Cristina somos todos

“Excelentísimos cadáveres”, la notable película del recientemente fallecido director italiano, Francesco Rosi en Sicilia, ya advertía sobre la manipulación de cadáveres en circunstancias políticas

Cristina somos todos

Autor: Arturo Ledezma

“Excelentísimos cadáveres”, la notable película del recientemente fallecido director italiano, Francesco Rosi en Sicilia, ya advertía sobre la manipulación de cadáveres en circunstancias políticas. Si investigamos la historia política de América Latina, nos encontramos muchas veces con esa macabra mezcla de muertos y política.

La misma victoria electoral de Salvador Allende en 1970 en Chile, fue puesta en riesgo por la aparición, muerto, del Comandante en Jefe de las FFAA, en un intento desesperado de los golpistas de impedir la toma de posesión del presidente socialista. Aún más recientemente, el triunfo aparentemente tranquilo de Dilma Rousseff en primera vuelta, fue bloqueado por un sospechoso incidente de avión, en el que murió un candidato opositor y promovió a una candidata a una política que logró barajar de nuevo las cartas y colocar en riesgo la continuidad del PT en el gobierno de Brasil.
Argentina es el nuevo escenario de esos “excelentísimos cadáveres”. Todo muy sospechoso, como conviene a la manipulación política en circunstancias como esas. Si todo fuera claro, no se prestaría a las manipulaciones de los que quieren pescar en aguas turbias.
Todas las manipulaciones apuntan hacia Cristina, por todo lo que ella representa. Los que han llevado Argentina a la peor crisis de su historia, no se resignan a que el país haya sido rescatado por gobiernos populares, que no se han contentando con retomar el crecimiento económico, pero que lo han hecho redistribuyendo renta, retomando la trayectoria de los gobiernos populares argentinos.
No se le perdona a Cristina el haber protagonizado ese rescate, el haber sobrevivido a las movilizaciones golpistas de los soyeros, a la misma muerte de Néstor, a la ofensiva cobarde de los fondos buitres. No se le perdona que, mujer, haya afrontado, con altivez, las agresiones torpes de los medios de información, machistas, groseras, como corresponde a una derecha complaciente con los crímenes del terrorismo de Estado. No le perdonan a Cristina y a Néstor, haber reabierto los procesos en contra los responsables por los crímenes de Estado. No les perdonan el reencuentro de más de 100 nietos, hijos de militantes opositores a la dictadura, que además de asesinados, tuvieron a sus hijos secuestrados, en el peor crimen humanitario que ya hemos conocido.
Cristina somos todos, porque hemos resistido juntos a las dictaduras militares, solidarios en la lucha, en los sufrimientos, en las pérdidas, en la sobrevivencia y en la recuperación de la democracia. Cristina somos todos porque todos nuestros países son víctimas de las manipulaciones burdas como esas, hoy en contra de Cristina, de la democracia argentina, de las conquistas sociales de su pueblo, de la soberanía internacional.
A una derecha que no logra tener líderes que los una en contra del gobierno popular de Cristina, le duele el liderazgo de la Presidenta de Argentina, su dignidad, su vínculo directo con el pueblo y con la historia de luchas de los argentinos.
Cristina somos todos, porque todos los que luchamos por países justos, solidarios, soberanos, dignos, estamos con Cristina y con los argentinos también en esta hora. Somos todos.
por Emir Sader, sociólogo y cientista político brasileño, es coordinador del Laboratório de Políticas Públicas de la Universidade Estadual do Rio de Janeiro (Uerj). visto en Alainet

Reels

Ver Más »
Busca en El Ciudadano