La tarde de este martes el Movilh cuestionó duramente la reacción del gobierno frente a la grave acusación de un soldado del Ejército, quien asegura haber sido víctima de homofobia por parte de sus superiores y compañeros.
Se trata de Alfredo Morales, quien en una pauta en el Movilh identificó a parte de los responsables de estos abusos, señalando al comandante Aldo Peña como quien expresó reparos a la presencia de homosexuales en el Ejército, además de “advertir” a los otros soldados que iba a llegar un gay al casino; y a la capitana Francisca Mesone, a la que acusa de tratarlo de “maricón” y de burlarse de él “en reiteradas ocasiones”.
Ante estos hechos el uniformado reaccionó contra sus superiores, cuestionando su homofobia y exigiéndoles respeto, lo que -asegura- le valió dos faltas en los últimos meses y la exigencia de firmar su baja. El soldado se negó, por lo que fue notificado de que será expulsado el próximo viernes.
«Piñera solicitó explicaciones inmediatas»
“No nos corresponde intervenir en un asunto que ha sido objeto de un sumario, pero la ciudadanía sigue teniendo, en este caso el afectado, las acciones que la ley franquea, si éste estimara que lo que se señaló en el sumario no es correcto”, respondió el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, frente a la grave denuncia que realizó el soldado Morales.
Una posición que para el Movilh “refleja una débil reacción de la autoridad civil frente a una denuncia contra el Ejército”. El organismo sostiene que al Ejecutivo “sí le corresponde intervenir, pues las Fuerzas Armadas están subordinadas al poder político, y en ese sentido, el Gobierno les debiese exigir informes respecto a la denuncia formulada, en vez de mantenerse al margen”.
El Movilh cuestionó igualmente que haya sido solo el presidente de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Tucapel Jiménez, quien haya mostrado preocupación por este caso. “El resto del poder político o ha guardado silencio o ha blindado al Ejército, ambas situaciones repudiables”, señalaron.
En este contexto, la organización hizo hincapié en un particular hecho para cuestionar la incoherencia del gobierno de la Nueva Mayoría en términos ideológicos. “Frente a denuncias similares, y bajo la administración de Sebastián Piñera, el Ejecutivo solicitó explicaciones inmediatas a las Fuerzas Armadas, y el Ejército debió disculparse públicamente. Bajo una administración que se dice progresista y que se adjudica haber luchado porque las Fuerza Armadas volvieran a subordinarse al poder político, la autoridad se mantiene al margen. Esto es tan decepcionante como intolerable”, indicó el Movilh.
Aumentan críticas
A estas duras críticas se sumaron la tarde este martes las del partido Amplitud, el que emplazó al Gobierno a actuar de manera enérgica y a solicitar al Ejército una investigación a fondo en este caso. “No es posible que el sumario, realizado por ellos mismos, no hayan encontrado culpables”, declaró su vicepresidente Patricio Nawrath, quien también es activista por la no discriminación.
Nawrath lanzó sus dardos directamente en contra el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, a quien acusó de actuar con “tibieza” ante esta denuncia, haciendo alusión a su respuesta de que al Ejecutivo no le corresponde intervenir porque hay un sumario del Ejército ya cerrado.
“El Gobierno representa a todo el país y no puede hacerse el sordo frente a denuncias que ocurre en una institución que es subordinada al poder ejecutivo, como lo es el Ejército», añadió Nawrath, haciendo hincapié en algo que también destacó el Movilh: «Cuando están en el extranjero, muchas autoridades del Gobierno enfatizan que en Chile no está permitida la discriminación. Entonces, ¿por qué no se actúa con firmeza cuando se denuncia un caso así?”, agregó.
Nawrath comparó igualmente el actuar de la administración de Michelle Bachelet con la del ex presidente Sebastián Piñera, recordando que el 2012 éste condenó categóricamente un instructivo del Ejército que «recomendaba» no aceptar en sus filas a personas que «presenten problemas de salud física, mental, socioeconómica, delictual, consumidores de drogas, homosexuales, objetores de conciencia y testigos de Jehová».
Daniel Labbé Yáñez