seguridad en fronteras y rutas nacionales. De esta manera el Poder Ejecutivo recortó el poder de la Policía Federal, muchas veces sospechada de ser cómplice en hechos delictivos complejos.