¿Cuándo se acabó el amor entre el Gobierno y la Nueva Mayoría?

Era tema tabú, aunque todos ya lo sabían, y que ratificaba en la tramitación de cada proyecto de ley en el Congreso. El quiebre entre el gobierno y su coalición de partidos se mostró en público tras la fallida legislación del proyecto de ley para salvar el error en el padrón electoral. A esto se suma el sumiso cambio de gabinete y el indemne comité político. A dieciocho meses del final, la cuesta se pone pedregosa y empinada.

¿Cuándo se acabó el amor entre el Gobierno y la Nueva Mayoría?

Autor: Jose Robredo

compolitico

La ley corta para corregir el grave error del Servel con el padrón electoral, que afecto a más de 463 mil votantes que vieron modificado su domicilio, fue la gota que rebalsó el vaso en la relación entre los partidos de la Nueva Mayoría y el gobierno, cuyo resultado fue la vuelta de espalda que dieron los parlamentarios oficialistas a la iniciativa de La Moneda.

No era un secreto que la relación entre el Ejecutivo y sus parlamentarios era fría, y porque no decirlo tensa. Evidencia de ello han sido los permanentes tiras y aflojas para conseguir apoyo en los distintos proyectos que desde La Moneda ingresaron al Congreso. Aun más, el desabrido cambio de gabinete realizado ayer por la presidenta Bachelet aumentó la distancia entre el gobierno y su coalición. 

Las voces de los dirigentes y parlamentarios de la Nueva Mayoría apuntan al equipo político del gabinete – compuesto por los ministerios del Interior, Secretaría General de la Presidencia y Secretaría General de Gobierno – como los responsables de este escenario, que tienen a La Moneda sin control de la agenda y a los partidos definiendo su línea de acuerdo a sus intereses.

Escenario enredado para el gobierno, que en medio de elecciones municipales y el inicio de la carrera presidencial, ve como el poder se le escurre como agua entre las manos.

En conversación con El Ciudadano el cientista político y académico de la Universidad Academia Humanismo Cristiano, Rodrigo Gangas, la mala gestión política del gobierno y la crisis del padrón electoral son elementos que configuran este divorcio puesto que «son situaciones que se vienen dando de forma paralela, en escenarios distintos que hacen que las tensiones y las fracciones en el campo político del gobierno se visualicen de mayor forma y que, finalmente, los partidos que están dentro de la coalición comienzan a mostrar sus definiciones».

Y a esto agrega que «la Nueva Mayoría se encuentra fracturada hace un tiempo, es cosa de ver las declaraciones de los dirigentes de sus partidos. Vemos a la DC que se ve incomoda con la coalición de gobierno y, de alguna manera, la carrera presidencial que se adelanta también va cimentando estas fricciones entre la coalición de gobierno y el gobierno mismo».

Al respecto el cientista político Ernesto Águila, académico y miembro del Instituto Igualdad – ligado al PS-,  señala a El Ciudadano que «efectivamente la relación entre la Nueva Mayoría y el gobierno, más específicamente del equipo político, va en creciente deterioro y quiebre después de lo que ocurrió con el padrón electoral y tratar de pasar una ley exprés para corregir ese problema«.

«Queda la sensación, después del fracaso de este proyecto de ley, de la impericia del equipo político, que no es el primer episodio, significó que se hiciera sentido común en la Nueva Mayoría que mejorar la gestión en este último año de gobierno pasa por una reingeniería del comité político, y eso no se satisface con este cambio de gabinete«, agrega Águila para dar los motivos del actual escenario que enfrenta el gobierno.

Los próximos 18 meses: Un camino pedregoso

Considerando que el andar del gobierno durante lo que lleva de administración se ha caracterizado por un sin fin de tropiezos, lo que queda para adelante no debiera ser diferente a no ser que se produzca un giro en 360 grados en la gestión o un golpe de timón que lo reposicione en el escenario político.

Para Gangas un posibilidad de ver la luz es, curiosamente, la carrera presidencial. Al respecto señala que «lo que se le viene al gobierno en los próximos 18 meses es realmente complejo. Si hay algo que lo puede salvar al gobierno en este período es la discusión en torno a la carrera presidencial, que se encuentra desatada».

«La carrera presidencial permitió que el gobierno se enfocará en otras cosas, lo que le dio una pequeña alza porque la tensión estuvo puesta en la entrada de Guillier, Lagos, etcétera. Eso le puede salvar el panorama a La Moneda, pero, al mismo tiempo, la misma carrera presidencial le puede generar al gobierno otro tipo de quiebres que le hará más difícil sacar adelante otro tipo de proyectos que le quedan por delante» sostiene el académico de la UAHC.

Un matiz propone en tanto Ernesto Águila, quién señala respecto al escenario electoral que se encuentra en curso y que está afectando las decisiones gubernamentales, lo que según él se refleja en el cambio de gabinete concretado ayer. «Este cambio de gabinete parece digitado por el laguismo más que hecho por la presidenta Bachelet. Dos de los tres ministros son partidarios de Lagos, y por otro lado se retira un ministro para ser coordinador de la campaña de Lagos. Es un cambio de gabinete que pareciera que hizo Lagos y no el gobierno», sostiene el investigador.

«El adelantamiento de las candidaturas presidenciales y las características de este cambio de gabinete deja la sensación de que el poder se trasladó desde el gobierno hacia el futuro en términos de quien será el sucesor de la actual administración. Le queda poco capital político a no ser que venga un cambio de gabinete que efectivamente devuelva el poder que se está yendo de las manos, que hoy es muy débil para implementar reformas importantes», agrega Águila.

De igual forma Gangas, a pesar de señalar anteriormente que la carrera presidencial puede ser una oportunidad para el gobierno se convierte ésta en un arma de doble filo, dada la incapacidad del equipo político. «Uno puede ver como la carrera presidencial va influyendo no sólo en lo partidos sino que también al interior del gobierno. Las desafuortunadas palabras de Mario Fernández son muestra de ello; que el ministro del Interior se meta a la arena política respecto de quienes van a ser los candidatos o donde va a estar la pelea electoral es una torpeza y le trajo problema con el Partido Radical», sostiene.

¿Dónde está el queso?: El equipo político

Una de las principales críticas al gobierno, que se escuchan permanentemente de boca de los parlamentarios oficialistas, apuntan a la magra gestión del comité político de La Moneda. Más aun verificado el ajuste de gobierno que implementó la presidenta Bachelet en la previa a las elecciones municipales.

«Si el gobierno no quiere bajar la cortina desde ya, requiere de una reingeniería política de envergadura, para ser un actor político que la está perdiendo. Hacer el cambio antes de las municipales lo debilitó mucho más» sostiene Águila a la encrucijada en la que se encuentra La Moneda.

Y además sostiene que «yo creo que el comité político ya está desgastado, en especial el caso de Eyzaguirre no tiene interlocución con los parlamentarios, lo que bloquea la agenda política; y Fernández que tampoco aparece con un liderazgo potente| e incluso ha perdido apoyo al interior de la DC. Deben aparecer liderazgos políticos que tengan conexión con el mundo parlamentario y partidario y también que conecten con el mundo ciudadano o social».

En este punto, Gangas reafirma un punto que ha sido repetitivo por estos días: El rol del ministro Nicolás Eyzaguirre cuando señala que «el ministro Eyzaguirre, no es que no haya dado el ancho sino que no ha generado el vínculo necesario con  los partidos políticos y los parlamentarios que le permita tener una relación más fluida con el gobierno».

Y, al mismo tiempo,  el académico repasa al resto del equipo político cuando expresa que «el problema está en el comité político, no solo en Eyzaguirre. Hay un ministro del Interior que por lejos es el que menos peso tiene en el último tiempo; es una figura totalmente decorativa en el comité político».

¿Cuál es el papel de los partidos?

Un punto a considerar en este acto es el rol que cumplen los partidos que componen la Nueva Mayoría y, en específico, de sus presidentes.

«Evidentemente uno esperaría que el rol de los presidentes de partidos fuera conciliador, alineado con la postura del gobierno y que construya los acuerdos necesarios. No obstante, aquí el rol de nexo entre los parlamentarios y el gobierno no recae en los presidentes de partidos sino que hay un comité político, un Segpres que no ha tenido la capacidad para concretar esa articulación» señala Gangas al respecto.

«Yo tiendo a pensar que los presidentes de partido tienden a generar mayor sintonía con el gobierno, pero no tienen la capacidad para alinear a sus militantes y parlamentarios. Y eso es porque el gobierno no es capaz de  generar esa articulación hacia el Congreso» adiciona Gangas.

Al respecto, Águila agrega que los jefes partidarios no tienen mayor influencia entre sus parlamentarios al señalar que «los presidentes de partido en general en Chile no tienen demasiado control sobre sus parlamentarios, porque la designación de los candidatos pasa parcialmente por los partidos, ya que tiene que ver con el arraigo que tengan en sus respectivos distritos».

«En esta etapa la importancia tendrá directa relación con la carrera presidencial. Ernesto Velasco – presidente del Partido Radical –  se ha empoderado significativamente desde un partido pequeño pero teniendo como precandidato a Alejandro Guillier; Isabel Allende es candidata por lo que tiene visibilidad. En el caso de Carolina Goic, su importancia dependerá de las decisiones de posicionar o no a un candidato. El resto tienes son bastante débiles», analiza el investigador del Instituto Igualdad.

Al cierre, Rodrigo Gangas sostiene que, en resumen, «todos estos elementos van a ir marcando la pauta en los próximos dieciocho meses que pondrá al gobierno en una posición legislativa compleja para llegar acuerdos. El ejemplo que se vio en la ley corta del Servel, independiente de que el proyecto haya sido pésimo, demostró que no hay posibilidad de que se lleguen acuerdos en ese tipo de proyecto o en iniciativas más simples. Por lo que las negociaciones que tendrá que llevar el gobierno al interior de su coalición serán muchas, lo que incluye la necesidad de un cambio en el comité político«.

«Yo creo que se vienen dieciocho meses bien difíciles para el gobierno porque será complejo sacar adelante proyectos importantes. El que se gobierne hasta el último día pasa por recuperar poder y dar un golpe de timón que permita poner en el centro del poder político al gobierno y eso implica una reforma ambiciosa. Y eso requiere un comité político que tenga otro peso respecto del actual«, sostuvo Águila al proyectar lo que va quedando de gobierno.

José Robredo H. 

@joserobredo

El Ciudadano 


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